EEUU SE DAN CUENTA DE NUEVAS REALIDADES POLÍTICAS EN AFGANISTÁN Y PAKISTÁN
Fuente: The Voice of Russia
La dimisión del comandante del contingente de la OTAN en Afganistán David McKierman, anunciada en Washington, fue recibida por los observadores no como una cosa común y corriente.
Se registró en momentos en que se exacerba la situación en el vecino Pakistán e, incluso, en el propio país de acuartelamiento de las fuerzas internacionales el extremismo islámico dista mucho de capitular.
Consciente de nuevas realidades políticas en esta región intranquila, la administración estadounidense pretende adecuar su estrategia a las mismas. Presta más atención a operaciones especiales en cuyo curso no debe sufrir la población pacífica. Los uniformados estadounidenses son acusados con frecuencia de uso inadecuado de la fuerza víctimas de la cual pasan a ser los habitantes pacíficos y solo en segundo lugar caen los extremistas del Talibán. El último escándalo tiene que ver con el empleo de proyectiles de fósforo. Diputados del Parlamento afgano adujeron pruebas convincentes de que en el último incidente ocurrido en la provincia de Farak fueron muertos 140 civiles precisamente a causa del bombardeo perpetrado por las fuerzas aéreas de EEUU. Los cuerpos de las víctimas llevaban huellas de quemaduras químicas.
A consecuencia de esto en Kabul se produjo una crisis parlamentaria. Los diputados decidieron boicotear por varios días la actividad del órgano legislativo. Y presentaron al Gobierno un ultimato: que formule durante una semana un plan de protección de la población civil frente a los abusos de los efectivos. Además, los `parlamentarios exigieron que la administración del Presidente Hamid Karzai diseñe un proyecto de ley que legalice la `presencia de las tropas estadounidenses en el país. Comenzaron agitaciones entre los estudiantes de Kabul. Y si tenemos en cuenta que en este medio es bastante fuerte la influencia del extremismo radical, se torna claro que el país se arriesga a ser involucrado en una retahíla de luchas intestinas por no decir la guerra civil. Todo esto pone en tela de juicio la consecución de objetivos declarados por EEUU: erradicar la madriguera terrorista en esta región. En particular, después de que el Presidente Barack Obama anunció una nueva estrategia en Afganistán y Pakistán. Su meollo está no solo en el aplastamiento de Talibán y Al Qaeda, sino asimismo en la creación de una infraestructura civil. Es posible que el cambio de comandante sea un paso dado en esta dirección. El experto de La Voz de Rusia Vladimir Sótnikov opina al respecto:
Los estadounidenses decidieron en serio poner orden en esta región. En efecto, al aumentar el contingente de sus tropas en Afganistán, a la vez marcan a Pakistán como país clave y le dan más prioridad que a Afganistán en su nueva estrategia.
En efecto, los últimos acontecimientos de Pakistán, cuando el país fue puesto a punto de su desintegración, repercutieron negativamente en Afganistán. Sin poder localizar a los extremistas aquí, los estadounidenses resultaron ante el fortalecimiento de su influjo en el país vecino. País, recordemos, que posee arma nuclear. De esta manera, dicha área se convierte en un círculo vicioso romper el cual, a juzgar por todo, pueden únicamente los esfuerzos de toda la comunidad mundial.
0 comentarios:
Publicar un comentario