Carta de los Comandantes-FARC: Granda y Santrich a Narciso Isa Conde
Por: Granda y Santrich
Camarada Narciso Isa Conde:
Por razones incomprensibles para aquellas personas que puedan tener acceso a la internet solo hasta hace muy pocos días llegó a nuestras manos su carta fechada el 19 de julio del presente año, como respuesta a unas notas que enviamos a nuestros hermanos latinoamericanos y caribeños que se han solidarizado con las FARC-EP en momentos cruciales para nuestra organización como fue la desaparición física, por muerte natural, de nuestro Comandante en Jefe Manuel Marulanda Vélez, quien rompió así cualquier cerco para asesinarlo y hoy con sus cananas cruzadas sobre el pecho y un enjambre de ideas luminosas nos traza, a los farianos, desde la eternidad el recto camino hacia la victoria por la Nueva Colombia, la patria grande y el socialismo.
Estamos seguros que el ejemplo, la obra y las ideas de Manuel, tan temidas por las oligarquías colombianas, la derecha del continente y el imperialismo; desde hace un buen rato trascienden las fronteras patrias y son aliciente para muchos revolucionarios en la América nuestra y en el mundo en la justa lucha que libran los pueblos contra la opresión, por la libertad y la justicia social.
El legendario guerrillero se cuidó y nos aconsejo cuidarnos para no emitir opiniones apresuradas sobre los procesos revolucionarios que libran los pueblos en las diferentes latitudes sin antes estudiar a fondo todas las circunstancias que engendraron tal o cual conflicto; las particularidades de los mismo; los métodos de lucha empleados por el adversario; la historia; las tradiciones y experiencias de luchaŠ. en fin todo el acervo de conocimientos que tuvieron en cuenta los revolucionarios de esos pueblos para impulsar una u otra forma de lucha o combinar todas las formas de lucha de masas en un momento dado del desarrollo de la confrontación, en un país determinado, y durante un período de tiempo en concreto. Incluso, manejando una determinada situación con cierta solvencia, siempre nos recomendó prudencia, prudencia y más prudencia.
Lo anterior nos impide caer en el facilismo de ³dictar recetas² o imponer a otros movimientos, partidos políticos, organizaciones armadas o no; la línea de conducta a seguir, que en el caso de las FARC-EP y la insurgencia colombiana, obedecen a situaciones históricas, políticas, económicas, sociales, culturales, geográficasŠdifíciles de repetir inclusive en los países que comparten fronteras con Colombia para no hablar de Suecia, Suiza o Cafarnaúm. Por allá los revolucionarios seguramente tendrán la suficiente sapiencia de analizar y optar por lo más conveniente para ellos y sus pueblos al enfrentar al enemigo de clase.
A nosotros nos toca actuar y trabajar por el cambio revolucionario dentro de esa compleja realidad de nuestro país que en el momento actual pasa por el manejo del estado y del gobierno por una mafia ligada al narcotráfico y a la delincuencia altamente organizada que tienen una proyecto fascista para Colombia apoyada desde el exterior por gringos, ingleses, israelitas españoles y otros gobiernos reaccionarios que ven en las FARC-EP el mayor escollo en la realización de sus planes que de salir triunfante aquí pudiera ser implementado en otros lugares de nuestra América o de países del tercer mundo.
Para el imperio es determinante el triunfo sobre las guerrillas colombianas. Ellos, los gringos, tienen pleno conocimiento que si nos vencen a nosotros, la guerra de guerrillas perdería credibilidad ante los pueblos que estuvieran pensando en enfrentar con la ³guerra asimétrica² cualquier invasión de su territorio.
Sabido es que la guerrilla no se da silvestre como la verdolaga; para desarrollarse, consolidarse y convertirse en verdadero ejército del pueblo, debe obligatoriamente contar con el respaldo de éste y representar sus necesidades de cambio y las aspiraciones hacia una vida mejor todo lo cual no se logra de la noche a la mañana porque el enemigo hace su trabajo de impedir, por cualquier vía, que el movimiento insurgente pueda crecer en profundidad y extensión.
