TeleSUR
El portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Ramin Mehmanparast, desmintió que su país haya ayudado al gobierno de Siria en supuestos hechos de represión contra el pueblo, tal como lo había asegurado el presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Barack Obama, en una clara acusación contra Teherán.
"Rechazamos estas declaraciones. Nuestra política exterior es muy clara. No intervenimos en los asuntos internos de otros países", declaró Ramin Mehmanparast.
El pasado 14 de abril, el portavoz del departamento de Estado, Mark Toner, afirmó que “hay informaciones creíbles sobre que Irán ayuda a Siria a reprimir los manifestantes". Posteriormente, este viernes, Obama expresó que "en lugar de escuchar a su propio pueblo, el presidente (de Siria Bashar Al) Assad acusa al extranjero, con la intención de obtener la ayuda iraní para reprimir a los sirios”.
"Respetamos la soberanía de otros países y respetamos las reivindicaciones de la gente”, argumentó Ramin Mehmanparast.
Como Obama señaló que en Siria supuestamente se busca ayuda de Teherán para usar contra las manifestaciones “las mismas tácticas brutales utilizadas por sus aliados iraníes", Ramin Mehmanparast defendió que desde su nación se considera “inaceptable el uso de la violencia contra la gente, en cualquier país".
Por su parte el Gobierno de Damasco calificó este sábado como una "falta de responsabilidad" las acusaciones emitidas por el presidente, Barack Obama, tanto en contra de Irán como de su país.
El corresponsal de teleSUR en Medio Oriente, Hisham Wannous, informó que “el Gobierno sirio ha respondido a las declaraciones del presidente Obama lamentándolas y diciendo que las mismas se basan en informes no objetivos en torno a la situación en Siria”.
De acuerdo con el reporte de Wannous, desde el Ejecutivo se afirmó que las aseveraciones de Obama ratifican “la aplicación de EE.UU. en los disturbios que están ocurriendo en el país, porque le están diciendo a Siria que debe cortar su relación con Irán, con Hezbolá y con Hamas para recuperar la estabilidad en el país”.
El gobierno del presidente Bashar Al Assad ejecuta un paquete de medidas, con el objetivo de atender demandas del pueblo, que han sido expresadas a través de manifestaciones pacíficas que iniciaron a mediados de marzo.
Pese a las reformas impulsadas por el Ejecutivo, grupos radicales han tratado de desestabilizar al país, en diferentes oportunidades desde marzo, mientras que las autoridades nacionales han denunciado que las intenciones de crear caos vienen del exterior.
teleSUR - Efe - Afp / ld-MM
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