"Hay argumentos políticos, argumentos históricos. Tenemos un montón de argumentos para reconocer que Jerusalén es tu capital [dirigiéndose a Israel]. Entonces no vamos a hacer algo extraordinario. Estamos haciendo algo normal: reconocer su capital", señaló Bolsonaro en la ceremonia de inauguración de la oficina, en la Ciudad Santa.
Al acto asistieron el primer ministro israelí en funciones, Benjamín Netanyahu, y su esposa, Sara.
Para Bolsonaro, de la misma manera que el gobierno brasileño puede determinar cuál es la capital de su país, el de Israel puede decidir qué ciudad quiere como capital.
"Porque creemos que quien bendiga a Israel será bendecido, y quien maldiga a Israel será maldecido", agregó, parafraseando un versículo bíblico.
Bolsonaro, quien preside el Comité de Asuntos Exteriores y Defensa Nacional de la Cámara de Diputados del Congreso Nacional de Brasil, dijo que había hablado con su padre sobre el traslado de la Embajada.
"Me dijo que con seguridad, es un compromiso, va a trasladar la Embajada a Jerusalén", aseguró. "Si no trasladamos la Embajada a Jerusalén, si los terroristas piensan que pueden amenazarnos, será una pena para nosotros. Si quieres evitar un ataque terrorista, tienes que mostrar poder", subrayó.
Actualmente, Brasil todavía está estudiando las implicaciones de transferir su Embajada a Jerusalén, dijo Bolsonaro, y enfatizó que cuando ocurra la reubicación, debería inspirar a otras naciones latinoamericanas a hacer lo mismo.
"Si estamos haciendo este movimiento de manera inteligente, seguro que otros países se sentirán cómodos para hacer lo mismo, y eso es lo que esperamos", señaló hablando en inglés.
La comunidad internacional no reconoce Jerusalén como capital de Israel porque los israelíes ocupan su parte oriental, que los palestinos quieren como capital de su futuro Estado.
Según el derecho internacional, Jerusalén este está ocupado y por ello, las Embajadas extranjeras se sitúan en Tel Aviv.
No obstante, en mayo de 2018, el presidente estadounidense, Donald Trump, trasladó la principal legación diplomática de su país a Jerusalén, seguido de Guatemala y Paraguay, país que luego se echó atrás en su decisión al cambiar su presidente.
La República Checa, Hungría y Australia tienen oficinas comerciales en la ciudad, con un estatus diplomático variable. Eslovaquia y Ucrania también se han comprometido a abrir misiones similares en Jerusalén.
La Agencia Brasileña de Promoción de Comercio e Inversión, conocida como Apex-Brasil, que abrió la oficina comercial, opera bajo los auspicios del Ministerio de Relaciones Exteriores del país, pero no tiene estatus diplomático.
Eduardo Bolsonaro, diputado brasileño e hijo del presidente Jair Bolsonaro, durante la ceremonia de inauguración de la oficina comercial brasileña en Jerusalén
Tres personas, una brasileña y dos locales contratadas, trabajarán desde la nueva oficina de Jerusalén, ubicada en el parque tecnológico Har Hotzvim de la ciudad.
Netanyahu, que asistió a la ceremonia de inauguración, celebrada en el hotel David Citadel, en el centro de Jerusalén subrayó que la oficina comercial que abrió esta semana fue "parte del compromiso del presidente Bolsonaro de abrir una Embajada en Jerusalén el próximo año".
"La oficina de Apex puede ayudar a Brasil e Israel a darse cuenta del potencial de cooperación que hay entre nosotros. Israel es quizás la nación más dinámica e innovadora del mundo. Esto no es lo que digo yo, muchos otros lo dicen. Los mercados lo dicen", indicó Netanyahu.
"Brasil tiene un potencial increíble. Con su gran tamaño, su población diversa, sus universidades, los talentos de su gente. Y creemos que si fusionamos los grandes potenciales que tienen nuestros dos países, aprenderemos unos de otros increíblemente. Y esta oficina, Apex, en realidad será la punta de lanza de este desarrollo vital", añadió Netanyahu.
Después del evento, Bolsonaro reiteró a Netanyahu que Brasil está "comprometido a trasladar la Embajada en 2020", informó la Oficina del Primer Ministro israelí en un comunicado.
Más tarde, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel emitió un comunicado en el que señalaba que la declaración de Bolsonaro "sin duda representa un momento histórico en la relación bilateral entre Israel y Brasil".
El ministro de Relaciones Exteriores, Israel Katz, dijo que el compromiso de trasladar la Embajada es una reminiscencia del "papel central" del país en la aprobación del llamado Plan de Partición de Palestina de la ONU en noviembre de 1947, que condujo a la creación de Israel.
"El presidente de la Asamblea General de la ONU en ese momento era el embajador brasileño ante la ONU, Oswaldo Aranha, quien presidió la reunión y apoyó y presionó fuertemente a la mayoría a favor de la resolución", recordó Katz.
"Espero que el traslado de la Embajada de Brasil a Jerusalén en 2020 sirva de ejemplo a otros países de la región y de todo el mundo e instigue el traslado de todas las Embajadas extranjeras en Israel a nuestra capital".
En marzo, durante una visita del presidente Jair Bolsonaro a Israel, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil en un comunicado reconoció que "Jerusalén ha sido inseparable de la identidad del pueblo judío durante más de tres milenios y se ha convertido en el corazón político del Estado moderno y próspero de Israel", pero no llegó a reconocer a la ciudad como la capital de Israel.
Durante su viaje a Israel, Bolsonaro anunció la apertura de la oficina en la ciudad "para promover el comercio, la inversión, la tecnología y la innovación".
Se espera que Honduras, que abrió una misión comercial en Jerusalén el pasado 1 de septiembre, transfiera su Embajada a la ciudad en las próximas semanas, dijeron funcionarios israelíes recientemente.
Los dos países están involucrados en "conversaciones avanzadas sobre la próxima apertura de una Embajada israelí en la capital de Honduras, Tegucigalpa, y sobre el traslado de la Embajada hondureña a Jerusalén", dijo un alto funcionario israelí de Exteriores el mes pasado.
Sputnik
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