Lunes, 30 de marzo de 2009
¿Pronósticos sombríos para la Tierra?
Por: Andrei Kisliakov.
RIA Novosti.
Investigaciones recientes de científicos europeos especializados en climatología y astronomía, al parecer, están arrojando luz sobre las causas fundamentales del cambio climático de la Tierra.
Se trata del denominado oscurecimiento global, es decir, la disminución substancial de la cantidad de luz solar que ha llegado a la Tierra en los últimos años.
Desafortunadamente, entre la comunidad científica mundial existen interpretaciones muy contradictorias con respecto a lo que significa este fenómeno. En otras palabras, la ciencia no puede responder a uno de los interrogantes más cruciales: Qué puede ser provechoso para el planeta y qué es lo perjudicial.
Sobre el déficit de luz solar se habla desde hace mucho tiempo en todos los continentes.
Según el diario The Guardian, las investigaciones realizadas por científicos británicos indican que la cantidad de luz solar que llegó a la superficie de la Tierra en los últimos años se redujo en un 20%.
Pero expertos estadounidenses que observan los cambios de la luz solar durante los últimos cincuenta años establecieron que desde finales de la década de los años 50 hasta el comienzo de la década de los años 90 en el siglo XX, la cantidad de luz solar que llegó a la superficie de la Tierra se redujo en un 10 %.
En algunas regiones como Asia, Europa, la cantidad luz solar se redujo mucho más, como ocurrió en Hong Kong donde la luz del Sol disminuyo un 37 %. En lo que respecta a Rusia, la perdida de luz sobre el territorio de la URSS fue estimada en un 20 %.
Muchos consideran que la causa de esta nueva adversidad radica en la irracional actividad humana sobre el medio ambiente. Pero el profesor ruso Alexei Dmitriev, especialista en eco-geología, asegura que la causa del oscurecimiento global procede del cosmos.
En base a métodos de análisis lógico-matemáticos para investigar la interacción del cosmos y la Tierra, Dmitriev concluyó que debido a procesos que ocurren en el cosmos, está cambiando la atmósfera y no sólo de la Tierra, sino también las atmósferas de otros planetas del sistema solar.
Lo que ocurre es que el sistema solar en la actualidad se encuentra inmerso en una gigantesca burbuja de hidrógeno, teoría confirmada por la NASA en publicaciones difundidas en julio de 1999.
El aumento de la concentración de hidrógeno en el espacio interplanetario y en todo el sistema solar significa que ha crecido considerablemente la velocidad de intercambio recíproco de materia, energía entre los planetas y el Sol.
El flujo permanente de energía y materia complementaria en la atmósfera de la Tierra, produce los cambios que ahora observamos en el medio ambiente, entre ellos el oscurecimiento global.
Según científicos británicos, el fenómeno de oscurecimiento implica serias consecuencias para la civilización de la Tierra.
A consecuencia de la insuficiencia de luz solar, no sólo pueden desaparecer todas las formas de vida, sino que también aumentará ilimitadamente el consumo de combustibles para la iluminación.
Esto, a su vez, conllevará al aumento de emanaciones de gas carbónico en la atmósfera reforzando el efecto invernadero es decir, el calentamiento del clima de la Tierra será todavía mayor.
Pero científicos suizos tienen otro punto de vista y según sus investigaciones, la penumbra que en los últimos años está cubriendo a la Tierra está llegando a una etapa final.
Y esto también puede tener consecuencias espantosas para el clima de la Tierra. Los expertos suizos están convencidos que el proceso de oscurecimiento global llega a su fin y en consecuencia, no quedará ningún recurso para detener el efecto invernadero que refuerza el calentamiento global del planeta.
Recientes investigaciones indican que la cantidad de luz solar que llega a la superficie de la Tierra ha disminuido considerablemente y que esa tendencia se mantiene de forma invariable al menos desde 1960.
El oscurecimiento global cumplió el papel de cortina detrás de la cual se ocultó el calentamiento global y en cierta forma favoreció a distorsionar la valoración de las dimensiones reales del efecto invernadero.
Ahora, cuando el oscurecimiento global llega a su fin también termina la función protectora que cumplía el oscurecimiento global.
Investigaciones del Instituto de Estudios de la Atmósfera y el Clima de Zurich indican que desde comienzos de 1980 el efecto de oscurecimiento global comenzó a disminuir, y desde 1990 se interrumpió definitivamente.
En las dimensiones de todo el planeta, esto marcó una tendencia contradictoria que recibió el nombre de "efecto de aumento del brillo crepuscular". Una forma de valorar los cambios de la nubosidad de la tierra y el nivel de contaminación de la atmósfera, que a su vez, son los factores principales que determinan la cantidad de luz que puede llegar a la superficie de la Tierra.
Las conclusiones hechas por los expertos suizos hasta 1980 el efecto de oscurecimiento global compensó los efectos del efecto invernadero, que conllevó al calentamiento global, sin embargo, ahora el efecto salvador de este fenómeno es cosa del pasado.
Esta constatación se compagina adecuadamente con el hecho de que a partir de 1990 el efecto invernadero se manifestó en una forma más concreta.
Y la falta de factores que puedan contener el calentamiento global hace muy posible la perspectiva de un aumento promedio de la temperatura de la Tierra en 10 grados para el año 2020 y esto, puede tener consecuencias muy negativas para todas la formas vivientes en el planeta.
En conclusión las diferentes interpretaciones de los fenómenos de carácter global de la vida de nuestro planeta evidencian que el conocimiento humano apenas comienza el proceso de comprensión de la Tierra como parte del Universo.
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