Estados Unidos insinúa que Azerbaiyán debe ingresar en la OTAN
Por: Ilgar Velizade.
RIA Novosti.
La semana pasada aumentaron las opciones de que Azerbaiyán sea el tercer país del espacio postsoviético con posibilidades de entrar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el bloque militar más poderoso del mundo.
La embajadora de Estados Unidos en Azerbaiyán, Anne Derse, en conferencia de prensa en Bakú, anunció que el próximo mes ambos países estudiarán asuntos relacionados con la defensa y la seguridad, y que hablarán en forma concreta sobre el ingreso de Azerbaiyán en la OTAN.
Hasta el momento, las autoridades de Bakú no han comentado oficialmente las declaraciones de la embajadora estadounidense. Ese silencio parece indicar que las autoridades azerbaiyanas todavía no estaban preparadas para un giro tan inesperado de la situación.
Por el momento, el representante de Azerbaiyán ante la OTAN, Kamil Jasíev, afirmó lo siguiente: "Decidiremos por nuestra cuenta cuando y a cuál organización debemos ingresar teniendo en cuenta nuestros intereses. En la etapa actual, estamos satisfechos con el nivel de cooperación que tenemos con la OTAN".
A juzgar por las palabras del funcionario azerbaiyano, Bakú no tienen prisa para ingresar en la alianza, pero muchos observadores consideran que las declaraciones de la embajadora estadounidense no han sido un comentario ocasional, y que EE.UU. ya tiene ciertos planes en la cabeza con respecto a Azerbaiyán.
Por otra parte, las declaraciones de Jasíev sobre la cooperación entre Azerbaiyán y la OTAN fueron adecuadas. En comparación con otros países del espacio postsoviético, Azerbaiyán se encuentra muy adelante en asuntos de cooperación con ese bloque.
"En lo que se refiere a la interacción con la alianza, podemos afirmar que aventajamos a Ucrania y a Georgia", subrayó Jasíev al subrayar que su país participa en al menos 250 actividades organizadas por el bloque atlántico.
Por el grado de cooperación con la OTAN, Azerbaiyán también aventaja a muchos países del mundo, y es líder en la región del sur del Cáucaso, una zona flanco clave para el bloque.
Cada año en el territorio azerbaiyano se realizan más de medio centenar de actividades conjuntas con la OTAN y por lo visto, ni Bakú y tampoco Bruselas tienen argumentos para estar disconformes con el nivel y el resultado de esa cooperación.
Al mismo tiempo, la evidente aspiración de ciertos políticos de la OTAN de elevar a un nivel más alto la cooperación con Bakú, evidencia que la Alianza tiene planes geopolíticos muy concretos que aparentemente, no coinciden con la actual política exterior de Azerbaiyán.
De cara a las elecciones presidenciales en Azerbaiyán previstas para octubre, las declaraciones de la embajadora estadounidense pueden interpretarse como un aviso a las autoridades de Bakú de que el apoyo de EE.UU. al actual gobierno dependerá de la forma en que se apoye el reforzamiento de la cooperación con la OTAN.
El probable ingreso de Ucrania y Georgia a la OTAN puede producir cambios substanciales en la situación de la región. Y si a los planes de extender la OTAN se incluye Azerbaiyán, se cambiará de forma irreversible el vector de los procesos políticos en una amplia zona que podría llamarse el Gran Oriente Medio que incluye la zona del Cáucaso llena de contradicciones y conflictos sin solución.
Si se tiene en cuenta las posibilidades de operaciones militares de EE.UU. o Israel contra Irán, el despliegue de los elementos del escudo antimisiles estadounidense en Europa y otros factores, la incorporación de Azerbaiyán en la OTAN hipotéticamente puede ocasionar un nuevo foco de tensión en el planeta.
Además de Rusia, es evidente que Irán también estará en contra del ingreso de Azerbaiyán a la OTAN, y las medidas que podrá adoptar Teherán para impedirlo, por ahora quedan en el plano de las conjeturas.
A juzgar por lo que ocurre actualmente, es evidente que Teherán nunca permanecerá al margen y a lo mejor, esa situación en cierta forma conviene a los estrategas de la OTAN.
¿Será también favorable para Azerbaiyán?
La mayoría de los políticos y expertos azerbaiyanos consideran que no ven ventajas tangibles si su país ingresa en la OTAN a corto plazo. Su incorporación al bloque no solo podrá fin a su autonomía en política exterior sino que también los convertirá en rehenes de los intereses occidentales en el área.
El próximo 3 de julio, el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev viajará en visita oficial a Bakú.
Recientemente, Rusia ha presentado a Azerbaiyán una serie de propuestas que ofrece dividendos materiales y políticos concretos a diferencia de las teóricas ventajas que promete la incorporación a la OTAN.
Es de esperar que el pragmático presidente de Azerbaiyán, Iljam Alíev, demuestre más interés por la cooperación que ofrece Rusia que por las propuestas hipotéticas de la embajadora estadounidense.
A diferencia de otros países postsoviéticos, Azerbaiyán nunca ha prometido que ingresará la OTAN. En Bakú siempre han dicho que están muy dispuestos a desarrollar la cooperación con esa alianza militar.
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