Por: Deisy Francis Mexidor
Washington, 13 jul (PL) El partido del presidente estadounidense, Barack Obama, tiene razones hoy para preocuparse ante la posibilidad de perder la mayoría en la Cámara baja durante las elecciones de noviembre próximo.
No cabe duda que hay suficientes bancas en juego, las cuales pudieran causar que los republicanos tomaran el control, predijo el vocero de la Casa Blanca, Robert Gibbs, en una entrevista con la cadena televisiva NBC este domingo.
Entre 40 y 60 escaños están en la incertidumbre de un probable "cambio de manos" en los venideros comicios de medio término.
Los del bando opositor necesitarían recuperar 40 bancas para obtener la mayoría y en ese caso el representante John Boehner reemplazaría a Nancy Pelosi como presidente de la cámara.
Las declaraciones de Gibbs tal vez buscaban sacudir a los votantes demócratas ante la inminencia de un Congreso que frustraría los proyectos de la Casa Blanca y generaría problemas para el impulso de la agenda política de Obama.
De acuerdo con cifras actuales, los demócratas tienen una mayoría de 255 a 178, con dos vacantes en la Cámara de Representantes, de 435 asientos.
Los correligionarios de Obama, elegidos por primera vez en el 2008 en distritos de orientación conservadora gracias a la oleada a favor del mandatario, son los más vulnerables.
En el presente, la población del país ha manifestado críticas e insatisfacciones por el desempeño del mandatario, luego de 18 meses de gobierno.
Al mismo tiempo, los republicanos han hecho todo lo posible por oponerse al programa de la administración demócrata.
Sin embargo, el gobernante se esfuerza por persuadir a los estadounidenses de que sus políticas económicas funcionan, pero que sus resultados se verán en un tiempo.
No pocos analistas estiman que tanto Obama como sus colegas demócratas están contendiendo con demasiados problemas.
Para ellos, la elección legislativa será una especie de referendo nacional sobre los manejos del presidente en la mansión ejecutiva.
Gibbs reconoció, en ese sentido, que la retención del control en esa instancia del Capitolio dependerá de la realización de campañas enérgicas y que convenzan a los votantes.
Se aduce que el partido en el poder generalmente pierde bancas en las elecciones al Congreso. Los demócratas lucharán por preservar una serie de distritos que ganaron en el 2006 y el 2008.
Para el venidero 2 de noviembre, los 435 asientos en la Cámara de Representantes serán sometidos a elección y también se votará por 36 de los 100 senadores.
ocs/dfm
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