El Consejo de Estado (Gabinete) de China nombró hoy a un nuevo jefe de la policía en Hong Kong, territorio que atraviesa serios desafíos a su seguridad como consecuencia de más de cinco meses de protestas.
Según esa entidad, aprobó la designación en el cargo de Comisionado de Tang Ping-keung, nominado por la jefa ejecutiva de la región administrativa especial, Carrie Lam.
Tang, de 54 años de edad, sustituyó desde esta misma jornada a Lo Wai-Chung y pidió a la ciudadanía apoyo mientras se intenta restaurar el orden en la zona.
La líder hongkonesa le encomendó hacer mayores esfuerzos para mantener la ciudad como una de las más seguras del mundo.
Por otro lado, Lam enfatizó en que resolver la crisis por la vía pacífica es la prioridad máxima, al deplorar la escalada violenta registrada desde el pasado día 11 en el territorio y en, especial, los últimos acontecimientos de la Universidad Politécnica.
Consideró el desarrollo de los hechos una evidencia de que los manifestantes sobrepasaron sus demandas de democracia y ahora se convirtieron en enemigos del propio pueblo.
La Universidad Politécnica fue ocupada y convertida el sábado, domingo y lunes en trinchera donde grupos extremistas de inconformes sostuvieron los peores choques con la policía desde el comienzo de la crisis en junio.
Las autoridades están muy preocupadas porque hubo robo de químicos altamente peligrosos del centro y, si los usan como armas, pueden causar lesiones fatales a quienes ataquen.
Los manifestantes incendiaron un puente que conecta la institución académica con una estación de metro, circularon mensajes en las redes sociales de enfrentamientos a muerte y prepararon bombas con gas cloro, indicó el diario Global Times.
Sus actos escalaron a un punto tal peligroso que la policía usó, por primera vez, vehículos con equipos sónicos de largo alcance, aparte de gases lacrimógenos, cañones de agua y disparos al aire.
Las fuerzas del orden cercaron las afueras de la casa de altos estudios y exhortaron a los radicales a entregarse, pero anoche muchos de ellos huyeron en motocicletas tras descender a las calles por cuerdas.
Incluso, el diario China Daily informó que algunos impidieron a los agentes trasladar a manifestantes heridos a los hospitales.
Hong Kong vive momentos de un giro más violento en las revueltas que obligó a cerrar desde el jueves anterior escuelas y establecimientos comerciales, paralizó el transporte y dejó un muerto y casi un centenar de heridos.
Varias voces consideran que la crisis entró en una nueva fase donde se ramifican las acciones de corte extremista y se empuja al territorio hacia un colapso total con varias jornadas seguidas de interrupción en su vida socioeconómica.
Frente a ese escenario, el gobierno local reforzó los comandos de la policía con miembros del Departamento de Servicios Correccionales y efectivos de la Unidad de Tareas Especiales, bien entrenados en operaciones antidisturbios y de emergencia.
Datos oficiales cifran en cuatro mil 491 los arrestados desde el comienzo de las protestas y en 454 los agentes lesionados.
El presidente Xi Jinping orientó esfuerzos redoblados para devolver la tranquilidad a la región administrativa especial y definió el tema como 'la tarea más apremiante' allí.
Además, remarcó la determinación de China a proteger la soberanía y seguridad nacional, y a combatir cualquier influencia externa en dicho asunto.
ymr
Según esa entidad, aprobó la designación en el cargo de Comisionado de Tang Ping-keung, nominado por la jefa ejecutiva de la región administrativa especial, Carrie Lam.
Tang, de 54 años de edad, sustituyó desde esta misma jornada a Lo Wai-Chung y pidió a la ciudadanía apoyo mientras se intenta restaurar el orden en la zona.
La líder hongkonesa le encomendó hacer mayores esfuerzos para mantener la ciudad como una de las más seguras del mundo.
Por otro lado, Lam enfatizó en que resolver la crisis por la vía pacífica es la prioridad máxima, al deplorar la escalada violenta registrada desde el pasado día 11 en el territorio y en, especial, los últimos acontecimientos de la Universidad Politécnica.
Consideró el desarrollo de los hechos una evidencia de que los manifestantes sobrepasaron sus demandas de democracia y ahora se convirtieron en enemigos del propio pueblo.
La Universidad Politécnica fue ocupada y convertida el sábado, domingo y lunes en trinchera donde grupos extremistas de inconformes sostuvieron los peores choques con la policía desde el comienzo de la crisis en junio.
Las autoridades están muy preocupadas porque hubo robo de químicos altamente peligrosos del centro y, si los usan como armas, pueden causar lesiones fatales a quienes ataquen.
Los manifestantes incendiaron un puente que conecta la institución académica con una estación de metro, circularon mensajes en las redes sociales de enfrentamientos a muerte y prepararon bombas con gas cloro, indicó el diario Global Times.
Sus actos escalaron a un punto tal peligroso que la policía usó, por primera vez, vehículos con equipos sónicos de largo alcance, aparte de gases lacrimógenos, cañones de agua y disparos al aire.
Las fuerzas del orden cercaron las afueras de la casa de altos estudios y exhortaron a los radicales a entregarse, pero anoche muchos de ellos huyeron en motocicletas tras descender a las calles por cuerdas.
Incluso, el diario China Daily informó que algunos impidieron a los agentes trasladar a manifestantes heridos a los hospitales.
Hong Kong vive momentos de un giro más violento en las revueltas que obligó a cerrar desde el jueves anterior escuelas y establecimientos comerciales, paralizó el transporte y dejó un muerto y casi un centenar de heridos.
Varias voces consideran que la crisis entró en una nueva fase donde se ramifican las acciones de corte extremista y se empuja al territorio hacia un colapso total con varias jornadas seguidas de interrupción en su vida socioeconómica.
Frente a ese escenario, el gobierno local reforzó los comandos de la policía con miembros del Departamento de Servicios Correccionales y efectivos de la Unidad de Tareas Especiales, bien entrenados en operaciones antidisturbios y de emergencia.
Datos oficiales cifran en cuatro mil 491 los arrestados desde el comienzo de las protestas y en 454 los agentes lesionados.
El presidente Xi Jinping orientó esfuerzos redoblados para devolver la tranquilidad a la región administrativa especial y definió el tema como 'la tarea más apremiante' allí.
Además, remarcó la determinación de China a proteger la soberanía y seguridad nacional, y a combatir cualquier influencia externa en dicho asunto.
ymr
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