En materia petrolera ¿qué nos dejó el 11 de abril?

La política energética del mundo cambió hace nueve años

Por: Luis Alberto Matos
“Nosotros no nos vamos a meter con nadie, ¡pero que nadie venga a meterse con nosotros!”
Hugo Rafael Chávez Frías
Según los diccionarios, podemos definir al pueblo como “un conjunto de personas que habitan un lugar, una región, un país o un territorio”. Aunque individualmente cada uno de sus integrantes presenta rasgos propios, que lo hacen único e identificable entre sus semejantes, esos individuos -en promedio- tienen peculiaridades comunes que los identifican con el grupo.

En la conformación del conjunto de características particulares de cada colectivo, sin duda influyen las facciones de los antepasados, las religiones de cada grupo, sus costumbres laborales, tradiciones artísticas, preferencias políticas y la genética de sus ancestros.

Pero, integrado a esas propiedades y con la misma o mayor fuerza, en la conformación de cada pueblo contribuye también el medio geográfico. Desde el clima y la ubicación continental y planetaria, hasta la orografía de montañas, tipos de suelo, extensión de planicies y cuencas hidrográficas, todos inciden y distinguen a cada nación. El mismo grupo de personas, trasladados a lugares diferentes, generaría un pueblo distinto.

Desde hace casi un siglo, todos los sucesos políticos en Venezuela, incluso aquellos de importancia relativamente menor, han sido influidos, directa o indirectamente, por nuestra abundante riqueza petrolera. Sin hidrocarburos en nuestro subsuelo, el 11 de Abril de 2002 hubiera sido simplemente otro día más en Venezuela.

Conciencia y soberaníaAntes de ese jueves 11, hablábamos de revolución y marchábamos por un Proceso Bolivariano. El presente era optimismo y el futuro la esperanza anhelada desde siempre. Seguíamos a Chávez y todos éramos muy felices.

¿Petróleo? ¡Ah sí! Era nuestro, pero … ¿sabíamos qué era eso? ¿Realmente teníamos conciencia de su importancia? ¿para qué servía? ¿cuánto valía? ¿quiénes lo buscaban? ¿y para qué lo querían?.

El 11 se llevaron a Chávez, el sol se ocultó dos veces y amaneció el sábado 13. El pueblo consciente y seguro de su soberanía, regresó a Miraflores con otra forma de pensar. Cambió internamente, en lo más profundo de su conocimiento y de su poder decisorio.

Jamás volvería a ser tan fácil atacarlo sin exponerse a la respuesta justa y adecuada. Y en asuntos petroleros, hasta aquellos quienes individualmente pudieran estar alejados de la materia, saben que hay algo allá abajo, de enorme importancia, que le pertenece a él y al pueblo venezolano.

Está ahora atento contra las constantes manipulaciones mediáticas que tratan de alterar su verdadero destino. Por todo eso, hoy le advierte a todos que sabe que tiene las reservas más grandes del planeta. En sus manos pudiera estar el futuro energético del mundo.

Sin los sucesos del 11 y el 13 de abril, la invasiones a Libia e Irak hubieran sido mucho más fáciles. Algunos creemos que Irán ya hubiese caído. El ‘negocio’ del petróleo hoy es otro.

El paro petroleroTodos aprendimos con el 11 de abril ¡especialmente ellos!. Por eso tenían que actuar a la mayor brevedad posible. Ese mismo año, iniciando diciembre, “convencidos” unos y “obedientes” otros, un grupo de Directores, Gerentes, Supervisores y Empleados de PDVSA detuvieron el proceso normal de las muy complejas operaciones de la industria de hidrocarburos y produjeron lo que conocimos como “el paro petrolero”.

El ataque, coordinado y dirigido por los magnates del neoliberalismo, trató de copar todas las escenas. Y así vimos trasmisiones televisivas, ediciones de prensa escrita, vocerías a obreros, correos electrónicos, mensajes donde quiera se agrupara el ciudadano común y hasta alguna Miss que confundió la cubierta de un tanquero petrolero con la pasarela de un concurso de belleza.

Juraban que, por tener dominio transitorio de las bases de datos, convenientemente trasladadas -antes de la llegada de Chávez- desde PDVSA La Campiña hasta INTESA Puerto La Cruz, “ese atajo de indios” no iban a saber como manejar el petróleo.

¿Y el venezolano común? “¡Quítales la gasolina!”. Pero se equivocaron otra vez. El pueblo que pasó a pié Los Andes, para liberar al hermano esclavizado, no iba a amedrentarse sólo porque esta bomba está cerrada y en la otra las colas duran cuatro horas. Hasta una mesita, cuatro banquitos y un dominó sirvieron para pasar el tiempo y de paso hacerles “la señal de costumbre”.

Precios más justosAl iniciarse el 2002 y a pesar de ser ventas de invierno, el precio del crudo no llegaba a 30 dólares por barril. El año anterior había promediado sólo 23 dólares en valor nominal, aclarando que su cotización real (sin la depreciación del dólar) era la mitad de lo que costaba en 1985 y la tercera parte comparada con 1981. Nuestra revolución no había influido en el precio del crudo.

Pero el triunfo del pueblo venezolano el sábado 13 y su resistencia contra el “Paro Petrolero” dispararon los precios a nivel mundial. Los compradores captaron el mensaje y las cifras desde entonces muestran otra realidad.

La especulación lo elevó sobre 140 dólares, en el segundo trimestre de 2008, pero la baja siguiente jamás llegó a los niveles anteriores a 2002, a pesar de la toma armada de los campos de Irak y la mediática de los yacimientos mexicanos.

