LOS COMITÉS PATRIÓTICOS: ANTE EL FRAUDE LA LUCHA CONTINUA

LOS COMITÉS PATRIÓTICOS: ANTE EL FRAUDE LA LUCHA CONTINUA
Alvaro Montero Mejía
Costa Rica



Este pequeño documento proviene del material revisado, a partir de las declaraciones leídas el 1º y el 8 de Octubre, en la vigilia “LA HORA DEL SILENCIO”, que un grupo de ciudadanos y ciudadanas realizamos todos los lunes, desde marzo pasado, a las 8 PM frente a la casa de Óscar Arias en Rhormoser

Compañeros y compañeras:

Óscar Arias no se imaginó jamás, que ese pueblo sencillo al que ha mirado siempre con enorme desprecio, a pesar de sus manifestaciones sobre el carácter y las virtudes de los costarricenses, le propinaría una ejemplar derrota a los descomunales intereses locales y transnacionales que el representa, a pesar de los números en apariencia adversos. Jamás en Costa Rica, salvo en 1856, hubo mayor concentración de conciencia ciudadana, patriótica y progresista.

Contra el NO se ha lanzado la campaña más infame de la historia

Contra el movimiento del NO, fue lanzada una de las campañas publicitarias más descomunales, mentirosas e inescrupulosas que recuerda la historia de los medios de comunicación en Costa Rica. Decenas de páginas periodísticas y cortos televisivos, fueron utilizados para atizar los prejuicios y paralizar por el miedo a los electores más sencillos y desaprensivos. Las simplificaciones más perversas y ofensivas les han servido a los publicistas de Oscar Arias, para ofender y tratar casi como delincuentes a valerosos luchadores sociales de todas las procedencias ideológicas. Es la vieja táctica de la Guerra Fría, de descalificar, agraviar y arrinconar a punto de propaganda a un adversario, hasta convertir la ofensa y la mentira en una "verdad".

Pero si vemos las cosas más de cerca, esa campaña masiva casi no les ha servido de nada. El pueblo, los jóvenes, las amas de casa, los trabajadores, los sacerdotes, los empresarios patriotas, los agricultores, los obreros y empleados, los estudiantes e intelectuales, todos ellos hombres y mujeres que luchan y trabajan al servicio de la Patria, han logrado verse a sí mismos como parte de un inmenso y pluralista movimiento social. Las fuerzas más sanas de Costa Rica, se han despertado alrededor de la lucha contra el nuevo filibusterismo. El pueblo se siente hoy ofendido y agraviado, pero de ningún modo derrotado.

Se han unido todas las fuerzas progresistas de Costa Rica

Algo extraordinario ha ocurrido. Se han unido en los COMITÉS PATRIÓTICOS todas las filosofías progresistas de Costa Rica: los socialdemócratas, los socialistas, los social-cristianos auténticos, los creyentes y no creyentes, todos cubiertos por el manto de una doctrina y una ideología: LA DEFENSA DE LA PATRIA.

En estos Comités el pueblo ha aprendido a reconocerse a sí mismo y ha vuelto renacer el culto a los héroes, a los grandes estadistas, a los intelectuales y artistas que impregnaron de sensibilidad el corazón de las multitudes. Por fin han ocupado un lugar los himnos patrióticos, los héroes anónimos que levantaron las grandes obras materiales y espirituales de las que hoy estamos orgullosos. En todas ellas, privadas o públicas, está depositado el esfuerzo, el sacrificio y la sangre de los obreros y trabajadores manuales e intelectuales, que han sumado millones y millones de horas laborales para la construcción social de nuestra Patria. En razón de esta lucha contra el TLC, hemos cobrado conciencia de lo que hemos construido con nuestras propias manos y de todo aquello que debemos defender.

Arias ha intentado dividir a nuestro pueblo

A esas multitudes Oscar Arias les ha vuelto la espalda, ha intentado dividirlas y enfrentarlas en su calidad de conductor y propietario del movimiento del SI. Porque nunca se había producido en Costa Rica, un intento más malévolo y despiadado por partir en dos al pueblo. Nunca, ni aun en medio de las guerras civiles, alguien intentó separar y enfrentar de manera más brutal a los costarricenses. Sin embargo, Oscar Arias solo alcanzó una victoria misérrima. El pueblo solo se ha dividido electoralmente, pero Arias no ha ganado una sola conciencia, no ha ganado a nadie para su proyecto entreguista y neoliberal, como no sean los integrantes de su pequeña cofradía de seguidores.

No debemos decir o repetir la falsa idea de que el pueblo se ha dividido. El pueblo costarricense no se ha dividido. Sus enemigos sólo han logrado confundir o conmover por el miedo, a un sector muy grande de personas que votaron por el SI. A todos ellos debemos contarlos como parte potencial de las fuerzas patrióticas, a las que debemos ganar a nuestra causa. Del lado del SI, sólo se agrupa un sector minúsculo de potentados y nuevos oligarcas que suponen que esta aparente victoria los convierte en dueños definitivos de Costa Rica. El NO en cambio, es inmenso y nada le impide crecer y crecer. Son los primeros retoños de un árbol inmenso.

Solicitamos el Referéndum Ciudadano pero fuimos burlados

Desde que en la Convergencia Patriótica propusimos la realización del Referéndum, lo hicimos con el claro propósito de evitarle al pueblo el dolor de duras confrontaciones. Lo propusimos precisamente para resolver nuestras diferencias por medios cívicos, honorables y civilizados. Pero ha sido Óscar Arias al frente del SI, quien tomó por asalto la Asamblea Legislativa, la Sala IV y el Tribunal de Elecciones, imponiéndoles decisiones que hacen temblar de vergüenza las viejas tradiciones jurídicas y humanistas de Costa Rica.

