Muchos dudaban y creían ciegamente en el gobierno y su
gabinete económico, más aun con la utilización de un lenguaje desmoralizante
ante la crítica, pretendían silenciarlas, consabidas acusaciones de traición reflejadas
en la manipulación y el chantaje del discurso, era la mejor forma de encubrir y
tapar la destrucción económica del país.
El deterioro mental del venezolano está llegando a puntos
críticos ante la locura económica que devora, y la inanición del gobierno, su
indiferencia y la praxis de tratar de sobreponer esta crisis con la entrega de
bonos como medio de enfrentar esta crisis, bonos que no dejan de ser una
lotería, algo bien estructurado por los laboratorios del populismo político,
ante el fracaso o la bien planificada puesta escena del circo que arremete
contra la salud emocional de todos.
El gabinete económico debería de poner la renuncia de
inmediato y si el presidente no es capaz de vencer la guerra económica que
tanto nombra, de igual manera debería poner la renuncia, pero es descarado la
indiferencia sobre el tema económico que nos ocupa, el venezolano ha perdido la
posibilidad de planificarse, hoy no hay planificación (económica) en nuestro
hogares, no hay salario capaz de resistir la especulación ni en bolívares ni en
la moneda norteamericana, situación insostenible más allá de las sanciones y el
bloqueo, hoy solo importa ganar unas elecciones de una Asamblea Nacional que
será de igual forma inoperante, ya que las decisiones políticas las toma el
presidente Nicolás Maduro, como bien ha dicho, critíquenme a mí, yo soy el que
tomo las decisiones. El discurso de que por culpa de la Asamblea Nacional
Venezuela esta como esta, no goza de credibilidad sino en lo más radicales, lo más
chavistas que Chávez, estamos viviendo este caos, porque no se aplicaron las
leyes en su momento, y permitieron que un payaso se autoproclamara presidente,
ya casi al termino del tiempo de la Asamblea Nacional. ¿De que sirvió elegir a través
del voto popular una Asamblea Nacional Constituyente, y permitir que trabajara
de manera paralela al Asamblea Nacional?
No ha habido voluntad política ni cojones para tomar las mejores decisiones
para el país, el miedo a perder el poder
es más grande que el bienestar el país.
Hoy todo el alto gobierno trabaja en función de unas
elecciones, el tema económico y el robo del que somos víctimas a nadie le
interesan, hemos perdido la soberanía monetaria y esto no parece ser materia o
competencia del gobierno nacional, el
trabajador o funcionario de la administración pública, trabajaría de gratis de
no ser por la pandemia, ni que decir de los gremios profesionales del país
donde un plomero gana más en una hora de trabajo que un profesional con Magister,
PhD y otro idioma incluido, ¿Esa es la clase de justicia y bienestar social que
nos quiere garantizar el gabinete
económico del gobierno? ¿O es que acaso, sectoriza quien o quienes pueden ser
parte integral y fundamental de la nueva burguesía revolucionaria?
El gobierno ha demostrado que no tiene herramientas, ni
planes para detener esta gran depresión económica que enfrentamos, el gran problema es la fuerte caída del poder
adquisitivo, la demolición del salario. La única manera de revertirlo es
ofreciendo oportunidades de trabajo para subir el poder adquisitivo, aumentar
la producción la cual se ha visto disminuida por la pandemia, seguimos siendo
un país rentista, una economía del puerto, y es inaceptable que en más de 20
años no gocemos de un aparato productivo estable que permita el autoabastecimiento,
la caída de la producción petrolera, en el entendido que las sancione han sido
responsables de esa caída, pero no menos cierto es el hecho de la incapacidad
del gobierno para dirigir la empresa estatal, con personal altamente,
calificado capacitado, ministros que desconocen el funcionamientos de los
ministerios que les toca dirigir y de eso solo hay un responsable. Las
sanciones por parte del gobierno norteamericano ha obligado a la estatal PDVSA,
a cerrar los grifos de producción petrolera, materialmente no hay depósitos
donde almacenar más petróleo, esto ha traído como consecuencia la disminución
de la producción al no poder drenar el material ya almacenado, es innegable
esta situación como la dificultad para sacar y transportar el petróleo, hay
quienes se niegan a trasladarlo, otros no encuentran quien asegure la carga, no
encuentran personal técnico de abordo que maneje las unidades de transporte
marítimo, porque la tripulación corre riesgo de que se le suspenda la licencia.
A los efectos de estas sanciones se añaden a la prolongada recesión, inducida
desde el gobierno, mal manejo económico del país. El tema petrolero, en medio
de la pandemia, tiene un rol de primer orden, ya que la recuperación de la
economía a nivel global va amarrada a la industria petrolera.
Es necesario reactivar el aparato productivo del país, para
ello es necesario atender de manera urgente el tema combustible y electricidad,
los intentos del gobierno de garantiza el suministro de combustible no han sido
exitosos, ni a través de las importaciones que son riesgosas dado a las
sanciones impuestas al país, como la imposibilidad de rescatar nuestras
refinerías. El combustible es un factor
que induce la recesión, por cuanto la economía venezolana se mueve por
electricidad y combustible, Venezuela tiene una capacidad instalada de
generación mayor a la que utiliza en materia eléctrica y sus refinerías son las
más grandes del mundo.
El cuadro es desolador, la desmoralización del venezolano,
su deterioro mental y espiritual ha rebasado los límites de resistencia, la
desesperanza, el agobio ante el día a día que nos toca vivir, materialmente nos
lleva a una crisis emocional muy grande, más aun cuando vemos una nueva
burguesía que compra en bodegones y se va de rumba a la nueva diversión (Casino)
donde gastar los dólares en ocasiones mal habidos. Que por cierto después de derogada
la Ley de Ilícitos Cambiarios por la Asamblea
Nacional Constituyente, el flujo físico de la moneda norteamericana rebaso con
creces el flujo del bolívar, ahora bien los bancos no están comprando ni
vendiendo dólares, la pregunta es sencilla: ¿De dónde ha salido tanto dinero físico
norteamericano al mercado, quien lo provee? ¿Será que estaba escondido debajo
del colchón de las abuelas?
No hay sensibilidad, solidaridad por parte del gobierno y su
gabinete económico, los venezolanos de a pie debemos entender la situación, se
nos pide sacrificios, más sacrificios y si levantamos la voz ante el desespero
somos traidores, lo que no ven quienes acusan de traidores a los que levantan
su voz, son los mismos que no tienen carencias en su mesa, no tienen moral, son
sinvergüenzas y la hipocresía ya llevan a niveles inimaginables, hablan de
Chávez para manipular pero nunca creyeron en su legado, hoy esa derecha
endógena que tanto se criticaba ha regresado para convertirse en la burguesía
revolucionaria que promueven en las altas esfera del gobierno, piden lealtad
pero son insensibles ante el dolor de la población y el calvario que día a día
les toca vivir para llevar algo de comer a sus hogares o comprar un
medicamento, aún están a tiempo, reflexionen y dejen el chantaje a través del
discurso y el manejo del verbo, recuperen la soberanía monetaria y el poder
adquisitivo del venezolano, es necesario reactivar el aparato productivo del
país, rectificar y retomar el camino de lo que en un momento Chávez llamo
“Revolución Bolivariana”
NO HAY NADA MÁS
EXCLUYENTE QUE SER POBRE.
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