Puerto La Cruz-Barcelona

Puerto La Cruz-Barcelona
¿Venecia mirandina?
Escrito por: Arnulfo Poyer Márquez

Entre los pasajes más extravagantes de la vida de Miranda está sin duda el que le aconteció en la Venecia de entonces, en plena decadencia su poder marítimo y comercial.

La ciudad palafítica al igual que la Francia borbónica -a punto de explosión revolucionaria-, impactó la mirada del viajero caraqueño desde el mar a lo lejos, la cúpula arrogante de la basílica de San Marcos, sus torres brillantes y opulentas brindaban su tornasolada bienvenida. Muy poco duró el encanto. Ya había sido advertido, pero otra cosa era vivirlo; soportarlo. A pocos metros del muelle la pestilencia a excrementos humanos era asaz insoportable, aunque sólo para visitantes no para locales, que tenían por normal costumbre defecar en cualquier orilla de muelle, rincón de calle, de modo que atravesar la ciudad a pie era labor de locos, para eso estaban las góndolas estiradas. Gozaban libres de ese yugo, las cercanías de palacios, la plaza y basílica de San Marcos, su museo, redimidos de la gracia veneciana como el propio Miranda las apodaba. Claro, los domicilios adolecían de sanitarios, placer de ricos, que podían desembocar sus heces sibaritas al mismo mar de los pobres, pero desde un retrete dentro de sus casas.

Las "cúpulas parabólicas" de blancas torres, espigados hoteles, deliciosos town houses, la hermosa vista nocturna de luces encendidas son un hollejo que esconde la vida castigada, tal cual el junco de los ancestrales pantanos de Maracapana, hoy manto de aguas infestadas que apenas disimulan el agua insana que la sobrevive. Es apenas el hollejo de la decadencia que soporta la hermosa bahía nororiental, cascarón de lo que es hoy Puerto La Cruz y Barcelona. El petróleo ha definido dos clases sociales perfectamente destacadas: Los que viven dentro del aire acondicionado y vidrios ahumados y los que están fuera. Y esto es otra membrana interior. No hacen falta que sean oposición y gobierno, chavistas o no; los air condicionated people, o primera clase, anida a unos y otros, como a unos y otros agrupa los que no pueden darse este lujo, la otra clase; aquellos saltan de aire acondicionado a otro aire acondicionado, casa, auto, oficina, supermercado, lentes de sol acondicionados para no ver a los costados. La segunda clase, la de los ventiladores (utensilio más importante que una cocina), es un mundo asfixiante de ventorrillos de reggetón emperador, no solo de buhoneros, también de puntos estables dentro de una vorágine que junta a una y otra clase en una babilón de aguas verdes en cotidiana santa paz. Es imposible una crítica en tan poca distancia de un artículo, de modo que solo titulares de lo que allí acontece manifestarían la postura inverosímil de las fuerzas (¿vivas?) que abriga la parte oscura del oro negro:

- Prostitución a escala liceísta, DENTRO de los liceos.

- Al caer la tarde, Plaza Bolívar de Puerto La Cruz convertida en lobby de caminadoras.

- Actividad definitivamente lamentable de las fuerzas policiales: Segundo lugar de mortal violencia callejera en el país, y subiendo. De las 8 de la noche en adelante se extinguen los valientes chóferes de plaza.

- Paseo Colón vertedero de dos cloacas como nunca antes. Es infame la "tranquila convivencia" entre basura, desidia y violencia de una y otra ciudad.

- Los buses que llevan personal de PDVSA al complejo de Jose deben poseer sus respectivas stripteasers, es un derecho ganado por ser PDVSA la que mantiene a este país (sic). Ya el pleito está ganado, por lo tanto no hay discusión.

- La preñez precoz, la violencia doméstica, juegos de azar no tienen estadística, la Lopna y otras instancias no llegan ni a Barlovento.

- El costo de la vida lo impone el techo (¿o la azotea?) del "mercado sectorial". Allí no tiene incumbencia nada fiscal o de derecho del soberano: Indecu, contraloría social, no existen.

- En la mediática no solo es aplastante la ventaja de la opositora, sino que arropa el temor de la gubernamental. Radio Kariña es de una carga de ego proporcionalmente chocante a la cantidad de buhoneros que pululan en ambas ciudades, que repele escucharla una hora continua.

