Es hora de que ambas partes aceleren el paso. Es necesario incrementar las reuniones y las discusiones si queremos tener la oportunidad de lograr un acuerdo para cuando nos vayamos, sin excusas ni pretextos, el 31 de octubre, afirmó el gobernante conservador.
Según explicó, los negociadores británicos del Brexit se reunirán con su contraparte europea dos veces por semana a partir de septiembre, en un intento de alcanzar un nuevo pacto antes de la cumbre de la UE prevista para mediados de octubre.
Al respecto, el gobernante conservador, quien ocupa el cargo desde julio pasado, ha dejado claro que un eventual acuerdo pasa por la renegociación del tratado de retirada firmado por su antecesora, Theresa May, y por la abolición de la salvaguarda introducida por el bloque para proteger la frontera irlandesa.
El llamado de Johnson a acelerar las negociaciones tiene lugar en medio de la tormenta política que provocó su decisión de suspender el Parlamento entre el 9 de septiembre y el 14 de octubre próximos, día en que el Ejecutivo tiene previsto anunciar una nueva agenda legislativa.
Aunque la suspensión del Parlamento es un proceso normal dentro de los cánones constitucionales británicos, el anuncio de Johnson echó más combustible a la crisis política que vive el Reino Unido como resultado del Brexit.
Para los detractores del gobernante conservador, la decisión de cerrar el Palacio de Westminster durante 23 días tiene como único objetivo evitar que los diputados intenten entorpecer los planes del Primer Ministro de sacar al país de la UE, con o sin acuerdo.
El líder del opositor Partido Laborista, Jeremy Corbyn, aseguró, no obstante, que aún hay tiempo para impedir una salida abrupta, por lo que exhortó a los parlamentarios a legislar de forma acelerada, una vez que se reinicien las sesiones el martes próximo.
Trataremos de detenerlo políticamente a través de un proceso legislativo, recalcó Corbyn, quien dijo que para ello cuenta con el apoyo de los dirigentes de los principales partidos opositores.
Aunque no descartó promover un voto de censura o de desconfianza contra el Gobierno, el político laborista declaró que esa opción sería presentada 'en el momento adecuado'.
La suspensión del Parlamento también desató una ola de protestas en diferentes ciudades británicas, mientras que en las redes sociales llueven las acusaciones de 'tirano' y 'dictadorzuelo' contra Johnson.
Mientras tanto, una petición online contra el cierre del poder legislativo acumula ya más de un millón 600 mil firmas.
Según las normas, el Ejecutivo debe responder a cualquier reclamo popular que sobrepase las 10 mil rúbricas, mientras que el poder legislativo debe someterlo a debate cuando sean más de 100 mil.
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