La Asamblea Legislativa y el Tribunal de Elecciones se dejaron subordinar y fueron convertidos en una caja de resonancia del Poder Ejecutivo.

El erróneamente llamado Tribunal “Supremo” de Elecciones, pues de supremo no tiene nada, violó sin reparos la Ley del Referéndum, cuando interrumpió la tramitación del Referéndum Ciudadano solicitado por José Miguel Corrales y la Convergencia Patriótica y lo cambió por el Referéndum Ejecutivo a solicitud del Gobierno. Después violó y desaplicó sin el menor escrúpulo, como veremos luego, el artículo 95 inc. 3 de la Constitución y el artículo 88 del Código Electoral. De ese modo le permitió a Oscar Arias participar como jefe del SI y usar los enormes recursos del Poder Ejecutivo en al campaña.

Este mismo Tribunal cometió después un sinnúmero de tropelías, tal como constan en la acusación que presentaron José Miguel Corrales y Carlos Campos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Incluso se atrevió a violar la Autonomía Universitaria. El TSE dictó

“una resolución en la que consideró que a la Universidad de Costa Rica no le está permitido realizar en sus auditorios, conferencias que conlleven “tendenciosamente”, a fines propagandísticos a favor o en contra de la consulta popular “salvo que se trate de actividades, foros o debates que sirvan exclusivamente para informar del tema”. (Tomado del ensayo del Catedrático Dr Luis Baudrit, “INCONSTITUCIONALIDADES EN EL TLC, A PESAR DEL DICTAMEN DE LA SALA IV”. SIEDIN UCR. 2007)

Semejante atrevimiento mereció una contundente respuesta de la Rectora, Dra Yamileth González, reproducida en la edición del Semanario Universidad del 2 de Agosto de 2007.

La historia de Costa Rica consignará estos procedimientos del tribunal y del Poder Ejecutivo, como los actos más indignos de las tareas que la Constitución de la República le impone a esos órganos del Estado.

Los vasos comunicantes

Esta permanente sintonía entre el Tribunal de Elecciones y Oscar Arias, no se puede explicar de otra manera como no sea por las estrechas relaciones, secretas muchas de ellas, entre el propio Arias y algunos de sus abogados, con ese Tribunal. Quizás nunca en la nuestra corta historia, se produjo una consonancia de intereses y esfuerzos dedicados a cumplir los mismos fines espúreos.

En medio de todas las adversidades, el pueblo se hizo escuchar

Aun así, en medio de todas esas adversidades, sin recursos, sin acceso a la mayor parte de los medios de comunicación para hacerse oír y brindar sus razonamientos, el pueblo pudo encontrar diferentes caminos para llevar la verdad sobre el TLC hasta los últimos rincones de la Patria. Desde este mismo lugar, frente a la casa de Arias, donde hemos venido semana tras semana a manifestarnos y a demostrar que la dignidad, el honor y los derechos de los comunicadores y comunicadoras no pueden ser aplastados impunemente, debemos rendirle homenaje a los órganos de prensa y de radio que, con espíritu democrático y honorable, abrieron sus puertas a los debates y a las explicaciones de los opositores al TLC. Estos órganos de prensa se mostraron dispuestos a reseñar los actos, publicar artículos y realizar entrevistas a distintos personeros del movimiento patriótico.

También es imposible eludir la mención a las organizaciones sociales, los sindicatos en primer lugar, a las organizaciones cooperativas, campesinas y comunales, a los grupos ecologistas o comunales y a los partidos políticos que hicieron causa común y articularon sus esfuerzos a fin de darle organicidad y orientación al movimiento general.

Pero el mayor homenaje es para esa forma de organización que el pueblo se dio a sí mismo y que construyó desde el fondo de su corazón y su conciencia; esa organización enteramente nueva que se multiplicó como una semilla fecunda a lo largo y ancho de la Patria: nos referimos a los COMITÉS PATRIÓTICOS.

¿Qué son y qué representan los COMITÉS PATRIÓTICOS?

Viendo la gigantesca marcha de ese domingo 30 de septiembre, no era difícil observar el desbordamiento de entusiasmo popular, las comparsas, los músicos, los artistas, las improvisaciones culturales, los grupos de jóvenes y viejos, las pancartas o las consignas. Esta marcha sólo fue posible porque existía una fuerza sólida y consistente, que movió la voluntad de multitudes, la llenó del entusiasmo y deseos de participar. Ese inmenso acto cívico concentró su empeño en la pluralidad política y social de los participantes. Fueron los COMITÉS PATRIÓTICOS los que movieron al pueblo desde los barrios, los caseríos, los distritos, los cantones o las ciudades. Sin ellos, sin su clara conciencia de representar lo más activo, vibrante y unitario de la vida cívica del país, esa gigantesca marcha no habría sido posible.

Los COMITÉS PATRIÓTICOS representan esa nueva mayoría nacional que ha sido capaz de unirse por encima de cualquier denominación organizativa o política, para hacer posible la derrota del neoliberalismo.

Los COMITÉS PATRIÓTICOS constituyen una unidad social y política absolutamente inédita en la historia de Costa Rica y quizás de América Latina, que ha rebasado, en virtud de la conciencia de sus tareas, atribuciones o responsabilidades cívicas, a las distintas organizaciones comunales, sindicales, políticas o religiosas de donde proceden los hombres y las mujeres que los conforman.

Esta expresión de la voluntad popular, es también una muestra del poder popular, en el momento en que una nueva forma de poder ha sido necesaria para vencer la maquinaria financiera y publicitaria, en apariencia invencible, que la nueva oligarquía y las fuerzas transnacionales encabezadas por Oscar Arias, pusieron en marcha para doblegar a los costarricenses.