Se incrementó la búsqueda de fuentes alternas de energía, pero el pánico nunca ha estimulado a los laboratorios. Ya no es la búsqueda del conocimiento quien guía el experimento, casi que ni siquiera el beneficio económico. Parecería que la imagen de Chávez los hubiera sustituido a ambos.

Actualmente nada detiene la tendencia alzista del mercado de crudos. ¡Cinco veces los precios de antes del 11 de abril! Sus propias redes de información reiteran la permanencia de tal situación: “Estados Unidos incrementará sus reservas de uso inmediato”, “El Fondo Monetario Internacional intenta bajar el precio del dólar”, “Deben incrementarse los precios del combustible final para disminuir su consumo”, “Nuevas fuentes petroleras descubiertas en Brasil” y “Urge construir un oleoducto, desde Alaska hasta México, para no depender de proveedores enemigos”.

Alianzas estratégicasEl 11 de abril ratificó a Venezuela como centro del acontecer petrolero del planeta. ¡Nada nuevo! Lo somos desde principios de los 40, cuando energizamos el transporte bélico del Norte en la llamada II Guerra Mundial.

Pero nos obligaron a borrarlo de la memoria. Aunque en “YouTube” puedes conseguir cualquier canto, no importa cuan antigua sea su grabación ni lejano su origen, ni siquiera allí escuchas a Lorenzo Herrera en su:

“Venezuela es la primera

en petróleo producción,

que lo llaman oro negro

como si fuera un ladrón”.Aventurado o nó, equivocado o cierto, optimista o errado, alguien pronosticó hace pocas semanas: “El petróleo rumbo a los 300 dólares” y el “sistema” se apresuró entonces a evitar cualquier protesta en Arabia Saudita.

Necesitamos asociaciones estratégicas. Por eso extendemos nuestros brazos hacia el Sur, sellamos acuerdos con naciones que necesiten energía y firmamos convenios con China y Rusia. Ahora sabemos mejor a quien nos conviene vender el producto de nuestro subsuelo.

Un Congresante del Norte dijo que no deberían comprarnos más petróleo; aquí algunos cruzamos los dedos mientras decimos: ¡ojalá!.

OPEP a largo plazoNuestros aliados tradicionales, las naciones que junto a nosotros conformamos la Organización de Países Exportadores de Petróleo, a pesar de las diferencias culturales, religiosas, geográficas e históricas, asumen posiciones muy similares a las nuestras.

Desde su fundación en 1960, los objetivos de la OPEP siempre incluyeron un precio justo para el crudo y la estabilización del mercado. Pero su más reciente declaración, relativa a la estrategia de la organización a largo plazo, reconoce hechos cuya importancia es hoy vital porque aquí hubo un 13 de abril y un paro petrolero.

OPEP ahora toma en cuenta: “el papel del petróleo para satisfacer la demanda futura de energía, la evolución económica mundial, el petróleo como una clase de activos, los precios del petróleo, las políticas energéticas y medioambientales, la evolución tecnológica, el suministro no OPEP, y las inversiones ante incertidumbres de suministro y demanda”.

PDVSA ahora sí es otraEl cambio obtenido por los sucesos del 11 de abril vá mucho más allá de simples declaraciones patrióticas y alguna que otra acción, como leímos y presenciamos durante el primer cuatrienio del Gobierno Bolivariano.

La casa matriz del proceso operativo de hidrocarburos venezolanos entendió finalmente su papel en el desarrollo y sustento de nuestro pueblo. El petróleo extraido y yacente en nuestro subsuelo cumple aquí y ahora su principal obligación.

PDVSA participa activamente en el financiamiento de los programas de desarrollo social del gobierno venezolano, incluyendo FONDEN, las Misiones Ribas, Sucre, Milagro, Vuelvan Caras, Guaicaipuro, Barrio Adentro, Identidad, Mercal y Ciencia, junto al Plan de Vialidad, diversos Núcleos de Desarrollo Endógeno y el Fondo para Financiamiento de Proyectos Agrícolas.

Entendió su obligatoriedad con la región y creó a Petrocaribe, como su portal lo señala “dentro de la estrategia geopolítica venezolana de construcción de un mundo pluripolar” cuyo principal objetivo es “convertir a la región, a partir de las potencialidades de los países que la integran, en un polo de desarrollo”. “Un espacio económico que permita resolver, en conjunto, los problemas comunes, pero que también sirva para asistir como bloque a las negociaciones con otras potencias, independientemente de su tamaño”.

Ahora si puede afirmarse que “PDVSA es otra”; mucho más diferente a la llamada “antigua” que aquella que “manejó el negocio” hasta el año 2002.

Nuevo mapa energéticoLos cambios han sido mayores que los que pudieron anticiparse. A nivel mundial, las rutas planificadas para movimientos de crudos: oleoductos y vías de tanqueros, las fuentes estimadas como proveedores a mediano plazo, la ubicación de futuros espacios exploratorios y la distribución de consumos e insumos de energía, son muy distintos hoy a aquellos anteriores al 11 de abril de 2002.

Tenemos un nuevo mapa energético mundial. El mayor cambio desde esos sucesos fué la visión de futuro a mediano y largo plazo. Hoy apenas comenzamos a vislumbrar ese porvenir que será otro, muy diferente, porque nuestro pueblo regresó el 13 de abril y resistió el paro petrolero.

jaquematos@cantv.net

luisalbertojaquematos@gmail.com
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About Ricardo Abud (Chamosaurio)

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