En sus palabras de apertura, el soberano señaló el incremento de problemas mundiales tales como la pobreza, las guerras, la ocupación de tierras y el cambio climático.
A su juicio, tal escenario se ha convertido en tierra de cultivo para la proliferación de mercenarios, por lo que urgió a los diferentes gobiernos, y en especial las grandes potencias, a asumir sus responsabilidades.
En este sentido, el emir destacó el trabajo realizado por Qatar de conjunto con organizaciones internacionales, por ejemplo, el reciente anuncio de donar 100 millones de dólares a pequeños estados insulares.
Asimismo, el aporte de más de 600 millones de dólares en proyectos de ayuda en diferentes latitudes del orbe, el acceso a la educación a una cifra superior a los 10 millones de infantes a través de la Fundación de Qatar para la Educación, la Ciencia y el Desarrollo Comunitario, y el proyecto de empoderar a alrededor de 5.8 millones de niños hacia 2022.
Como parte de la sesión, el regente entregó el Premio del Foro de Doha al primer ministro de Malasia, Mahathir Bin Mohamad, por su apuesta por la diplomacia y el diálogo, con lo que inició una tradición de honrar a personalidades destacadas en esta conferencia.
También estuvieron presentes en la apertura los presidentes de Ruanda, Paul Kagame; de Armenia, Armen Sarkissian, y de El Salvador, Nayib Bukele.
Igualmente, los primeros ministros de Somalia, Hassan Ali Khaire, y de Antigua y Barbuda, Gaston Browne; el vicepresidente de Ecuador, Otto Sonnenholzner, y el presidente del Consejo Presidencial del Gobierno del Acuerdo Nacional de Libia, Fayez Al Sarraj, así como funcionarios y diplomáticos locales y foráneos.
Bajo el lema Reimaginar la gobernanza en un mundo multipolar, en el evento de dos días participan decisores y expertos internacionales a fin de proponer soluciones prácticas a problemáticas globales.
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