Podemos repetirlo: los COMITÉS PATRIÓTICOS, constituye, una forma de organización y voluntad popular completamente inédita, que no sólo debe permanecer unida, sino multiplicarse y enriquecerse con nuevas luchas, aportes y reflexiones sociales.

Antes de continuar preferimos insistir en el hecho de que la permanencia y consolidación de los COMITÉS PATRIÓTICOS, no debe, de ninguna manera, cambiar su naturaleza. Ellos son el centro de unidad de fuerzas patrióticas; son el compendio organizado de las distintas manifestaciones del pensamiento social costarricense representado por partidos y personas de distinto origen, que han participado, de manera intensa, en el combate cívico más importante y decisivo de nuestra historia.

La pluralidad es el corazón mismo de los COMITÉS PATRIÓTICOS

Pensamos que la fuerza y vitalidad de los COMITÉS PATRIÓTICOS, proviene de su pluralidad. De modo que cada miembro debe mantenerse, como hasta ahora, adherido a la organización cívica o gremial de su preferencia o al margen de las mismas si es su deseo. Porque el peligro de desintegración es real. Pensamos que es muy difícil evitar que los partidos u otras organizaciones, no sucumban a la tentación de controlar o dominar los COMITÉS PATRIÓTICOS y orientarlos, paulatinamente, hacia sus tiendas electorales. Ésa tentación es natural y no debe llenarnos de suspicacia o desconfianza. Pero debemos impedirla. De modo que éste es un asunto que debe ser discutido abiertamente y con el espíritu más diáfano, a fin de que todos comprendan que la sobrevivencia, fortalecimiento y crecimiento de los COMITÉS PATRIÓTICOS, es un asunto que está directamente vinculado al interés de la Patria y al cumplimiento de su objetivo cardinal que es la unidad de las fuerzas patrióticas.

Sugerimos algunas tareas para los COMITÉS PATRIÓTICOS

Sugerimos que, además de las importantes tareas que sin duda los Comités han definido e incluso aprobado, y sin el menor deseo de interferir en la discusión interna, pensamos que podría ser útil tomar en cuenta ciertos objetivos cardinales que podemos mencionar.

1- Leyes Complementarias. Los Comités deberían comprometerse a ser una organización permanente y continuar la lucha hasta la completa derrota del neoliberalismo en sus distintas manifestaciones. Pero ahora, tenemos enfrente las llamadas LEYES COMPLEMENTARIAS, también conocidas como AGENDA DE IMPLEMENTACIÓN, que son la esencia misma del TLC. Hay que combatirlas a brazo partido. Allí se encuentra nuestra primera tarea.

2- Observatorios cívicos. Los Comités deberían ser observatorios agudos y perspicaces de la vida cívica y política de Costa Rica, tanto en escala nacional como local y convertirse en centros permanentes de discusión y análisis del acontecer político y social de Costa Rica. Dentro de ellos, las discrepancias de cualquier orden que sean, no deben saldarse con rupturas o divisiones sino con el desarrollo creciente y permanente de reflexiones, análisis críticos y discusiones fraternas. En su seno debe imperar, como hasta ahora, la mayor tolerancia y cada miembro podrá trasmitir sus reflexiones y conclusiones, a las distintas organizaciones sociales o políticas donde participa.

3- Proyecto de país y centros de resistencia cívica. Los Comités deberían insistir, a través de encuentros o asambleas de alcance regional o nacional, en la formulación de planteamientos programáticos tácticos (corto plazo) y estratégicos (largo plazo), que conduzcan a la formulación de agendas de lucha y un proyecto de país, donde tenga cabida esa misma pluralidad de fuerzas sociales y políticas que los forman.

4- Centros de estudio de la realidad nacional. Los Comités deberían estimular el estudio permanente de todas esas realidades en las que nos introdujo la discusión del TLC pero que ha quedado truncada en virtud del Referéndum. Formulamos una pregunta ¿es que acaso han quedado debidamente superadas las discusiones y los análisis sobre temas como el agua, la biodiversidad o los recursos marinos? ¿Es que no debemos continuar con el examen crítico de esas instituciones que conforman el Estado Social de Derecho y que hemos defendido con tanto vigor durante este proceso? ¿Debemos o no continuar el estudio sobre los asuntos educativos, productivos o laborales y agregar a todo eso, la salvaguarda y explotación nacional de los recursos marinos?

No se debe concebir un COMITÉ PATRIÓTICO que no destine una parte de su esfuerzo a estudiar y conocer mejor la realidad nacional.

5- Estimuladores de un Frente Patriótico de Unidad Nacional sin dejarse arrastrar a la política electoral. Los Comités deben saber que la derrota del neoliberalismo como proyecto antinacional, no se salda con la derrota del TLC o de sus leyes complementarias. Esa derrota debe confirmarse en la construcción de un gran FRENTE PATRIÓTICO NACIONAL Y UNITARIO, de carácter político, que les de sentido y orientación a las legítimas manifestaciones del espíritu democrático y progresista de nuestro pueblo, en el actual momento histórico. Pero nosotros creemos que los COMITÉS PATRIÓTICOS no deberían jamás convertirse en partido político o en apéndices de algún partido en particular. Porque la fuerza moral y cívica de los Comités, está en su total independencia de los partidos, está en su maravillosa condición de ser un lugar de encuentro, de reflexión y de acción de todos los patriotas, sin importar su bandería electoral.

El extraordinario avance de la conciencia cívica nacional

Queridos amigos y compañeros, en estas semanas hemos visto avanzar sin detenerse, la conciencia de nuestro pueblo hasta ubicarse en un lugar mucho más alto que aquel en que se encontraba cuando dio inicio la lucha por el Referéndum. Ha sido una marcha ascendente hasta la gigantesca marcha patriótica del 30 de septiembre. Sin la lucha por ganar el Referéndum, el avance no habría sido posible.

