Bolivia: Un autonomismo separatista made a la USA
P. Luis Barrios
Este 4 de mayo nuestra hermana República de Bolivia en general y el gobierno del presidente Evo Morales en particular serán sometidos a uno de esos experimentos socio-políticos del gobierno de Washington que se ocultan dentro de la doctrina del manifiesto divino, muy en particular en este momento que confronta una crisis energética.
Se estará celebrando en Bolivia una consulta “autonomista” tipo referéndum en Santa Cruz y este referéndum de autonomía-separatista solo persigue dividir a Bolivia tal y como se hizo con Colombia para que surgiera Panamá y satisfacer a Washington en su empeño con la construcción del Canal. De aquí el que este proyecto separatista sea considerado por la Corte Electoral de Bolivia como ilegal. Ahora bien, ¿Qué es lo persigue este referéndum? Buscan a través de una acción política y económica separar a las regiones más ricas de Bolivia.
Curiosamente por un lado la OEA, quien no ha demostrado objetividad en estos asuntos, también juzgó en ese mismo sentido que la Corte Electoral de Bolivia y por otro lado súmele también las decisiones de unos catorce países de la región quienes a través de sus Cortes Supremas han ratificado que el referéndum separatista es ilegal. En otras palabras, el referéndum es una violación a la constitución de Bolivia.
Por un lado, es importante resaltar que el gobierno de Estados Unidos, quienes están sumamente interesados en esta separación, es parte de una obstrucción al gobierno democrático del presidente Evo Morales. Por un lado ilegal e inmoralmente han refinanciado a través de la National Endowment for Democracy –entidad que trabaja paralelamente con la agenda terrorista de la Agencia Central de Inteligencia (CIA)- unos 120 millones de dólares para que el referéndum pueda ser realizado.
Por otra parte, el gobierno de Evo Morales ha realizado un tremendo trabajo evitando la confrontación física que la oposición a su gobierno necesita. Se ha extendido una invitación continua al diálogo pero quienes están detrás de este referéndum separatista –entre estos están la oligarquía bolivariana y el gobierno de Washington- han dejado muy claro que no dialogaran con el gobierno de Evo Morales antes del 4 mayo. Me imagino que tampoco después del 4 de mayo.
Otra curiosidad que despierta la hermenéutica de la sospecha la podemos ver con la persona que es el actual embajador de Estados Unidos en Bolivia. Este señor, Philip Goldberg, fue el mismo que orquestó y dirigió el proyecto de separación de Kosovo en Yugoslavia el cual se concretizó este año a través de unas elecciones colonialistas.
Ahora con la realidad de un Kosovo dizque independiente, el gobierno de Washington, quien fue uno de los que mas promovió y celebró esta seudo independencia, puede tener acceso al control de los energéticos provenientes del mar negro, como por ejemplo el etanol. Y por supuesto, esta presencia militar de Estados Unidos en este lugar, tiene también como intención el desestabilizar los gobiernos de la región que no se sometan a sus necesidades.
Ahora bien, ¿serán estas políticas de sumisión y control que se realizan en Kosovo las que se quiere hacer con Bolivia para echar abajo el gobierno de Bolivia en particular y los gobiernos de Venezuela, Ecuador, Cuba, Paraguay, entre otros, en general? Yo diría que si. Que no se nos olvide, esto no es un Macondo en donde con realismo mágico como las cosas no suceden nos la inventamos. Esta es una guerra anunciada y declarada.
Véalo de esta manera. Por un lado Estados Unidos refleja una estadística muy interesante en aspecto de capitalismo corporativo, o sea, terrorismo económico: Son el 7% de la población mundial, pero sin embargo consumen más del 50% de la energía mundial. De aquí sus políticas a través de los mal llamado tratados de libre comercio y sus protectores –ejemplo de esto el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, por solo mencionar dos de los ejes del terrorismo- en donde se promueve con una dizque aperturas comerciales, entre otras diabluras, el recortar la producción destinada a los alimentos, a través de subir los precios produciendo una escasez artificial de estos con el propósito de lograr subordinaciones nacionales que es lo mismo que decir colonizar. Y por supuesto, el pueblo que se muera de hambre.
Todo esto es un pecado capital el cual al Papa Benedicto XVI se le olvidó, o no le dio la gana, señalarle al Presidente Bush en su visita unas semanas atrás. Vea los ejemplos de subordinaciones nacionales en El Salvador, Haití y República Dominicana, por solo mencionar tres de nuestros países y la hambruna que han producido.
Es por esto que por un lado estoy en contra de este referéndum separatista que se ha inventado Washington y la oligarquía de Bolivia. Esta es otra artimaña para poder resolver la crisis capitalista de controlar lo que Bolivia representa: etanol. Pero por otro lado, estoy en favor del gobierno del presidente Evo Morales. Por esto hacemos un llamado a no dejar a Bolivia sola porque esta nación está construyendo la paz con justicia.
P. Luis Barrios
New York, New York
lbarrios@jjay.cuny.edu
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