Centralización de la salud.

Centralización de la salud, y justo necesario.

Muchos opositores han centrado sus baterías en lo constitucional o no de centralizar la salud nuevamente, su discurso populista y antidemocrático los pone al descubierto una vez más.

La descentralización de la salud fue la más perversa satanización de los otroras gobiernos adeco-copeyanos y la mejor forma de asesinar a nuestro pueblo. La idea de dar a los gobiernos locales la tutela de políticas en materia de salud lejos de contribuir con las soluciones a eliminar el caos en que estábamos sumergidos por estos degenerados, ha incrementado el problema. Las políticas macro del Estado venezolano en materia de salud dejaron de existir con la descentralización.

El Ministerio de Salud aprueba cada año ejercicios presupuestarios para los estados descentralizados, estos recursos son trasferidos a las gobernaciones. Posteriormente, y cuando les da la gana a los gobernadores, liberan los recursos (si no son desviados o represados) a los Institutos de Salud correspondientes y estos son los encargados de ejecutar el presupuesto, ya que los mismos son Institutos autónomos.

¿Por qué no ha sido ineficiente la descentralización?
Los Institutos de Salud (autónomos) fueron trasformados por los gobiernos adeco-copeyanos en una guarida de perversión burocracia y corrupción.
Las nóminas de estos Institutos en lo que va del proceso de descentralización se ha elevado en más del 100% en el mejor de los casos, lo que se ha transformado en una carga presupuestaria muy grande, donde los recursos aprobados por el Ministerio de Salud se desvanecen en pago de nominas, las mismas llegan a ocupar hasta un 80% del presupuesto anual, restando sólo un 20% para la dotación y mantenimiento de los hospitales.

Es algo común ver en estos Institutos empleados fijos, contratados fijos, contratados suplentes, así como eventuales (empleados y obreros). Usted puede observar que existen en nómina hasta 10 chóferes, y no hay ambulancias, ascensoristas y las estructuras de esos hospitales son de una planta. Los empleados fijos son reposeros, de ahí que se contrate personal para que haga el trabajo. El desastre administrativo es total en cuanto a recursos humanos, sin hablar de las nóminas doble, los contratados que entran a laborar no se les hace firmar contrato, el ingreso de personal se maneja sin apego a normas de reclutamiento, no se aplican los registros de asignación de cargos (RAC), se pagan prestaciones sociales con cargo a los fideicomisos constituidos en la ocasión de la transferencia (proceso de descentralización), no se aperturan expedientes a los nuevos funcionarios que ingresan. En fin, la anarquía es absoluta.

Una vez llegada la descentralización, los bienes que poseían los entes de salud del Estado pasaron a ser posesión de los nuevos Institutos a través de actas de transferencia en algunos casos, ya que en muchos de estos Institutos todavía no se han hecho estas actas de transferencia. Ahora bien, muchos de esos bienes ya no existen, ya que teóricamente nunca fueron transferidos, es necesario preguntarse ¿Qué pasó con estos bienes? ¿Donde están?, ¿Cómo fue el tratamiento de desincorparación, si es que fueron desincorporados? ¿Qué hacer ante el vació administrativo? ¿Quién responde por esos bienes? Es tan grave el problema, pero tan grave, que se han llegado a vender dispensarios, establecidos en casas rurales, e incluso donación de ambulancias. ¿Quién responde por todo esto? ¿La descentralización?
¿Cómo queda la atención a la salud en estos estados, si el 80% de los recursos son para el pago de personal, que por cierto, en el mejor de los casos sólo es de un 20% para profesionales de la salud (médicos, enfermeras etc.). Claro, pero la oposición inteligente de este país reclama más autonomía a la anarquía.

No entender que la descentralización solo ha servido para crear principados, donde los mandatarios regionales hacen y deshacen en nombre de la revolución, la ridiculez es el axioma de estos nuevos revolucionarios, algunos gobernadores tienen hasta su programa ALO GOBERNADOR, emulando solo al presidente en eso, ya que los hechos demuestran que la gran mayoría son revocables, por su escasa labor en función de las grandes mayorías, el egoísmo se apropio de sus entrañas, no piensan en el bien común, desde el mismo momento en que dejan represar los recurso que el ministerio les envía, para ser adjudicados a esos institutos, muy pocos hacen aportes propios y se despreocupan del sector salud. La mala conducta se ha vuelto costumbre en estos “revolucionarios” no tienen razón suficiente para trabajar por el colectivo.

La centralización es un gran avance para el desarrollo de políticas macro en materia de salud, mas no un acto inconstitucional, es una reivindicación de los desposeídos de este país, no podemos seguir pasivos ante el derroche de corrupción de algunos “revolucionarios” la salud esta consagrada en la constitución y el estado venezolano debe garantizarla, muy a pesar de esos opositores minusvalidos políticamente, así como de príncipes o reyecitos regionales.

La salud es un derecho que nos confisco la descentralización se hace necesario retomar las banderas y centralizar el sector.

Patria Socialismo o Muerte… Venceremos.
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About Ricardo Abud (Chamosaurio)

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