Abusos laborales del Embajador en Londres
Carta abierta al Canciller de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás Maduro
Por: Círculo Bolivariano de Londres / Círculo Bolivariano del Reino Unido “Isaías Medina Angarita”
Señor Canciller:
Es realmente triste y lamentable que dentro de este hermoso Proceso Bolivariano que por primera vez en la historia de Venezuela ha puesto como centro de la acción Gubernamental al Ser Humano, se violen los derechos humanos y laborales de los trabajadores tal como sucede con los empleados locales al servicio de la Representación Diplomática de Venezuela en el Reino Unido.
El caso de la Sra. Libia Marulanda, por sólo mencionar el más reciente, representa un vivo ejemplo de los atropellos y maltratos que se cometen en esta jurisdicción con el personal local, y a él nos queremos referir a través de esta misiva.
El asunto es Sr. Canciller, que la Sra.Marulanda después de 18 años de servicio ininterrumpido en la residencia de los Embajadores de Venezuela en Londres, fue despedida por el Embajador Alfredo Toro Hardy, lo cual desde el punto de vista laboral constituye simplemente un movimiento de personal, y en este caso de desincorporación; pero lo grave de este asunto es el cómo y las circunstancias bajo las cuales el Embajador Alfredo Toro Hardy efectuó tal despido, aspectos todos que le detallamos a continuación:
1. La Sra. Marulanda se encontraba de reposo médico para el momento en que el Embajador decidió su despido. Para justificar su acción ante la Cancillería, el Embajador Toro alegó que la enfermedad de la Sra. Marulanda era falsa y que los reposos médicos que ella le había presentado eran producto de la permisividad del sistema inglés. Con esta acción arbitraria y consideramos que ilegal, desde nuestro punto de vista el Embajador comete una doble difamación: Una hacia la Sra. Marulanda al tratar sus pruebas como falsas sin tener sustento alguno para ello y otra hacia el sistema nacional de salud británico al calificarlo de ineficiente. En este punto es importante señalar, que la Sra. Marulanda cuenta con todas las pruebas necesarias para probar la veracidad de su estado de salud, las cuales están por supuesto a su disposición.
2. La Sra. Marulanda, al igual que sucede con los demás empleados locales, no cuenta con beneficios sociales de ningún tipo ni en Venezuela ni en Reino Unido, ya que la Embajada nunca ha cotizado por el personal local, ni ha cumplido con los requisitos de la ley inglesa para garantizarles su seguridad social.
3. A raíz de la situación antes descrita, por demás insólita en tiempos de la Revolución Bolivariana, cuyo Gobierno ha sido el único en reivindicar los derechos de los trabajadores y está saldando la inmensa deuda social y laboral heredada de la cuarta República, se derivan una serie de atropellos y abusos de poder por parte del Embajador Toro Hardy en contra de la Sra. Marulanda, sobre los cuales queremos llamar con urgencia su atención.
A los fines de despedir a la Sra. Marulanda de acuerdo con la legislación Británica (a pesar de que la Sra. Marulanda le solicitó al Sr. Embajador fuera tratado bajo las leyes laborales venezolanas) y desalojarla del apartamento de la conserjería de la Embajada el cual siguió habitando por encontrarse enferma, sin trabajo y sin dinero, el Embajador Toro Hardy ha hecho uso de privilegios diplomáticos consagrados en el tratado de Viena tales como la extraterritoriedad y la inmunidad para “pisar como a una cucaracha” según sus propias palabras, a la Sra. Marulanda.
Para ello, el Embajador Toro Hardy ha pagado cuantiosas sumas de dinero a los abogados ingleses que ha contratado para demandar ante los tribunales Británicos a la Sra. Marulanda, para que alegando inmunidad diplomática estos se vean obligados a fallar a su favor. Consideramos esta situación vergonzosa porque Venezuela no necesita de las leyes de otro país para resolver sus problemas, y por la otra, consideramos absolutamente inaceptable que el Embajador haga uso de todos los recursos que le confía el Estado Venezolano para trabajar por Venezuela y por los venezolanos que aquí residimos para perjudicar a una Compatriota, tal como lo está haciendo con la Sra. Marulanda, y más grave aún, bajo una circunstancia totalmente asimétrica, ya que la Sra. Marulanda no cuenta ni con los recursos ni con el peso institucional del Embajador. Todo esto, unido también al hecho de que no hay otra instancia venezolana que pueda asistir a la Sra. Marulanda en esta jurisdicción, con el agravante de que el único vocero oficial de lo que aquí sucede hacia Venezuela es el Embajador. Al día de hoy, la Sra. Marulanda ha recibido la solicitud de desalojo de un tribunal londinense, está enferma sin trabajo, sin beneficios sociales y sin recibir su liquidación.
