Estamos en el período de degradación del orden mundial
Por: Fiódor Lukiánov*, para RIA Novosti.
Pregunta: ¿Cómo puede definir usted la actual etapa de relaciones entre Rusia y Occidente? ¿Cómo van a desarrollarse las relaciones ruso-estadounidenses, en su opinión?
Respuesta: Las relaciones ruso-estadounidenses están atravesando la más profunda crisis desde el fin de la Guerra Fría. La expansión estratégica de EEUU y la absorción de la herencia geopolítica que dejó la Unión Soviética han alcanzado su tope: Rusia no querrá retroceder más, porque cree que ello amenazaría su existencia.
Se observa una contradicción entre las crecientes ambiciones geopolíticas de EEUU y la mengua de sus posibilidades, lo cual fue demostrado en Georgia: Washington esperanzó a Tbilisi, pero en el momento decisivo no pudo hacer nada. Ello obliga a EEUU a realizar actos demostrativos, llamados a fortalecer su imagen de un fiel patrocinador de las "democracias emergentes".
Rusia por su parte no quiere tolerar la situación que surgió en la década del 90, la de menospreciar los ganadores de la Guerra Fría la opinión y los intereses de Moscú.
Da la impresión de que los dirigentes de Rusia empiezan a reconsiderar la política exterior del país. Ésta no tendrá carácter antioccidental, pero Occidente dejará de ser la primera prioridad en la política rusa. Moscú buscará cooperación con todos los países y grupos de países en diversas regiones del mundo, así como se esforzará por proteger sus posiciones en el espacio postsoviético, que es la principal esfera de sus intereses. Pero ni EEUU ni Europa no quieren reconocer esto último, por lo cual la tensión irá en aumento, por lo visto.
Pregunta: ¿Qué pasos dará Rusia en respuesta al emplazamiento en Europa de elementos del sistema estadounidense de defensa antimisiles? ¿Serán unas medidas suficientes para impedir la realización del plan de EEUU de alterar el equilibrio de la disuasión nuclear?
Respuesta: Rusia no podrá impedir el emplazamiento en Europa de elementos del sistema estadounidense de defensa antimisiles (DAM), pues se trata de una decisión de EEUU y dos países de Europa, y ellos tienen el derecho a tomarla. En mi opinión, Rusia no responderá a ello concretamente, sino al cambio general de la situación, modernizando las fuerzas nucleares rusas, para no permitir su debilitamiento como resultado de la puesta en explotación del DAM en Europa. Además, el próximo cambio en la cúpula dirigente de EEUU puede afectar los plazos de desarrollo y financiación de ese plan.
Pregunta: Fuentes oficiales de Rusia han confirmado que Israel desempeñó el papel fundamental en la preparación de la agresión de Georgia contra Osetia del Sur. ¿Cómo responderá Rusia a tal actitud de Israel?
Respuesta: Poco antes de comenzar la guerra en Osetia del Sur, Rusia le expresó un profundo disgusto a Israel por su participación en la preparación del Ejército georgiano, resultado de lo cual Israel dejó de hacerlo, lo cual fue aplaudido por Moscú. No creo que en la etapa actual Rusia adopte medidas concretas contra Israel.
Pregunta: Hace un tiempo Rusia les propuso a Europa y EEUU crear juntos un sistema de defensa antimisiles. ¿Contra quién se preveía protegerse con la ayuda de ese sistema, contra qué enemigos comunes?
Respuesta: Esa propuesta se hizo teniendo en cuenta la amenaza que parte de los países que aspiran a adquirir ilegalmente arma nuclear y también la amenaza terrorista. A mi modo de ver, era una sugerencia puramente política, no existía la idea clara de contra quién podría estar apuntado tal sistema. Durante el decenio transcurrido se debatieron numerosas iniciativas que estában dirigidas más bien a crear la ilusión de la comprensión mutua que a lograr objetivos concretos. En todo caso, ha perdido su actualidad el plan de crear un sistema de defensa antimisiles de mancomún con Europa y EEUU.
Pregunta: ¿Cómo repercutirán los sucesos de Osetia del Sur en el Oriente Próximo y las relaciones ruso-árabes en general y las ruso-sirias en particular?
Respuesta: Creo que Rusia empezará a mostrar mucho más interés hacia el mundo árabe, intentará, por una parte, restablecer los vínculos tradicionales que datan de la época de la URSS, y, por la otra, buscará nuevos contactos. Al mismo tiempo no veo la intención de reorientar del todo el sistema de vínculos exteriores ni cambiar el enfoque del mundo árabe como un socio importante, pero no el principal.
Pregunta: ¿Existe en los vínculos ruso-árabes, en opinión de usted, una base para edificar relaciones estratégicas? ¿Y cuál sería el futuro de tales relaciones?
Respuesta: Francamente dicho, no creo que entre algunos países pueda haber relaciones estratégicas en el futuro previsible. Hemos entrado en una época de alianzas inestables. Ha surgido un auténtico mundo multipolar, que se caracteriza por la competencia en numerosos aspectos. El mundo árabe se ve insertado en una complicada red de influencias y vínculos, y Rusia también. Por ello prefiero no hablar del partenariado estratégico como concepto de relaciones internacionales.
Pregunta: ¿Vislumbra usted la reanudación de la Guerra Fría o una confrontación militar entre Rusia y Occidente? ¿O quizás usted cree que los acontecimientos que se desarrollan actualmente contribuyen a edificar un sistema más justo de relaciones internacionales, en el que no haya guerras ni colisiones?
Respuesta: Descarto la posibilidad de surgir un conflicto bélico, pero opino que no existen fundamentos para hablar del nuevo sistema de relaciones internacionales, lamentablemente. Hemos entrado en el período de una definitiva degradación del anterior orden mundial, en el que muchas instituciones pierden su prestigio y hasta se desintegran. Mientras que ese proceso no llegue a su lógico final, no cabrá esperar nada constructivo. Estamos en un período muy peligroso, de perspectivas impredecibles.
* Fiódor Lukiánov es redactor jefe de la revista "Rusia en la política global."
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