La quiebra de uno de los bancos más importantes del mundo amenaza con un efecto dominó en el capitalismo financiero
InSurGente.- El cuento ya lo conocemos, cuando las empresas dan beneficios se lo reparten entre los millonarios accionistas pero, si hay pérdidas se acude al Estado para que con los impuestos de todos y todas se les salve del cataclismo.
Este fin de semana fue muy intenso para la economía de EEUU, ya que los dueños y altos directivos de Lehman Brothers negociaban desesperadamente con algun comprador privado, dado que el gobierno de EEUU les anunció que no iban a poner un dólar más para salvar al banco. El efecto cascada que va a tener el derrumbe de Lehman Brothers es imprevisible, al decir de los propios expertos del capitalismo. La crisis profunda del sistema confirma su realidad. Ya se habla de pánico y colapso en medios económicos para nada alarmistas.
Agencias/inSurGente.-
Wall Street abre hoy sesión mirando al abismo, después de un domingo en el que, en apenas cinco horas, el sector financiero de Estados Unidos y del mundo cambió para siempre. Es una crisis que amenaza a la estabilidad de la economía mundial hasta el extremo de que la Reserva Federal, en una decisión sin precedentes, anuncio el domingo por la noche que va a admitir que los bancos presenten incluso acciones como colateral en las subastas de tipos. En otras palabras: liquidez virtualmente ilimitada para evitar el colapso.
La decisión del banco central estadounidense fue el colofón a una noche increíble. Primero, a las once, hora de España, se hacía público que Bank of America, el segundo mayor banco de EEUU, iba a rescatar a Merrill Lynch, el mayor bróker de EEUU, por 44.000 millones de dólares (30.500 millones de euros).
Poco después, AIG, la mayor aseguradora estadounidense, lanzaba un llamamiento a la Reserva Federal solicitando un crédito de 28.000 millones de euros (40.000 millones de dólares) para evitar una rebaja de la calificación de su deuda por las agencias de 'rating' que podría llevarla al colapso en 72 horas, según informaba el domingo por la noche 'The New York Times'.
Y Lehman Brothers, el cuarto mayor banco de inversión de Estados Unidos y la entidad decana de Wall Street, afronta una probable liquidación después de que el Tesoro de ese país se hubiera negado a ayudar financieramente a las entidades interesadas en comprarlo.
Una nueva fase de la crisis
El derrumbe de los tres gigantes supone una nueva fase en la crisis desatada en julio de 2007 con la explosión de las hipotecas subprime, créditos otorgados a clientes que no cumplían los criterios de riesgo utilizados habitualmente en el sector. Los bancos transformaron esas hipotecas en bonos (a menudo incluyendo en ellos otros créditos y productos financieros), que vendieron a otros inversores. Y ahora, los bancos y aseguradoras se han encontrados con que esos activos no valen nada porque la gente no paga sus hipotecas.
Así es como AIG, que hasta hace poco más de un año era la mayor aseguradora del mundo, ni siquiera ha podido encontrar un comprador que estuviera dispuesto a ofrecerle 5.700 millones de euros. Ésa es la cifra que barajaron el domingo una serie de fondos de capital-riesgo, como KKR y CJ Flowers, a cambio del control de la entidad, antes de retirarse ante el temor de que la empresa ni siquiera valga eso.
En ese contexto, John Thain, el ex presidente de la Bolsa de Nueva York y actual máximo ejecutivo de Merrill, parece haber optado por vender esa entidad antes de que siguiera el camino de su competidor Lehman, que desde la madrugada del lunes parece abocado a la liquidación.
Fracasa el 'niño prodigio' de Wall Street
La venta de Merrill Lynch es un fracaso de primera magnitud para Thain, el 'niño prodigio' de Wall Street, que desde su llegada al banco, en diciembre, trató de llevar a cabo un drástico programa de saneamiento que incluyó la venta de activos y la colocación en una entidad separada de una parte de los llamados 'activos tóxicos', es decir, los bonos basados total o parcialmente en hipotecas. Según informaba el domingo por la noche la cadena de televisión CNBC, el Tesoro de EEUU no presionó a Thain para que vendiera a Merrill.
A cambio, la situación ha creado un nuevo coloso, Bank of America que, con su adquisición de Merrill Lynch, arrebata definitivamente a Citigroup —otro gigante tocado por la crisis, hasta el punto de que no se descarta su división en varias empresas— el título de mayor banco del mundo.
Liquidez inmediata
La crisis es de tal magnitud que la industria financiera ha tenido que ponerse a colaborar para tratar de salir de ella. El domingo por la noche, nueve grandes bancos anunciaban la creación de un fondo de casi 50.000 millones de euros para proveer liquidez inmediata a empresas en dificultades.
Según 'The Wall Street Journal', las entidades que contribuirán al fondo son las estadounidenses Goldman Sachs, JP Morgan Chase, Bank of America, Citigroup, Merrill Lynch y Morgan Stanley, la británica Barclays, la alemana Deutsche Bank y las suizas Credit Suisse y UBS.
Cada uno de los bancos participantes aportará 7.000 millones de dólares al fondo. Así, los bancos participantes podrán recibir una inyección de liquidez de hasta un máximo de un tercio del valor total del fondo, según el comunicado, que indica que otras entidades financieras podrían sumarse y expandir el valor del fondo.
Por su parte, la Reserva Federal anunció una serie de medidas adicionales para apoyar el sistema financiero, entre ellas una ampliación de sus mecanismos actuales para la concesión de préstamos.
Más mecanismos de préstamo
Además de la expansión de sus mecanismos de préstamo, la 'Fed' aceptará un abanico más amplio de garantías como aval para esos créditos, dice el comunicado. Según el organismo, estas medidas "tienen como objetivo mitigar los riesgos y alteraciones potenciales en los mercados" ante el colapso de Lehman Brothers.
El Tesoro, que en marzo pasado ya salió en defensa del banco Bear Stearns y que hace una semana intervino en favor de las hipotecarias semipúblicas Freddie Mac y Fannie Mae, rechazaba hacer lo mismo en favor de Lehman al considerar que ello haría que los bancos reclamaran siempre el respaldo del Estado en estas situaciones.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario