El porqué de la oposición de la oligarquía decadente, a la reforma constitucional

El porqué de la oposición de la oligarquía decadente, a la reforma constitucional
Jouseff Kan


En estos días se debate sobre la propuesta del presidente Chávez para reformar 33 artículos de la constitución nacional y luego ampliada esta propuesta a 58 artículos, con los reformulados por La Asamblea Nacional.

Lo que esta en juego sobre el tablero nacional no es otra cosa que el surgimiento de un sistema o modo de producción sobre otro que ya está en decadencia y vetusto, el cual se niega a fenecer, para dar paso a un sistema de vida mas humanitario, donde el hombre pasa a ser protagonista de su propio destino y la sociedad necesariamente tiende a transformarse. Es así el estado pasa a ser, de un ente pasivo, sin poder alguno, sobre la producción de nuestros principales recursos naturales, a un estado poderoso, propietario de nuestra principal industria petrolera, del aluminio, del gas y otros recursos naturales.

La plusvalía de la explotación económica, se invierte en obras sociales, en proyectos económicos, educativos y otros, que benefician a las clases más desposeídas y excluidas de nuestra sociedad. Este es precisamente el centro de la contradicción que tienen las viejas clases hegemónicas con la instauración de nuevas relaciones económicas, que permiten distribuir los enormes recursos económicos, que anteriormente se diluían entre la obsoleta oligarquía, la partidocracia burocrática, la nueva meritocracia petrolera, los cuales estaban al servicio lacayuno de las empresas multinacionales, que al fin y al cabo eran las que disfrutaban de los enormes beneficios, que obtenían de la explotación de nuestros recursos naturales y contribuían a mantener el sistema capitalista del imperio representado no solamente por los EEUU, sino también por La Unión Europea y Japón. De tal manera que el meollo de la cuestión es que existen unas nuevas relaciones de producción, que pugnan por imponerse, ante la resistencia de la vieja y decadente oligarquía nacional, que hace esfuerzos por mantenerse en plan hegemónico dentro de la sociedad.

En el plano comunicacional se esta realizando una pelea a cuchillo por mantener la hegemonía mediática en manos de oligarcas criollos de siempre, ante el empuje de nuevos medios alternativos, que representan a extensos sectores de la población, que nunca habían tenido posibilidad de acceso a los mismos.

Lo sucedido con PDVSA es histórico y le permite al estado el control total de la producción petrolera, con el desarrollo de planes: educativos, de salud, económicos, sociales, ambientales, etc. Lo que permite que una gran parte de la población excluida disfrute de una vida digna y mejor. Se ha marcado un hito que permite afirmar, que Venezuela sino lo ha logrado totalmente, al menos ha avanzado a pasos agigantados, en aras de lograr su independencia económica.

La revolución en materia petroquímica nos permite afirmar que con el control de la producción del gas por el estado y el desarrollo de industrias aguas abajo, en poco tiempo pasaremos a ser una potencia mundial en esta área. Lo mismo es de suponer sucederá con el hierro y el aluminio, para lo cual es imprescindible la obtención de tecnología necesaria para transformar estas materias primas en producto de consumo, mediante la firma de convenios estratégicos con países no alineados.

Entonces es necesario para lograr los planes de desarrollo, la presencia de un estado fuerte, que pueda intervenir en áreas de la economía consideradas estratégicas y que se encontraban enquistadas, durmiendo el sueño eterno, sin posibilidades de desarrollarse de acuerdo al esquema Neoliberal existente en el pasado. Lo mismo ocurrió con la agricultura, la cría, actividades enclaustradas dentro de un modelo de producción feudal, conviviendo con una insipiente agroindustria monopólica y una oligarquía parasitaria, disfrutando de fronteras libres y puertos abiertos, para lograr la consecución de los productos finales, que el país no producía por su propia desidia y así obtener enormes beneficios de esta economía, auspiciada por La CEPAL. Es por ello que es fundamental el desarrollo de la nueva geometría del poder, que permita incorporar a sectores deprimidos al desarrollo económico y social y lograr una nueva distribución de la población diseminados como cinturones de miseria alrededor de las grandes capitales, puertos y costas venezolanas.

En el aspecto político es necesario acabar con los principados feudales, en que se han convertido las gobernaciones y alcaldías, que convivieron con el latifundio a espaldas del pueblo que los eligió. Por lo tanto es necesario el surgimiento de un nuevo poder, el poder popular, que insurja, para lograr nuevas relaciones, mas dinámicas y acordes con las grandes masas de excluidos, para lograr su consolidación económica y social deseadas. Es por ello que se pretende negar al estado su capacidad de respuesta inmediata en casos de excepción, o situaciones extremas (artículo 337), para poder derrocarlo, como sucedió el 11 de Abril del 2002, donde no contaba el gobierno con la posibilidad de suspender las garantías constitucionales. De esta manera se daría al traste con las legitimas aspiraciones de un pueblo, con ansias de revolución para lograr un mejor vivir.

En el campo educativo, las universidades se han dedicado a formar profesionales que están a espaldas del desarrollo del país, como sucede con los médicos, que lejos de incorporarse a campañas como Barrio Adentro, se auto excluyen dejando el camino abierto para que profesionales cubanos asuman el plan de salud, bandera del gobierno venezolano.

En otros campos, como la ingeniería espacial, no estamos capacitados, como por ejemplo la comunicación satelital, donde el estado ha tenido que invertir enormes cantidades de dinero, para instruir a cientos de nuestros ingenieros en la república de China, para poder asumir el próximo lanzamiento de nuestro Satélite comunicacional “Simón Bolívar”.

En el área de la medicina nuclear, no es menos notoria nuestra dependencia tecnológica, lo que coloca al país en franca dependencia, sin posibilidad de lograr su liberación, puesto que las universidades y centros de investigaciones científicas y tecnológicas no han estado a la altura de los requerimientos necesarios para el desarrollo integral del país. Por lo tanto es necesaria la firma de convenios estratégicos con países como Rusia. China, Irán y otros no alineados, para tratar de obtener mediante los mismos la tecnología necesaria, para nuestro desarrollo y de una vez por todas llevar estos adelantos y tecnologías a nuestras universidades, secuestradas por elites o claustros, que no aportan lo que requiere el desarrollo de la nación. Es por ello que debemos democratizar estos centros de estudios, convirtiendo a los mismos en centros donde se incluya, se popularice y se cambien los paradigmas educativos para lograr que estén al servicio del desarrollo de la nación.

Jouseff Kan

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About Ricardo Abud (Chamosaurio)

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