Oscar Arias no ha entendido, no ha querido entender, no ha dado la menor muestra sensibilidad ante el hecho indetenible y ascendente de la voluntad popular. Se ha mostrado totalmente indiferente y arrogante ante la parte fundamental de nuestra Patria que forma hoy ese monumental y fortalecido movimiento del NO organizado en los COMITÉS PATRIÓTICOS. Este movimiento, lo hemos repetido en innumerables ocasiones, va mucho más allá de un NO AL TLC, PARA DECIR TAMBIÉN NO AL NEOLIBERALISMO Y A LA VIEJA POLÍTICA. Oscar Arias ha mostrado su indiferencia y su desprecio por nuestra justa exigencia de que nos devuelva “DIAGNÓSTICO”, junto al derecho al uso de los medios de comunicación estatales, que son del pueblo porque cerrar programas constituye una grosera violación a la libertad de opinión.

Ahora deseamos detenernos en el examen de los vicios y los fraudes cometidos durante el Referéndum.

¿Qué debemos entender como FRAUDE ELECTORAL?

Ya tenemos ante nosotros los primeros resultados numéricos del Referéndum. Debemos comprender que ese resultado constituye la culminación del mayor fraude electoral de la historia moderna de Costa Rica. Un buen amigo decía que Liberación Nacional nació para defender la pureza electoral y ahora muere por corromperla. Pero ¿Qué debemos entender por FRAUDE?

Los costarricenses hemos tenido siempre un concepto restringido de eso que llamamos democracia. Hemos aceptado, equivocadamente, que la democracia se reduce, exclusivamente, a los procesos electorales y más aún, al ejercicio del sufragio. Ir a votar y depositar una papeleta en una urna, es lo que muchos entienden por democracia. Votar es importante pero son más importantes para la democracia, las libertades y los derechos humanos, económicos y sociales que una sociedad le brinda a sus habitantes.

Las libertades públicas, entre las que votar tiene un papel destacado, son procesos y no actos aislados. Por eso hemos entendido siempre, erróneamente, que hay un fraude electoral cuando se cambia una papeleta por otra o cuando se falsean los resultados en el recuento de votos. La manipulación de las urnas constituye, por supuesto, un fraude. Pero la manipulación del proceso y la violencia psicológica y las amenazas contra los electores con el uso masivo de los medios, son un fraude mucho mayor y más grave. Con el fraude en la urna se viola la voluntad expresada en una papeleta. Con la violencia sicológica, laboral y mediática, se viola la voluntad de los electores, aun antes de depositar el voto.

El proceso del Referéndum, estuvo marcado de principio a fin de escandalosas irregularidades. Esas irregularidades ocurrieron, como explicaremos luego, no solo por la inmensa disparidad de recursos económicos entre el SI y él NO, sino por la manipulación y violación de las leyes y de la propia Constitución, por parte del Tribunal de Elecciones, el Poder Ejecutivo y el Directorio Legislativo. A esas irregularidades debemos agregar un descomunal abuso mediático y el terrorismo empresarial lanzado contra los trabajadores.

Por eso hemos afirmado que un fraude no es solamente el cambio de unas papeletas por otras, comprar votos o marcar papeletas, sino que es un procedimiento por medio del cual se burla la recta voluntad de los ciudadanos. A pesar de que el SI intentó repetidamente acusarnos de atentar contra el orden o la paz, tuvieron que tragarse sus palabras ante la calidad cívica del pueblo, que realizó con tranquilidad y alegría las más grandes movilizaciones de la historia nacional.

Fue el movimiento del SI, dirigido por Óscar Arias y amparado por el Tribunal de Elecciones, el que irrespetó y violó sistemáticamente el orden jurídico nacional y la propia Constitución.

Vamos a demostrar como se violaron la Constitución y las leyes

No vamos a realizar un alegato jurídico. Nos limitaremos a dar razonamientos útiles que demuestran cómo se fue fraguando toda esta infamia que constituye el fraude que denunciamos.

Primer fraude: Las malas artes se iniciaron desde el principio. Don José Miguel Corrales Bolaños y la Convergencia Patriótica, solicitamos ante el tribunal de elecciones la convocatoria a un Referéndum ciudadano como lo señala la ley. La solicitud fue acogida y sólo faltaba iniciar la recolección de las firmas exigidas. Pero Óscar Arias, en abierta complicidad con el tribunal de elecciones, y con la penosa e innecesaria iniciativa de Don Otton Solís, hicieron a un lado la iniciativa del Referéndum ciudadano y se confabularon para que fuera la Asamblea Legislativa la que ordenara la realización del Referéndum.

En ese contexto, la Asamblea Legislativa hizo un lado el texto original del TLC que debía ser consultado y explicado y lo cambió por un documento que no tiene ninguna validez jurídica, como es el dictamen de mayoría afirmativo de la fracción del PLN, elaborado en el contexto de la Comisión legislativa donde se discutía que el TLC. Debe quedar claro que la pregunta de SI o NO en el Referéndum, no se refería al tratado sino a ese dictamen.

Segundo fraude: Como se trataba de un Referéndum, es decir, de un acto de sufragio universal en el que los partidos políticos no tenían nada que ver, lo único aceptable era que la representación popular y los trámites y sobre todo lo relativo al nombramiento de fiscales, quedaran en manos de los representantes de la corriente del SI y de la corriente del NO. Pero el tribunal de elecciones decidió violentar el espíritu de la Ley del Referéndum, y metió a los partidos políticos en la contienda. Lo hizo con el evidente propósito de agrupar a la gente en torno a sus viejas lealtades y banderías electorales.