Si el movimiento guerrillero logra avanzar, por ejemplo, hasta donde han llegado las FARC, las fuerzas propias del enemigo interno se ven impotentes para derrotar ese movimiento guerrillero y buscan desesperadamente la ayuda militar, económica, tecnológica y de asesoramiento del extranjero, sin importar para nada la soberanía del país, ahí si funciona la solidaridad de clase y las alianzas entre estados y gobiernos conformando ³santas alianzas² en contra de los pueblos que amenazan su dominación. La conducción directa de la guerra pasa entonces a manos de quienes la financian partiendo del supuesto que ³quien pone la plata impone las condiciones ³. El objetivo es lograr una victoria rápida y contundente.
Es lo que pretende el gobierno colombiano al solicitar y recibir la ayuda del gobierno de los Estados unidos y de otras naciones para tratar de exterminarnos empleando contra nosotros lo más sofisticado de la tecnología de guerra: aviones espías silenciosos, bombarderos ultramodernos que lanzan bombas inteligentes; micro chips; globos equipados con modernos equipos de localización de campamentos guerrilleros a través del calor o por empleo de aparatos de comunicación; satélites, cámaras , visores nocturnos etc.; más de 420.000 soldados distribuidos en divisiones, brigadas y batallones desplegadas a lo largo y ancho del país; 1.500.000 sapos; más de 1400 asesores yanquis oficialmente reconocidos por el gobierno colombiano sin contar ingleses, israelitas, españoles y gringos no registrados de la CIA y la DEA; gastos diarios por 15 millones de dólares en las operaciones militares en el sur del país; empleo del terrorismo de estado con paramilitares a bordo; adecuación en función de la guerra de todas las estructuras del Estado y sus aparatos ideológicos y propagandísticos que por supuesto dan resultados tangibles: más de 170.000 muertos en los últimos 15 años; 30.000 desaparecidos; 2. 730 masacres; 4.5 millones de desplazados; genocidio político del Partido ³legal² Unión Patriótica; etnocidio; asesinatos selectivos contra sindicalistas, lideres populares y militantes de izquierda; piratería internacional del gobierno colombiano secuestrando en el exterior o bombardeando territorios de otra nación; utilización de la perfidia y mil trapisondas; son hechos perfectamente comprobados que esconden maliciosamente nuestros detractores y que se niegan a ver algunos buenos amigos o simplemente desconocen que la oligarquía colombiana es astuta y sanguinaria por naturaleza.
Vale la pena recordar que en nuestro suelo fue derrotado el proyecto político, social y de integración latinoamericana y caribeña que nos hicieran respetables ante los otros centros de poder del mundo soñado por el Libertador. Quizás hayan olvidado que desde los albores mismos de la República, Francisco de Paula Santander y los suyos asesinaron físicamente al libertador Simón Bolívar y a Antonio José de Sucre, Gran Mariscal de Ayacucho. Desde entonces y hasta hoy, el Santanderismo manda en Colombia empleando el único medio por ellos conocido: la violencia. A esa ensoberbecida e indolente burguesía solo la frena en su felonía el rugir de la metralla y el fusil puesto que hoy en día, convertido (el santanderismo) en la moderna ³Cosa Nostra² colombiana sigue empotrado en la Casa de Nariño, amamantado desde el exterior por los mismos que participaron en los magnicidios de Bolívar y Sucre. Y a esa violencia oficial nos hemos visto en la imperiosa necesidad de responder con la violencia organizada de las masas que engendraron, dieron a luz, criaron y acompañan la guerrilla. Como por ósmosis, pueblo y guerrilla se retroalimentan porque las FARC-EP son pueblo en armas y esta es su fortaleza indestructible.
Es paradójico que siendo Colombia exactamente el lugar sobre la tierra donde el derecho universal a la rebelión armada tiene plena vigencia, sitio en el cual no adelantarla, con cualquier pretexto, sería un crimen contra nuestro pueblo y una grave falta de solidaridad para con la humanidad; sea esa expresión de la lucha tan poco estudiada por los eruditos en la materia y por quienes de una u otra forma tienen que enfrentar la embestida del imperio en los actuales momentos. Al contrario se abre fuego cerrado en su contra desde diversos ángulos, empezando por la macartización que de ella hace el imperio y las oligarquías, el cándido ³pacifismo² de gentes despistadas, el oportunismo, la cobardía de algunos, la ignorancia de otros y la incomprensión de muchos.