Sr. Canciller, este no ha sido el único caso de esta naturaleza que se ha presentado con el Embajador Toro Hardy, pues otros empleados locales de la Embajada han sufrido una situación similar sin que todavía la hayan podido resolver. Sin embargo, vale la pena señalar que contrasta el trato preferencial que, como empleada local, recibió la Sra. Gloria Carnevalli por parte del Embajador Toro Hardy. La Sra. Carnevalli, luego de haber ocupado el cargo de Agregada Cultural durante 14 años siendo empleada local, con el agravante de que este cargo es para ser ocupado por un funcionario diplomático tuvo que ser desincorporada del cargo; pero ella no sufrió el mismo destino de la Sra. Marulanda y de otros empleados locales, a ella se le creó un cargo como encargada del Bolívar Hall, y además, se le asignaron DOS (2) asistentes, mientras que la propia Agregaduría Cultural no cuenta siquiera con un empleado, y el déficit de personal en la Sección Consular hace de los servicios que presta muy lentos y en muchos casos ineficientes. Importante también es hacer de su conocimiento, que la Sra. Carnevalli desde hace 14 años ha hecho uso personal de las instalaciones de la casa Miranda. Allí ha hecho vida junto a su familia. Sin embargo, esas mismas instalaciones les han sido negadas a venezolanos de bajos recursos que con gran esfuerzo y gracias a la solidaridad de amigos y vecinos han venido con gran esfuerzo al Reino Unido a visitar a sus familiares presos, entre otros casos que pudiésemos mencionar.
Para finalizar Sr. Canciller, sólo quisiéramos señalarle que la Sra. Marulanda ha acudido a la Cancillería solicitando ayuda sin que hasta el momento haya obtenido siquiera una respuesta.
Es por ello, que le lanzamos esta petición que podríamos calificar de “desesperada”, para que por favor tome las medidas necesarias para que estos planteamientos sean atendidos y se les de respuesta desde Venezuela, ya que el Embajador ha demostrado no entender lo que es justicia social. Lo que le exponemos en esta misiva es sólo una muy pequeñísima muestra de las irregularidades que se suceden en esta representación diplomática. Todo cuanto le hemos descrito es comprobable. Por favor Sr. Canciller, es necesario que la Revolución Bolivariana se haga sentir en la Cancillería y las representaciones diplomáticas en el mundo que como la de Londres, funcionan al más puro estilo de la cuarta República, con muy pocas y honradas excepciones.
Sr. Canciller, reconocemos el arduo e importante trabajo que ha venido realizando al frente de la Cancillería Venezolana, pero ¿cuándo se le va a dar cabida al pueblo venezolano para que comience a modelar la Diplomacia Bolivariana que requiere el país y el socialismo del siglo XXI?
Esperamos optimistas considere nuestros planteamientos.
Reciba un sentido saludo Bolivariano y Revolucionario de parte de los integrantes de:
Círculo Bolivariano de Londres
Círculo Bolivariano del Reino Unido “Isaías Medina Angarita”
cbisaiasmedina@yahoo.co.uk
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Buenos Dias...
ResponderBorrarSeñor yo no lo conozco y mucho menos conozco al Ciudadano Embajador de Venezuela en el Reino Unido pero si conozco las leyes y los procedimientos que rigen a la Cancilleria... y le informo que la señora Marulanda no puede por ningun motivo someterse a la leyes de la Republica Bolivariana de Venezuela, ya que la misma para trabajar en nuestra sede diplomatica debe de tener permisos laborales del Reino Unido... y refente a la supuesta deuda que mantiene nuestro Estado con la Seguridad Social de ese País, hago de su conocimiento que nuestro pais no tiene pasivos laborales... Ahora si tendriamos que ver, como esta Viviendo la Sra. Marulanda alla, es decir, tiene visa de trabajo? es ciudadana Residente? tienes todos sus papeles en regla? Si la Señora Marulanda tiene algun problema con el trato recibido por el Ciudadano Embajador, debe de enviar una carta al Ciudadano Canciller con copia al Viceministro de Europa para que ellos estudien su situacion y exista una pronunciacion oficial al respecto...
PD. todo despido realizado por la cancilleria es analizada antes de ser aprobada...