Tercer fraude: al gobierno le resultaba indispensable ponerse al frente de la campaña. Pero se enfrentaba al problema de que el artículo 95 de la Constitución expresamente obliga a las autoridades a mantenerse al margen. Para brincarse la Constitución el Tribunal de elecciones inventó la tesis absolutamente antijurídica, de que una cosa era sufragar para elegir candidatos, como ocurre en las elecciones presidenciales, y otra cosa distinta, sufragar para cambiar o proponer una ley, como ocurre el Referéndum.

Semejante invento jurídico, semejante indecencia y manipulación de la letra de la norma constitucional, tenía como único objetivo, permitirle a Óscar Arias, ponerse al frente de los grupos del SI.

Pero mejor veamos lo que dice con toda claridad la propia Constitución en el capítulo II del título VIII denominado ”El Sufragio”:

Artículo 95.- La ley regulará el ejercicio del sufragio de acuerdo con los siguientes principios:

3) garantías efectivas de libertad, orden, pureza e imparcialidad por parte de las autoridades gubernativas. (El subrayado es nuestro)

Como la Constitución ordena que la ley regule esos principios, el artículo 88 del Código Electoral señala la prohibición absoluta de participación a los más altos funcionarios públicos en los procesos electorales cuando dice que:

"el Presidente y los Vicepresidentes de la República, los ministros y viceministros, … no podrán participar en las actividades de los partidos políticos, asistir a clubes ni reuniones de carácter político, utilizar la autoridad o influencia de sus cargos en beneficio de los partidos políticos, colocar divisas en sus viviendas o vehículos ni hacer ostentación partidista de cualquier otro género".

Esta disposición es perfectamente lógica, porque hasta la persona más sencilla comprende con claridad la enorme influencia que pueden ejercer los miembros de los supremos poderes a favor o en contra de una tesis. Además, el Código Electoral habla de las actividades de los partidos políticos, porque cuando ese código fue redactado, aun no se había establecido el Referéndum. En todo caso, la propia Ley del Referéndum establece que el Código Electoral debe aplicarse, de manera supletoria, para llenar cualquier vacío que la ley del Referéndum contenga. Dice la Ley del Referéndum:

Artículo 5º—Normativa supletoria. Para realizar el Referéndum, se aplicarán, de manera supletoria, las normas contenidas en el Código Electoral

Y si esto no bastara, el Tribunal de elecciones está plenamente facultado y además obligado, por la Constitución para interpretar las leyes electorales (art 102, inc.3). No aplicó la ley, porque su propósito evidente era permitirle a Oscar Arias encabezar la tendencia del SI. Así las cosas, al violar abiertamente la Constitución y las leyes, el Tribunal de elecciones cometió el más grave delito que pueden cometer los jueces: el delito de prevaricato, que consiste en dictar de mala fe, un fallo totalmente contrario a lo dispuesto por la ley. Es el propio Tribunal el que actúa en el terreno de la delincuencia, porque el prevaricato es un delito, cuando inicia de manera abierta, el fraude electoral del Referéndum.

En la práctica, el fraude se inicia cuando Óscar Arias se pone al frente de la campaña del SI y pone a su servicio, todo el gigantesco aparato del Estado. No se detuvieron ante nada: cadenas de televisión, declaraciones oficiales, visitas a las comunidades, ofrecimientos gubernamentales y cualquier otra oportunidad de presencia pública. Toda la actividad pública de un Presidente, junto a los recursos que la acompañan, eran invariablemente usadas por Oscar Arias para impulsar la campaña del SI. Óscar Arias gastó decenas de millones del erario público, de los dineros y los recursos que le han sido dados para gobernar y no para hacer propaganda. La ley del Referéndum es muy clara cuando expresamente señala:

Artículo 20.—Prohibiciones. Establécense las siguientes prohibiciones:
a) Prohíbese al Poder Ejecutivo, las entidades autónomas, las semiautónomas, las empresas del Estado y los demás órganos públicos, utilizar dineros de sus presupuestos para efectuar campañas a favor o en contra de los textos o proyectos sometidos a la consulta del Referéndum; asimismo, queda prohibido usar, para tal fin, dinero procedente del exterior donado por entidades privadas o públicas.


El tribunal de elecciones, de manera impúdica, permitió todo esto sin externar ni poner el menor reparo. El tribunal de elecciones se convirtió así, en una inescrupulosa herramienta utilizada por Oscar Arias para hacer el trabajo sucio y consolidar el fraude.

Cuarto fraude: Las violaciones del tribunal continúan una tras otra, tal como están planteadas pormenorizadamente en la denuncia que presentamos ante la Comisión interamericana de derechos humanos y que encabezan Don José Miguel Corales y Don Carlos Campos. El tribunal le permite a las fuerzas del SI, derrochar dineros hasta el cansancio sin exigirles, estando plenamente facultado para ello, la entrega de cuentas y el origen de los fondos. A vista y paciencia del tribunal se levanta la más desigual contienda con el uso indiscriminado de los grandes medios de comunicación hacia los que fluyen millones y millones sin la menor capacidad de contradicción y menos aún, de equilibrio. El tribunal, naturalmente, no se da por enterado ni hace el menor intento por equilibrar la campaña estando plenamente facultado y expresamente obligado para hacerlo. Veamos lo que dice la ley:

"Artículo 20.—
b) Prohíbese a toda persona física o jurídica extranjera, participar en la recolección de firmas en la solicitud de celebración de la Referéndum, o en campañas de publicidad o propaganda a favor o en contra del proyecto sometido a Referéndum."

