Manitas blancas y sus contradicciones internas.
La creación de un movimiento estudiantil mediático contrario al bien nacional, es una evidente afirmación del desgaste político de todos aquellos sectores oposicionistas que nos adversan. La falta de preparación política induce a estos jóvenes a cometer toda clase de torpezas en el discurso (no se lo aprenden bien), donde queda demostrada la mentira de ese movimiento estudiantil, los manitas blancas.
Jóvenes que arrastrados por el fervor de protagonismo televisivo in surgen con una carga de odio y malacrianzas concebidas ante la falta cierta de afectos en el seno familiar. Se entiende el hecho de poder estar en contra de uno de los gobiernos más democráticos que haya tenido la historia política venezolana, se entiende que, armados con rencores y bajas pasiones, marchen por las calles caraqueñas y del resto del país pidiendo libertad, acabando con su paso todo elemento que perturbe su “digna” lucha por el “pueblo”. Un pueblo que para ellos hasta ayer fue desconocido e ignorado, un pueblo que no existía en sus pensamientos, un pueblo al que sus padres ayudaron a hundir en la más absoluta de las miserias, un pueblo olvidado desde los balcones o jardines ilustres de sus residencias, es obvio, ellos sólo vivieron de las prebendas de la piñata de la cuarta república, padres de manitos blancas que no aguantan una revisión de la honorabilidad de sus bienes. Bienes, en su mayoría, no producto del trabajo digno que enaltece el alma, bienes mal habidos, producto del saqueo de los nefastos cuarenta años de exclusión en que vivió Venezuela.
Padres de manitos blancas que nos secuestraron la mayoría de las instituciones de educación superior amparados en la premisa de su autonomía y entregaron nuestras instituciones a sus hijos e hijas y nos desterraron en la absoluta ignorancia a la gran mayoría de jóvenes de las barriadas populares. Padres de manitos blancas que después de pagar sumas millonarias en la educación formal de sus descendientes, se adueñaban de los cupos y estructuras de las mejores universidades gratuitas del país. Lo demás es historia.
Las contradicciones internas de las manitas blancas van más allá del orden político e intelectual, jóvenes extrovertidos (algunos) que adueñándose del verbo y con el libreto en la mano, pretenden hoy ser una opción. ¿Una opción de qué y para qué? Es la pregunta como diría la abuela de las mil lochas. Emergen en los medios con un discurso absurdo, del NO A LA VIOLENCIA, aunque el proceder es contrario, son violentos no por naturaleza, son violentos por la carga de odio tan grande que les inyectan los tutores mediáticos, jóvenes que sin razón, abrazan un ideal que se supedita no a los intereses de la mayoría, si no a la minoría del círculo de sus urbanizaciones. No conocen el sufrimiento de pueblo, son iguales a sus padres, aquellos que marcharon una vez un 11 de abril para acabar con el sueño de las grandes mayorías, no terminan de aprender la lección. No llegaron ni llegarán a Miraflores NUNCA, hasta que se dignifiquen en amor.
Esta semana fue dinámica, donde globos de ensayo fueron vituperados por estos por los tutores mediáticos de las manitas blancas, hablaron de marchar hasta Miraflores, de seguro un permisivo alcalde hubiese otorgado la buena pro para esa marcha, subestiman al pueblo, al pueblo que de corazón respalda este proyecto político y no lo hubiese permitido.
Su discurso, mal preparado por cierto, no pretende generar ápices de paz en nuestro país. Ustedes hoy pretenden catalogarse ciudadanos de segunda por el sólo hecho de no poder llegar a Miraflores ¡qué estupidez tan grande! siguen siendo manitas blancas de primera, jóvenes que ven disminuida un poco su calidad de vida en términos económicos, no tienen las mismas prebendas sus padres hoy ni acceso a sus negocios (en muchos casos no muy limpios). Lo positivo de todo el show mediático es el subsidio por ser marionetas de los medios, becas con grandes beneficios en lo económico, amén de las promesas cuando caiga el régimen.
Sin temor a equivocarme, ustedes, manitas blancas, como producto de esos medios que trabajan para socavar la paz del país, no lograrán su objetivo, no izan banderas de pueblo, no son legítimos estandartes para emular en el ejemplo, son sólo eso, un producto desechable que mañana no servirá, el discurso es un caletre solidario de injusticia social, de exclusión visceral y retorno a viejos esquemas de mediocridad profana.
¡No llegarán!
¡No volverán!