- Los ventorrillos tienen tomadas ambas ciudades, pareciera que es la meca de los desplazados de otras ciudades. El alcalde de Sotillo es tan ineficiente, que en este municipio sin excepción solo cuentan las horas para salir de él. Ojalá la propuesta Escarrá de poner todo el mundo su cargo a la orden, alzara vuelo rumbo a otro horizonte de bienestar que merece este emporio de inigualables atardeceres.

Pero claro, no solo es de quien gobierna el bulto de la responsabilidad, viéndolo sin lupa, es costoso el peso; los opositores, por ponerle un cliché, SABEN que no lo harían mejor, prefieren soportar el irredento veneciano de la zona. Jugar al loco es su zancadilla. En Puerto La Cruz y Barcelona se demuestra que para llevar el peso del bulto social hay que sentarlos a todos, aunque pareciera que la solución hay que importarla, pues la apatía luce general. La derecha sabe que debe sudar gota gorda para buscar soluciones. No lo va hacer por cuenta propia. El ejecutivo debe ganar la voluntad de las fuerzas vivas para formalizar una Mesa de Emergencia que rescate la voluntad, el esfuerzo, el optimismo de transformación que se está promocionando a nivel nacional e internacional, donde todos ganarían divisas y escalafón. No sé qué de informes armarán los asambleístas del sector, qué intereses muestran más importantes que no manifiestan la evidente decadencia de la que son iguales de cómplices. Nooo, y antes estábamos peor, según los más consecuentes partidarios. Un orgulloso marabino me decía que no es que Maracaibo esté mucho mejor, pero cómo hace falta un Di Martino. Valencia que antes la dirigía la oposición, hoy lucha por mantener algunos comercios abiertos las 24 horas, algo aún imposible en Caracas. En Puerto La Cruz-Barcelona, ni sueñes.

Con el aporte que recibe la parte cultural (7% tengo entendido en el estado Anzoátegui), se demuestra que la estrategia revolucionaria no ha llegado ni quiere llegar a comprender que el meollo es cultural, pero no el presupuestado por el Ministerio de la Cultura: Desde la pura denominación está el error, pues este ministerio debería llamarse Ministerio de Actividades Culturales, o sea, un rengloncito de lo que le atañería en una revolución; de lo que es, a ser el MINISTERIO DE LA CULTURA, amig@s, el abismo es comparable al Salto Ángel. Revolución es Cultura, el A B C para todas las demás instancias. Pueden ponerle el 50% de presupuesto, pero la equivocación es básica, su solución elemental: Transformar la bodeguita en una gigantesca plataforma que engrane a todas las instancias gubernamentales, PDVSA incluida. Es infame lo que he observado en esta parte del oriente, la casa de PDVSA habitada solapadamente por la quimera norteña. El camino apenas comienza, pero en algunas partes, en otras, el vocablo confunde ejercicio de parches con acción revolucionaria.

¿Dios no es posible una solución a la mano?, ¿que esté minado el completo del estímulo en la sociedad portocruzana-barcelonesa? No es posible que ejecutivo, legislativo, Pdvsa, fuerza armada, iglesia, partidos, sociedades, cámaras, educación, vecinos, comerciantes, formales e informales, puedan acordar el diagnóstico en que se encuentran. Admitir que TODOS SON CÓMPLICES, no es ni siquiera lo que importa. Buscar la solución, crear ordenanzas conjuntas: Ponerse las pilas. Un entuerto que no merece el padre del sagrado estandarte, ni los aborígenes exterminados de Maracapana, ni los pescadores elegidos por Anzoátegui que atravesaron Los Andes hasta romper las cadenas en Boyacá de la Nueva Granada, ni los constructores de las vías férreas del tren de Naricual, ni los emigrantes que soñaron un mundo mejor cuando llegaron a copar de descendencia esta bella bahía. Este chasco hay que asumirlo nuestro. Basta de continuar construyendo sobre la momia kitch de patas verdes que están forjando en vida, denominada Puerto La Cruz-Barcelona. Y para los que no crean lo que he dicho de golosinas maneras, les respondo tal cual el Presidente: El que tenga ojos que vaya y vea.



arnulfopoyer@gmail.com

Regresar