Con respecto a este punto, el licenciado Humberto Vargas Carbonell presentó una denuncia contra la Américan Chamber of Comerce, pues esta Cámara, en la que participan un buen número de empresas estadounidenses, fue uno de los más firmes apoyos financieros y publicitarios de la corriente del SI. Como era de esperarse, el tribunal de elecciones se lavó las manos. Los dineros de todo origen siguieron fluyendo a raudales a pesar de que el mismo artículo del Referéndum le exige al tribunal llevar las cuentas cuando dice:

"Para los efectos del inciso c), los medios de comunicación informarán al TSE quien ha contratado la publicación de campos pagados a favor o en contra del proyecto sometido a Referéndum, y el costo de la publicación. El Tribunal llevará un registro de las publicaciones, en el que indicará el costo de estas a fin de corroborar el gasto incurrido por cada persona."

Sobre este asunto de la saturación propagandística del SI y lo relativo al desmedido financiamiento de las empresas trasnacionales junto al grupo más acaudalados del país, nos encontramos con una disposición legal cuyas consecuencias son severísimas. El artículo 152 del código electoral dice textualmente:

"serán sancionados con penas de dos a seis años de prisión:
b) Los Magistrados o funcionarios del Tribunal Supremo de Elecciones y los miembros de las Juntas que contravinieran lo señalado en los artículos 19, 45 y 48..."

Y el artículo 19, es categórico cuando dice:

Artículo 19.- El Tribunal Supremo de Elecciones tendrá las siguientes funciones: …
g) regular y fiscalizar el uso razonable y equitativo de los medios de comunicación colectiva que emplean los partidos políticos para su propaganda electoral, durante el período autorizado por este código (Las negritas son nuestras)

De dos a seis años de prisión, es la pena que señala el código. Nos daríamos por satisfechos si los encarcelan de dos a seis horas.

El SI no solamente inundó con su publicidad los medios, sino que puso en práctica la aplicación sistemática del famoso memorándum, que proponía la desinformación masiva, la mentira, el miedo, el desprestigio y a las más perversas acusaciones, absolutamente infundadas, sobre la supuesta participación y apoyo financiero de gobiernos extranjeros a favor del NO. Sobre la práctica sistemática de ese documento, el tribunal de elecciones, naturalmente, no se dio por enterado y permitió que toda esa suciedad propagandística inundara los medios, sin hacer el menor esfuerzo por detener la avalancha de inmundicia. La perversión de la conciencia ciudadana, el engaño y la mentira difundidos masivamente, son el peor y más dañinos de los fraudes. En este Referéndum no solamente se puso en práctica si no que fue escrito y propuesto en un documento público.

Quinto fraude: Algunas empresas desataron entre sus trabajadores una auténtica campaña de terror: elaboraron listas enteras de supuestos despedidos, amenazaron con cerrar operaciones o disminuirlas al mínimo, en caso de no aprobarse el TLC. Luego aparecieron algunos gerentes dando por un hecho que abandonarían el país en caso de un triunfo del NO. El gerente de la empresa Atlas Eléctrica, expresó en media tregua electoral, que un triunfo del NO les impediría duplicar el número de trabajadores. Al día siguiente del Referéndum, apareció la noticia de que Atlas Eléctrica vendería sus acciones a una empresa mexicana por una suma superior a los $70 millones. Así las cosas, detrás de la amenaza se escondía un puro y simple juego bursátil, usando para ello el miedo contra los trabajadores. Ahora habrá que ver si la empresa compradora, Mabe, no cierra la planta de Costa Rica por considerar que es más rentable producir en México. Muchas empresas colocaban en las fachadas de sus fábricas y comercios rótulos que comprometían la conciencia y la voluntad de miles de trabajadores, convirtiéndolos en masas enteras de personas sumisas y sin conciencia propia.

Los miembros del Poder Ejecutivo, de Oscar Arias para abajo, lanzaron una torrencial campaña de promesas. A todos los lugares donde llegaba Arias, sus ministros y delegados, prometían hasta el cansancio las cosas más absurdas y descabelladas. Todos recordamos las promesas de automóviles y motocicletas de lujo.

El artículo 152 inciso r del Código Electoral, dice:

Artículo 152.- Serán sancionados con pena de dos a seis años de prisión:

r) a quien con dádivas, promesas de dádivas, violencia o amenazas compeliere a otro a adherirse a una candidatura, a votar en determinado sentido o a abstenerse de votar".

Todas estas fechorías el Tribunal de Elecciones las vio, las presenció, las escuchó, tuvo plena conciencia de esta descarada violación de los derechos humanos, pero guardó silencio. Cuadrilla, es como lo llama el derecho penal. Esta forma de fraude se multiplicó a lo largo y ancho del país cuando el gobierno y sus representantes se cansaron, como hemos dicho, de prometer, ofrecer o regalar viviendas, bonos, becas, empleos, alimentos o caminos. Cuando eso no les bastó, se dedicaron simple y llanamente, a la compra de votos. Tocaron puertas de gente humilde, les ofrecieron dinero y lo llevaron a votar por el SI. Sobre las amenazas y la compra de votos, hemos obtenido dramáticos testimonios y las denuncias de Don Rolando Araya, son conmovedoras

Sexto fraude: Durante los tres últimos días, cuando existía la prohibición expresa de hacer publicidad a favor de alguna tendencia, Óscar Arias y su gente desataron la más escandalosa campaña de terrorismo de estado y de chantaje público, con nuevas y reiteradas amenazas sobre la supuesta liquidación de las relaciones comerciales con los Estados Unidos. Algunos de los grandes medios de comunicación, de prensa radio y televisión, se convirtieron en la herramienta idónea para violar, una y otra vez la orden de abstención publicitaria. Se dieron maña para enmascararla bajo la cubierta de noticias, como fue la abierta intromisión de CNN que puso a un energúmeno a difundir falacias y tal como ocurrió con las declaraciones de una funcionaria gringa. Poco después el propio embajador estadounidense confesó públicamente, que él había fraguado la maniobra. Esto último es especialmente grave, pues constituye la abierta y descarada intromisión del Gobierno de GW Bush en nuestros asuntos internos. Aunque lanzarnos una carta llena de amenazas, resulta más piadoso que los miles de bombas lanzados contra el pueblo iraquí.

