EXISTE DIOS?
Jose Valera El Charrua Latinoamericano
Si solo la quinta parte de la humanidad vertiera parte de lo logrado en sus vidas, hacia seres humanos que necesitan nuestra ayuda en claro agradecimiento al Creador. Seguramente los niños desnutridos de América Latina no existirían, al igual que la tristemente celebre hambruna del continente africano.
Los ateos tampoco son inocentes al veredicto, porque deben un agradecimiento a la vida que fue generosa con ellos.
Es por eso que me cuesta creer que Dios nos hizo a su semejanza.
Animales pensantes amantes de la destrucción.
Millones de veces vemos atletas de todas las latitudes del planeta, levantar su rostro al cielo o persignándose en momentos que la gloria los acaricia y muy pocos son los que hacen algo al respecto.
Gobernantes del mundo han pasado y pasaran llenos de egoísmos sin pasar jamás de un estúpido y vació discurso.
Es tan simple de entender...
Cualquier ser humano que tenga un techo para vivir, alimentos para su familia, dinero para el colegio de sus hijos y para sus elementales necesidades...
Es millonario a los ojos de los niños que no pueden llevar a sus bocas un trozo de arepa o un simple pedazo de pan.
¿Qué hacemos al respecto...como es posible que durmamos tranquilos en las noches a sabiendas del sufrimiento de millones y millones de seres humanos?
Ellos esperan por nuestra ayuda, porque levantemos nuestro grito de rebeldía, para gritar al mundo que estas cosas no pueden pasar.
Ellos esperan...también otros esperan...son los que se alimentan de nuestro silencio.
(...) No se que carajo quise escribir, solo se que una foto que vi por Internet, es la culpable de esta tristeza que cargo dentro y no la puedo alejar.
Si alguno de ustedes cree que es importante esta simpleza...pásenlo...quizás ellos te lo agradezcan algún día.
LA FOTO DE MI TRISTEZA
Jose Valera El Charrua Latinoamericano
Si solo la quinta parte de la humanidad vertiera parte de lo logrado en sus vidas, hacia seres humanos que necesitan nuestra ayuda en claro agradecimiento al Creador. Seguramente los niños desnutridos de América Latina no existirían, al igual que la tristemente celebre hambruna del continente africano.
Los ateos tampoco son inocentes al veredicto, porque deben un agradecimiento a la vida que fue generosa con ellos.
Es por eso que me cuesta creer que Dios nos hizo a su semejanza.
Animales pensantes amantes de la destrucción.
Millones de veces vemos atletas de todas las latitudes del planeta, levantar su rostro al cielo o persignándose en momentos que la gloria los acaricia y muy pocos son los que hacen algo al respecto.
Gobernantes del mundo han pasado y pasaran llenos de egoísmos sin pasar jamás de un estúpido y vació discurso.
Es tan simple de entender...
Cualquier ser humano que tenga un techo para vivir, alimentos para su familia, dinero para el colegio de sus hijos y para sus elementales necesidades...
Es millonario a los ojos de los niños que no pueden llevar a sus bocas un trozo de arepa o un simple pedazo de pan.
¿Qué hacemos al respecto...como es posible que durmamos tranquilos en las noches a sabiendas del sufrimiento de millones y millones de seres humanos?
Ellos esperan por nuestra ayuda, porque levantemos nuestro grito de rebeldía, para gritar al mundo que estas cosas no pueden pasar.
Ellos esperan...también otros esperan...son los que se alimentan de nuestro silencio.
(...) No se que carajo quise escribir, solo se que una foto que vi por Internet, es la culpable de esta tristeza que cargo dentro y no la puedo alejar.
Si alguno de ustedes cree que es importante esta simpleza...pásenlo...quizás ellos te lo agradezcan algún día.
LA FOTO DE MI TRISTEZA
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