TBILISI VUELVE A BALANDIR ARMAS
Fuente: The Voice of Russia
A medida que se aproxima el primer aniversario de la agresión de Georgia contra su antigua autonomía, Osetia del Sur, desatada en la noche del 7 al 8 de agosto de 2008, la situación en el área comienza a ponerse tensa.
Algunos politólogos incluso comparan el estado actual con el que precedió el año pasado a la guerra, en particular por el agudo tono de las recriminaciones mutuas y por el número de provocaciones.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha responsabilizado ya a Georgia por el caldeamiento de la situación en el área que se ha traducido en reiterados ataques con morteros y lanzagranadas a Tsjinval, capital de Osetia del Sur. Los militares rusos han declarado estar dispuestos a dar una réplica adecuada a la parte georgiana si las provocaciones no cesan, pues presentan un peligro para la población de la república y para el contingente militar dislocado en Osetia del Sur.
Tbilisi a su vez acusa a Rusia de “ocupación” de sus tierras “ancestrales”. Al término de amplios ejercicios marciales en cuyo curso se perfeccionaban los cometidos de acabar con el enemigo invasor, el Presidente de Georgia Mijaíl Saakashvili prorrumpió en declaraciones belicosas. El ejército georgiano es uno de los más profesionales de la región y siempre podrá dar una respuesta contundente al agresor, dijo. Por “agresor, cae de su peso, entiende a Moscú. Sin embargo, el líder georgiano presenta lo deseable como lo real. El jefe del departamento de Transcaucasia del Instituto de estudios sobre la Comunidad de Estados Independientes Mijail Alexandrov señala:
Afirmar que las fuerzas armadas georgianas son fuertes como nunca antes es una evidente exageración. Esto no corresponde a la realidad. Y los marciales declaraciones del líder georgiano no ocultan el hecho de que Georgia no ha recuperado aún su potencial bélico. Gracias a Dios, porque, debido a sus ambiciones, podemos esperar que tal potencial pueda ser puesto en acción. Y lleve así a una nueva contienda en la Transcaucasia. No en vano la posición rusa reside en imposibilitar la remilitarización de Georgia, en impedir los suministros de armas ofensivas a ella por otros países.
Entre tanto, Mijail Saakashvili sigue pidiendo a EEUU que suministre a Georgia armas antitanque y antiaéreas. No obstante, Washington no se apresura a seguir pertrechando al ejército georgiano. Primero, Washington espera relanzar sus relaciones con Rusia. Lo que es imposible sin revisar sus relaciones con Georgia. Segundo, conforma a la información de algunos medios de prensa de EEUU, la administración de Obama quiere esperar los resultados definitivos del trabajo de la comisión especial de la Unión Europea que investiga la crisis caucásica. Los resultados preliminares han sido emitidos ya: la responsabilidad recae en Saakashvili.
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