Un clima de creciente de tensión reina hoy en el norte de Honduras, donde tropas del ejército y la policía cercaron a varias comunidades campesinas, denunció el Frente de Resistencia.
A esa región del valle del río Aguán, escenario de un conflicto entre campesinos que reclaman su derecho a la tierra y los latifundistas, el gobierno envió desde el viernes último a unos dos mil 200 policías y mil soldados.
Informes del Frente Nacional de Resistencia Popular indican que militares, policías y fuerzas especiales antimotines rodearon desde esta mañana las comunidades de Guadalupe Carney y Carbonales.
Añaden que los soldados y agentes impiden los movimientos de los labriegos de las cooperativas El Remolino, Paso Aguán y Panamá, en la margen izquierda del caudaloso río.
Otra cantidad de militares se encuentran a una cuadra de la Cooperativa La Confianza, en un acto de intimidación, listos para reprimir y desalojar a los campesinos, señala.
En las entradas de todas las comunidades alrededor de 15 policías y 12 militares controlan el ingreso de los pobladores a sus aldeas, agrega.
En esa región del departamento de Colón, unas tres mil familias ocuparon en mayo de 2009 tierras que reclaman como suyas los terratenientes del lugar, entre ellos Miguel Facussé, uno de los hombres más ricos del país.
El entonces presidente, Manuel Zelaya, buscó una salida al conflicto, pero esas gestiones fueron interrumpidas por el golpe militar que lo derrocó el 28 de junio de ese año.
El Frente advierte en un comunicado que se teme que en cualquier momento se ordene el desalojo de las familias ocupantes, pertenecientes al Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA).
El gobierno confirmó el vasto despliegue de fuerzas en la región, pero negó que su objetivo sea desalojar a los campesinos.
Anunció también que mañana continuarán las negociaciones con representantes del MUCA, iniciadas en marzo pasado y que hasta el momento no han llegado a soluciones.
(Con información de Prensa Latina)
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