Los más altos funcionarios del estado aparecieron en varias entrevistas, cuando ya no era legalmente posible hacerlo. El mismo día del Referéndum, los principales canales de televisión, incluido canal 13, que jugó en toda esta campaña un vergonzoso papel, como lo han denunciado los propios trabajadores del SINART, transmitieron desde muy temprano en la mañana, largas entrevistas con los principales personeros del gobierno.

Las experiencias vividas

Sé que muchos compañeros y compañeras vivieron en carne propia decenas de experiencias particulares que podríamos incluir en este breve memorial del fraude y el engaño. A todos les sugerimos que las hagan llegar, debidamente testimoniadas o documentadas, al correo del Lic José Miguel Corrales, quien las hará llegar ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Es por eso que nadie puede hablar o referirse a los resultados de este proceso, sin hablar de la presencia ominosa de un fraude. No hablar de fraude significaría ocultarle a nuestro pueblo, el hecho terrible de que miles y miles de ciudadanos fueron víctimas de la agresión moral o psicológica, de la potencia enajenante de la abrumadora publicidad del SI, de sus amenazas y trampas. Este fraude se consumó antes de que muchas de las víctimas asistieron al recinto electoral. No hablar de fraude es falsear la verdad, es ocultar el hecho más grave y reiterado en este y otros procesos electorales, pero expresado y realizado como nunca en la historia de Costa Rica.

El pueblo costarricense debe saber, y en primer lugar los compañeros y compañeras de los COMITÉS PATRIÓTICOS, que las fuerzas descomunales del poder y del dinero, mancomunaron los intereses de los grandes consorcios multinacionales con los intereses de la nueva oligarquía costarricense, para acometer juntos el mayor fraude electoral de los últimos 50 años.

Nuestro pueblo no ha sido derrotado

De modo que nuestro pueblo no ha sido derrotado. Nadie tiene que sentirse entristecido, amargado y menos derrotado por cualquier resultado adverso. Solo cabe la tristeza cuando no se tiene perfectamente claro en la conciencia, que ese resultado proviene de un fraude. Si nuestro pueblo lo comprende, mantendrá intacta la confianza en sí mismo, en la fuerza ascendente de este formidable movimiento cuya representación más viva y novedosa son los COMITÉS PATRIÓTICOS. Por el contrario, si le ocultamos el fraude y aceptamos un resultado puramente numérico, entonces el pueblo jamás comprenderá las razones de su aparente derrota y no se indignará ante la diabólica maquinaria que fue construida y puesta en marcha para burlar su voluntad.

El pueblo costarricense, las organizaciones cívicas y sociales como los sindicatos y algunos partidos que aportaron extraordinarios esfuerzos en esta lucha, deben tomar en sus manos la tarea de fortalecer los Comités. Porque si los COMITÉS PATRIÓTICOS se fortalecen y en vez de bajar la guardia se consolidan como formas inéditas y a la vez extraordinarias de la organización popular, podemos asegurar que toda la conciencia que hemos acumulado hasta hoy, se convertirá en la fuerza que construirá la nueva Costa Rica.

No se trata de discutir en este momento, aunque tendremos que hacerlo de manera pormenorizada después, todo lo malo que hicimos y todos los errores que cometimos en este proceso. De manera muy rápida nos sentimos obligados a afirmar que, una vez más, ante el más importante movimiento de su historia, se produjo un auténtico vacío de conducción. Esta afirmación no niega el magnífico papel jugado por el compañero Eugenio Trejos y otros respetables dirigentes cívicos, sindicales y políticos entre quienes están algunos valerosos parlamentarios, cuya entereza y claridad continúa sirviendo de guía a amplios sectores sociales.

El Referéndum sirvió para elevar la conciencia de miles y miles

Pero aún hoy, subsisten rencillas y resquemores y hasta odios personales que no han podido ser atenuados. Cuando nosotros en la Convergencia Patriótica decidimos impulsar el Referéndum, estábamos muy lejos de imaginar la forma en que la conciencia del pueblo rompería las amarras que la tenían retenida. No imaginábamos como en pocos meses, por no decir semanas, el saldo de frustración y enojo ante la politiquería y el neoliberalismo, se convertiría en una fuerza de proporciones gigantescas. El pueblo no esperó a que las direcciones cívicas o políticas se pusieran de acuerdo sino que superó todos los desencuentros y malentendidos, superó a sindicatos y partidos y se dio a la tarea de construir esa maravillosa red ciudadana que son los COMITÉS PATRIÓTICOS. El vacío de conducción fue compensado por formas de organización que poco a poco representaron no sólo una dirección alternativa, aunque localmente limitada, sino un embrión de un poder social real, verdaderamente alternativo al poder formal que la nueva oligarquía y sus aliados mantienen a través del aparato del estado.

Nosotros, queridos compañeros y compañeras, estamos obligados a comprender este nuevo fenómeno de la vida política y social de Costa Rica y a poner en juego toda nuestra capacidad, flexibilidad, inteligencia y voluntad de lucha, para evitar que este logro, este saldo maravilloso y único de la lucha emprendida por todos, sea frustrado por nuevas divisiones y discusiones banales. Un compañero decía que no es lo mismo estar juntos que estar unidos. Pero en las maravillosas movilizaciones sociales e incluso en el propio día “R”, los COMITÉS PATRIÓTICOS demostraron que estaban juntos y que estaban unidos.

