No vamos a presentar ahora lo que vamos a proponer a la UE, aseveró Johnson a la cadena BBC desde Manchester, donde asiste al congreso anual del gobernante Partido Conservador.
Según el gobernante, las filtraciones de que el Ejecutivo había propuesto establecer zonas de despacho aduanero para resolver el espinoso tema de la frontera irlandesa, son confusas e incorrectas.
Johnson, cuyos planes de concretar el Brexit a finales de este mes, con o sin acuerdo, mantienen en ascua a la sociedad británica, agregó, no obstante, que las negociaciones de última hora estaban en un buen momento, y que Londres hará una buena oferta a la UE.
El Reino Unido debió salir de la alianza europea el 31 de marzo pasado, pero la negativa del Parlamento británico a respaldar el pacto firmado por la entonces primera ministra Theresa May obligó a posponer la salida, primero para abril pasado, y luego para el último día de octubre.
El principal obstáculo es una cláusula introducida por la UE para evitar el restablecimiento de una frontera física entre ambas Irlandas, y proteger el acuerdo de paz de 1998.
La controvertida salvaguarda establece que la provincia británica de Irlanda del Norte continuaría bajo las regulaciones aduaneras y comerciales europeas hasta tanto el bloque y el Reino Unido fijen los términos de sus nuevas relaciones económicas.
Los euroescépticos británicos, entre ellos Johnson y una buena parte de los parlamentarios, consideran, sin embargo, que el llamado 'backstop irlandés' viola la soberanía nacional.
Según filtró anoche el diario The Daily Telegrapgh, los puntos de chequeo aduanero se ubicarían tanto en Irlanda como en Irlanda del Norte, aunque algo alejados de la línea divisoria, y serían gestionados desde dispositivos móviles y el Sistema de Posicionamiento Global instalado en los vehículos.
La contraparte europea asegura, sin embargo, no haber recibido hasta el momento ninguna propuesta creíble desde Londres.
Aún no hemos recibido una alternativa viable a la salvaguarda, aseguró un vocero del gobierno irlandés, citado por la cadena Sky News.
Aunque Johnson insiste en sus planes de sacar al Reino Unido de la UE en la fecha fija, 'a cualquier precio', el Parlamento británico aprobó a principios del mes pasado una ley que lo obliga a solicitar un aplazamiento del Brexit si no consigue un nuevo pacto antes del 19 de octubre.
El Primer Ministro amenaza con saltarse esa orden parlamentaria, por lo que no se descarta que la Oposición intente derrocarlo mediante la introducción de un voto de desconfianza, que de prosperar daría paso a un gobierno interino y a la celebración de nuevas elecciones.
tgj/nm
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