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Timerman calificó de inusualmente grave la situación que experimenta su país con el Reino Unido por las maniobras militares con misiles que pretende efectuar en Las Malvinas e indicó que la nación latinoameriacana no caerá en provocaciones y no se apartará de los caminos que dicta la Ley, además que hará cumplir a Londres las disposiciones establecidas por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU).
El canciller argentino, Héctor Timerman, afirmó este martes que su país no caerá en ninguna provocación del Reino Unido luego de las explicaciones que Londres diera por las maniobras militares que pretende llevar a cabo en Las Malvinas, cuya soberanía reclama Buenos Aires por ser parte integral e indivisible de su territorio.
"Estamos muy preocupados por esta aceleración o provocación que hace el Reino Unido, pero no vamos a caer en ninguna provocación y no nos vamos a apartar de lo que marca la ley, la diplomacia y la paz", indicó Timerman luego de un acto en la Cancillería.
Agregó que la situación con el país europeo en relación con la situación en Las Malvinas es ''de una inusual gravedad".
El titular de exteriores argentino también informó este martes a la presidenta de su país, Cristina Fernández, sobre las discrepancias que existen en torno a las excusas que el Gobierno británico dio sobre las actividades militares en el archipiélago y que han generado serias divergencias con la nación suramericana.
Este lunes, el Reino Unido afirmó que las maniobras militares con misiles que se realizarán en las islas ubicadas en territorio argentino son ejercicios de ''rutina'' que se vienen practicando desde hace años en el lugar.
''Son pruebas militares de rutina que se han llevado a cabo cada seis meses durante los últimos 28 años, más recientemente en abril de este año", manifestó un representante de la cancillería británica al respecto.
Por su parte, el Gobierno argentino presentó ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la nota de protesta que entregó el pasado sábado a la embajadora del Reino Unido en el país sureño el vicecanciller Alberto Dalotto.
En esa oportunidad, Dalotto convocó a la jefa de la diplomacia británica, Shan Morgan, para hacerle entrega de la misiva de protesta.
Ante esto, Morgan indicó que Londres no era informado de la actividad militar en Las Malvinas, pese a la argumentación hecha este lunes.
La única comunicación que recibió Argentina sobre esta actividad fue efectuada por un miembro de la Marina del Reino Unido, Roger Malone, quien envió una misiva al Servicio de Hidrografía Naval del país latinoamericano anunciando el inicio de los ejercicios con misiles en tierra-mar del país suramericano.
Ante la situación, el canciller señaló que "Argentina insistirá en que el Reino Unido cumpla con las resoluciones de la Asamblea General de ONU y se pueda dar comienzo a negociaciones en pos de la resolución pacífica del conflicto".
La invasión de Las Malvinas por parte del Reino Unido comenzó en 1833 cuando esta nación expulsó a la población originaria y le prohibió su retorno. Desde entonces, Buenos Aires defiende la soberanía sobre este archipiélago austral, tomado por la fuerza y dominado por los británicos.
Esta actitud derivó en una guerra por los territorios, iniciada el 2 de abril de 1982. Los enfrentamientos ocasionaron un saldo de 649 soldados argentinos y 255 británicos fallecidos.
Tras ser derrotada en el conflicto bélico, la lucha argentina ha estado enmarcada en defender por la vía diplomática su soberanía sobre estos territorios. Ese apoderamiento de las islas ha sido ampliamente condenado por Argentina, que las sigue reclamando como parte integral e indivisible de su territorio.
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