Estimado narciso, muchas situaciones nuevas se han presentado con posterioridad al envió de su profunda carta. Aquí nos hemos enterado de los planes que tiene EE.UU sobre Osetia del Sur y Abjasia empleando como punta de lanza a Georgia para hacerse a puntos neurálgicos del cruce de poliductos y nos llegaron noticias sobre la contundente respuesta militar de Rusia. Desde luego lamentamos las muertes de civiles inocentes y las pérdidas materiales causadas por la guerra, a la vez nos preguntamos: debieron los Rusos quedarse con los brazos cruzados observando cómo el imperialismo mueve sus fichas hacia la frontera de Rusia no solo en estas pequeñas nacionalidades sino también con la ubicación de ³escudos² y misiles en Polonia, República Checa y otros lugares? En Venezuela se prepara, con múltiples variantes el magnicidio contra Chávez; Rafael Correa está en la mira de la CIA a través del DAS colombiano para asesinarlo. Las FARC-EP tuvieron acceso a información clasificada al respecto y por eso se pronunciaron públicamente hace algunos días; Evo Morales sufre los embates de la derecha escisionista coaligada con la embajada gringa para sacarlo del gobierno. En ese país pasa del centenar las muertes ejecutadas por quienes se autoproclaman defensores de la ³democracia²; a Fernando Lugo le prepararon la primera intentona golpista a escasos días de haberse posesionado como presidente del Paraguay; Nicaragua, Argentina y Guatemala son víctimas de acciones desestabilizadoras del imperio; Cuba no ha tenido un día de descanso frente a provocaciones imperialistas desde el triunfo de la revolución. Nos preguntamos: ¿Puede alguien criticar a estos pueblos o a sus gobiernos por enfrentar en cualquier forma y utilizar los instrumentos a su alcance para combatir y derrotar la injerencia extranjera y la reacción interna? .
Estos interrogantes nos los planteamos porque además vemos el panorama internacional con demasiados nubarrones que presagian una gran tormenta. No será que nos encontramos en la antesala de una nueva conflagración planetaria. Hay indicios que así lo confirman:
1. En estos momentos se expande por el mundo una crisis económica originada en el sector financiero de los Estados Unidos que se propagó a esa misma rama en otras potencias del sistema capitalista y que comienza a tocar todo el andamiaje económico mundial.
2. Existe agotamiento de recursos energéticos, fuentes de agua potable, mineralesŠcontaminación ambiental desproporcionada y crisis alimentaria entre otros factores perturbantes.
3. Vemos una Organización de Naciones Unidas sin ningún poder de decisión para arreglar diversos conflictos que surgen, al contrario tolera los abusos de los poderosos. Las invasiones de EEUU. a Irak y Afganistán lo confirman sin apelación.
4. Nuevas viejas alianzas militares entre naciones y bloques de poder se realizan ante nuestros ojos con apertura de bases militares, resurgimiento de flotas de guerra como la IV de los EEUU. y aumento del presupuesto de guerra en muchas naciones.
La experiencia demuestra que la esencia del capitalismo es la violencia ahora más sofisticada que antaño y quienes pretendamos enfrentarlo con éxito debemos conocer los principios de la llamada guerra asimétrica cuyo fundamento es la guerra de guerrillas de todo el pueblo contra un enemigo mil veces superior en recursos materiales, técnicos y humanos. Por ello el debate abierto nos parece de gran utilidad no para dejarlo en el plano meramente teórico sino para aplicarlo y enriquecerlo en la práctica revolucionaria.
Por último, Narciso, debemos reconocer que efectivamente nos hizo falta, en la nota anterior hacer mención a otras personalidades solidarias con nuestra causa y de probada solvencia intelectual. Involuntaria e imperdonable omisión fue dejar sin mención a la entrañable Celia Hart, tierna flor del internacionalismo solidario, cuya reciente muerte en fatal accidente de tránsito donde también fallecieron dos de sus hijos nos conmovió profundamente y nos priva de sus enseñanzas y ejemplo. Queda la satisfacción de haberle hecho llegar y nosotros acusar recibo de una nota de agradecimiento por el aprecio y respeto hacia nuestra justa lucha. Gloria eterna a Celia. Aquí vive en nuestros corazones y entre nuestros fusiles guerrilleros.
Por la Nueva Colombia, la Patria Grande y el socialismo.
Comandante Manuel Marulanda: juramos vencerŠjuramos vencer y venceremos.
Rodrigo Grande/ Jesús Santrich
Montañas de Colombia, octubre 5 de 20
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