Patria, Socialismo o Muerte
Venceremos
http://chamosaurio.blogspot.com/
chamosaurio@gmail.com
La creación de un movimiento estudiantil mediático contrario al bien nacional, es una evidente afirmación del desgaste político de todos aquellos sectores oposicionistas que nos adversan. La falta de preparación política induce a estos jóvenes a cometer toda clase de torpezas en el discurso (no se lo aprenden bien), donde queda demostrada la mentira de ese movimiento estudiantil, los manitas blancas.
Jóvenes que arrastrados por el fervor de protagonismo televisivo in surgen con una carga de odio y malacrianzas concebidas ante la falta cierta de afectos en el seno familiar. Se entiende el hecho de poder estar en contra de uno de los gobiernos más democráticos que haya tenido la historia política venezolana, se entiende que, armados con rencores y bajas pasiones, marchen por las calles caraqueñas y del resto del país pidiendo libertad, acabando con su paso todo elemento que perturbe su “digna” lucha por el “pueblo”. Un pueblo que para ellos hasta ayer fue desconocido e ignorado, un pueblo que no existía en sus pensamientos, un pueblo al que sus padres ayudaron a hundir en la más absoluta de las miserias, un pueblo olvidado desde los balcones o jardines ilustres de sus residencias, es obvio, ellos sólo vivieron de las prebendas de la piñata de la cuarta república, padres de manitos blancas que no aguantan una revisión de la honorabilidad de sus bienes. Bienes, en su mayoría, no producto del trabajo digno que enaltece el alma, bienes mal habidos, producto del saqueo de los nefastos cuarenta años de exclusión en que vivió Venezuela.
Padres de manitos blancas que nos secuestraron la mayoría de las instituciones de educación superior amparados en la premisa de su autonomía y entregaron nuestras instituciones a sus hijos e hijas y nos desterraron en la absoluta ignorancia a la gran mayoría de jóvenes de las barriadas populares. Padres de manitos blancas que después de pagar sumas millonarias en la educación formal de sus descendientes, se adueñaban de los cupos y estructuras de las mejores universidades gratuitas del país. Lo demás es historia.
Las contradicciones internas de las manitas blancas van más allá del orden político e intelectual, jóvenes extrovertidos (algunos) que adueñándose del verbo y con el libreto en la mano, pretenden hoy ser una opción. ¿Una opción de qué y para qué? Es la pregunta como diría la abuela de las mil lochas. Emergen en los medios con un discurso absurdo, del NO A LA VIOLENCIA, aunque el proceder es contrario, son violentos no por naturaleza, son violentos por la carga de odio tan grande que les inyectan los tutores mediáticos, jóvenes que sin razón, abrazan un ideal que se supedita no a los intereses de la mayoría, si no a la minoría del círculo de sus urbanizaciones. No conocen el sufrimiento de pueblo, son iguales a sus padres, aquellos que marcharon una vez un 11 de abril para acabar con el sueño de las grandes mayorías, no terminan de aprender la lección. No llegaron ni llegarán a Miraflores NUNCA, hasta que se dignifiquen en amor.
Esta semana fue dinámica, donde globos de ensayo fueron vituperados por estos por los tutores mediáticos de las manitas blancas, hablaron de marchar hasta Miraflores, de seguro un permisivo alcalde hubiese otorgado la buena pro para esa marcha, subestiman al pueblo, al pueblo que de corazón respalda este proyecto político y no lo hubiese permitido.
Su discurso, mal preparado por cierto, no pretende generar ápices de paz en nuestro país. Ustedes hoy pretenden catalogarse ciudadanos de segunda por el sólo hecho de no poder llegar a Miraflores ¡qué estupidez tan grande! siguen siendo manitas blancas de primera, jóvenes que ven disminuida un poco su calidad de vida en términos económicos, no tienen las mismas prebendas sus padres hoy ni acceso a sus negocios (en muchos casos no muy limpios). Lo positivo de todo el show mediático es el subsidio por ser marionetas de los medios, becas con grandes beneficios en lo económico, amén de las promesas cuando caiga el régimen.
Sin temor a equivocarme, ustedes, manitas blancas, como producto de esos medios que trabajan para socavar la paz del país, no lograrán su objetivo, no izan banderas de pueblo, no son legítimos estandartes para emular en el ejemplo, son sólo eso, un producto desechable que mañana no servirá, el discurso es un caletre solidario de injusticia social, de exclusión visceral y retorno a viejos esquemas de mediocridad profana.
¡No llegarán!
¡No volverán!
Patria, Socialismo o Muerte
Venceremos
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