[Video] La milicia bolivariana celebra la restitución del presidente Chávez en el octavo aniversario del golpe
Kaosenlared estuvo presente en el acto y ofrece a sus lectores este documento audiovisual.
Carlos García
El pasado martes día 13 de Abril se celebró en Caracas una de las mas grandes concentraciones que han tenido lugar en la ciudad venezolana, congregando en la avenida Simón Bolivar a un total de 35.000 milicias armadas, para defender el orden constitucional y el avance hacia el socialismo.
Un número mayor aún de civiles presenció un acto sorprendente y espectacular donde el presidente de la revolución bolivariana licenció a las tropas de la reserva, en un gran porcentaje compuestas por mujeres jóvenes estudiantes.
Ante las continuas ingerencias de EEUU en las región, el gobierno venezolano tomó la determinación ya hace algunos años de armar al pueblo ante un potencial ataque, que el imperio presuntamente querría propinar a la revolución para proteger los interteses económicos que poseen las burguesías regionales y extrangeras, ante una de las reservas petroleras y gasísticas más grandes del mundo.
Durante la estacia de Kaosenlared en Caracas, tuvimos la oportunidad de hablar con diferentes personas ligadas a la revolución y otras que no lo están, constatando el creciente conflicto de intereses que se está dando y la escalada en la lucha de clases, que lamentablemente, todavía no esta encima de la mesa.
La notable colonia escuálida del país promovía a través de sus medios de comunicación con un bajo perfil ideológico, social, y ambiental el boicot al plan de ahorro energético debido a la sequía y las bajas reservas de la presa del Guri, en el interior, con consignas como "si estás contra Chávez no apagues la luz en todo el dia" o "si estás contra Chávez mantén el grifo abierto" con un descaro enfermizo que denota el nivel de democracia que existe en país caribeño. Demasiado amplia y permisiva con los terroristas ambientales, que son los acomodados que ven que los privilegios se acaban.
Las empresas españolas como Repsol o Telefónica, apremian y financian a la oposición ante una (ojalá inminente) presunta nacionalización, y éstos actuan con despotismo, desprecio a la vida y raterismo propio de la peor calaña humana. Una de las peores clases dominantes de América latina, corrupta como ella sola, y a la que solo le hace sombra los gusanos aduladores del dictador Batista, allá en Miami.
En la concentración algunos miliacianos y milicianas nos encargaron algún que otro recado para el expresidente español, José Maria Aznar que no reproduciremos por respeto al honor de esos milicianos, pero que aseguraban no tener ninguna estima a ese personaje y al que no le deseaban una buen recibimiento si visitaba el país.
La milicia no olvida la presunta relación del derechista con la financiación del golpe de estado contra el presidente constitucional (le pese a quién le pese) Hugo Chávez.
Evidentemente, uno de los gobiernos mas terroristas, narcotraficantes y carniceros de la historia, como es el del presidente Álvaro Uribe no puede ver amenazado el estatus quo y ante una movilización de sus propios ciudadanos, que ven en Venezuela un faro después de 40 años de gobiernos ultraderechistas y de conflicto armado, está intentando destruir la revolución socialista a través de una escalada armamentística que ahogue los cambios sociales y políticos que la revolución bolivariana está imponiendo no solo en su interior sino en toda América latina. Evidentemente con la ayuda del gobierno de Barack Obama (el bueno) y con total connivencia con las violaciones de derechos humanos que se producen continuamente y por desgracia en Colombia.
Ya lo hicieron durante la guerra fria con la URSS y, como por la fuerza no pudieron, porque el presidente tiene de su lado al pueblo, la estrategia elegida es para derrocar a Chávez esa. La del desgaste para luego recoger los beneficios que le pongan los perestroikos venezolanos en bandeja de plata.
El pueblo bolivariano tiene derecho a la legítima defensa, sin ser ingenuo, pero no debe caer en la trampa del imperio que desea bloquear los cambios para crear frustración, decepción y desencanto con un proceso que es y será historico para librarse del yugo capitalista.
Desean bloquear los cambios sociales a través de la aprovación cada vez mayor de partidas militares que hagan resentirse a los presupuestos sociales que son prioritarios para una auténtica revolución. Hay que tener visión y no caer en la trampa.
El pueblo venezolano tiene una responsabilidad histórica que debe administrar muy bien, porque no es su futuro el que está en juego, sino la libertad de los pueblos (se cual fuere su opción política) y también la lucha contra los canibales que arrebataron de los brazos de tantas madres a tantos jóvenes para vender sus cadaveres al infame sistema podrido capitalista.
Adelante la defensa de los pueblos, pero adelante también los cambios sociales y políticos que se deben dar cuanto antes. El tiempo apremia.
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