No debemos sentir el menor celo ni expresar el menor sentimiento sectario. Porque los COMITÉS PATRIÓTICOS hayan rebasado las formas organizativas de que provienen de muchos de sus miembros, no significa que las hayan destruido o abandonado. En estos días hemos escuchado y leído hermosas declaraciones de dirigentes políticos y sindicales, llamando a la consolidación y a la unidad de los COMITÉS PATRIÓTICOS. En su batalla ideológica y práctica contra un descomunal y despiadado enemigo, todos los luchadores cívicos han conservado sus referentes organizativos originarios. Eso puede continuar así, pero nadie debe intentar cambiar la naturaleza de los Comités, para apropiárselos o manipularlos.

Nuestra obligación de demostrarle a nuestro pueblo el fraude de que fue víctima, es el mejor medio para que conserve intacta su moral y su voluntad de lucha. Lo repetimos una vez más, el pueblo no ha sido derrotado; fue víctima de un engaño y de un fraude.

Lo que sigue

Nuestra propuesta es muy simple:

1- debemos proponerles a los COMITÉS PATRIÓTICOS la posibilidad de reunirse y agrupar al mayor número de representantes posibles de sus activistas y dirigentes, debidamente acreditados y provenientes de las regiones o de todo el país, a fin de realizar el juramento, sobre un texto escrito y la bandera de Costa Rica, de permanecer unidos como la expresión más viva, democrática y patriótica de nuestro pueblo.

2- Es necesario que los Comités elaboren ellos mismos el borrador de un plan de organización preferiblemente nacional, junto a un programa mínimo de lucha, de modo que mantengan activa su organización y su trabajo de reflexión y acción.

Consideramos que ese programa mínimo debe contener, entre otros, a al menos varios puntos:

A- debe contener la decisión de rechazar como una derrota y sin ninguna clase de dudas, el resultado del Referéndum ejecutivo, por ser el producto de maniobras fraudulentas como se ha explicado en este documento. El pueblo debe estar informado sobre las incontables violaciones a la Constitución y las leyes provocadas por el Tribunal de elecciones en el proceso de Referéndum. Ese rechazo significa que no aceptamos ninguna de las implicaciones del TLC y que fueron supuestamente aprobadas en el Referéndum ejecutivo del pasado domingo 7 de octubre. No debemos tener ningún temor cuando afirmemos que el fraude fue lo que produjo el resultado del escrutinio. Porque el pueblo, en el pasado, ha sido conducido al error muchas veces. Pero incluso si el grupo gubernamental del SI hubiera obtenido el 80%, el 90% o el 95% de los votos, eso no haría menos entreguista ni filibustera la propuesta del TLC.

B- el programa mínimo debe incluir la aprobación de un ordenado plan de lucha contra la llamada agenda complementaria o de implementación, que contiene las leyes que provocarían el desmantelamiento de nuestras instituciones fundamentales como el ICE fue el INS, la entrega de recursos naturales o la imposición de leyes sobre propiedad intelectual absolutamente contrarias a los intereses nacionales.

Estas leyes complementarias son el motor del TLC. Ellas representan el corazón de los gigantescos negocios que las clases acaudaladas de nuestro país intentan realizar cuando logren robarle al pueblo costarricense, los monopolios de telecomunicaciones y seguros junto a las riquezas naturales, como el agua o los recursos marinos, hoy en manos nacionales. El compañero Carlos Campos señalaba la paradoja de que es víctima el gobierno. "Ellos tienen, decía, el 100% de nada". En realidad así es. Pues mientras no aprueben esas leyes complementarias, el TLC no puede entrar en vigencia, del mismo modo que un carro no puede caminar sin motor. Arias y su piensan que ganaron el Referéndum, pero aun no tienen el TLC.

Nadie debe sentirse cansado, agotado y mucho menos frustrado. Ahora nos toca detener esas leyes llamadas complementarias. Para eso necesitamos el mismo vigor y entusiasmo patriótico, la misma voluntad, inteligencia y espíritu unitario que mantuvimos en la etapa que acaba de culminar. Para eso necesitamos una unidad aun más sólida, una coordinación más clara y unos diputados aun más firmes.

Este plan o programa de lucha en manos de los COMITÉS PATRIÓTICOS, debe incluir el estudio sistemático de las llamadas leyes complementarias y la entrega a todas las comunidades de Costa Rica, de los estudios correspondientes expuestos de manera clara y comprensiva. En ellos quedará demostrado el carácter inconstitucional, antinacional y entreguista de esas leyes.

C- el programa debe definir con la mayor claridad posible, la verdadera naturaleza de los COMITÉS PATRIÓTICOS. Este documento es una modesta contribución a ese esfuerzo.

Queridos compañeros compañeras, Óscar Arias y las camarillas que pretenden haber triunfado en su empeño por apoderarse de Costa Rica, no han hecho más que estimular nuestra voluntad de lucha. Con esa voluntad permaneceremos firmes y decididos hasta que la verdad florezca, hasta que se haga la luz de la libertad y la justicia, la luz de la verdad, auque sea solo un pequeño rayo de luz, o un pequeño rayo de esperanza. Porque no es tanto por nosotros, sino por nuestros hijos, por los miles de compatriotas que aun no han nacido. Como decía el poeta venezolano Andrés Eloy Blanco, "porque basta para que salga toda la luz de un niño, una rendija china o una mirada japonesa".

Compañeros y compañeras: hemos luchado más en estos últimos meses. Porque hemos luchado, hemos avanzado. Juntos hemos avanzado por un camino propio, hemos caminado con nuestros propios pies y hemos pensado con nuestra propia cabeza y solo ese camino conduce a la victoria.

Curridabat. Octubre de 2007
caminopropio@racasa.co.cr
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About Ricardo Abud (Chamosaurio)

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