La dimisión del director de comunicaciones del primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, acapara hoy la atención de la prensa británica, pese a que el gobierno conservador descarta considerarlo un asunto de interés público.
Lee Cain, un periodista que trabajó activamente en la campaña por la salida del Reino Unido de la Unión Europea, presentó su renuncia, a pesar de que Johnson le ofreció el puesto de jefe de personal del número 10 de Downing Street, informó anoche la oficina del primer ministro.
La prensa local asegura, por su parte, que la decisión obedeció a tensiones internas en el gobierno, y algunos medios incluso señalan a la pareja sentimental del gobernante, Carrie Symonds, quien alguna vez se desempeñó como jefa de comunicación del Partido Conservador, de estar detrás de la renuncia de Cain.
En declaraciones este jueves a la cadena Sky News, el ministro de Vivienda, Robert Jenrick, trató de restar importancia al asunto, al señalar que no debía ser motivo de interés público.
Según el funcionario, el primer ministro está ahora enfocado en temas mucho más importantes, como frenar la segunda ola de la Covid-19.
El opositor Partido Laborista apuntó, sin embargo, que la renuncia del director de comunicaciones es una prueba de la incompetencia y la división que reina dentro del gobierno conservador.
jf/nm
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