El canciller de China, Wang Yi, criticó otra nueva intromisión de Estados Unidos en los asuntos de la isla de Taiwán y advirtió a Washington sobre las consecuencias, durante su visita a Hungría que prosigue hoy.
En una rueda de prensa conjunta con su homólogo húngaro, Peter Szijjarto, Wang instó a la Casa Blanca a medir sus movimientos en esa región, a 'no jugar con fuego', y se opuso a la venta de armas a ese territorio de soberanía china.
Wang dijo que Estados Unidos, al aprobar la comercialización de material militar a Taiwán, viola seriamente el principio de una sola China, respetado por la comunidad internacional.
Nadie ni ninguna fuerza puede detener el proceso histórico de reunificación entre las dos partes, ni deberían subestimar la firme voluntad de los chinos de defender su soberanía nacional e integridad territorial, aseveró el ministro de Asuntos Exteriores.
Wang también urgió a Estados Unidos negar el tránsito en su territorio a la líder de Taiwán, Tsai Ing-wen, en su actual viaje al Caribe, al reiterar oposición a los contactos diplomáticos y militares con la isla.
En ese sentido, llamó a la parte estadounidense a honrar su compromiso con las normas básicas sobre las relaciones internacionales, el principio de Una sola China y los tres comunicados conjuntos firmados por los dos países.
Para el jefe de la diplomacia china, la actividad separatista y secesionista de los actuales gobernantes de Taiwán va en contra de la tendencia de la historia y los intereses de los habitantes de esa zona.
Desde Beijing, Ma Xiaoguang portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado chino, también aconsejó a la nación norteamericana a negar el tránsito en su suelo a Tsai Ing-wen.
En una declaración, el vocero criticó a Tsai y a la administración del Partido Progresista Democrático (PPD) por ignorar el bienestar de la población de Taiwán y 'cortejar el apoyo extranjero para fortalecerse a sí mismo'.
Por sus propios propósitos egoístas, Tsai y el PPD han intentado desafiar el principio de una sola China con la ayuda de fuerzas extranjeras y dañar gravemente la paz y la estabilidad entre ambos lados del estrecho de Taiwán, indicó.
La comunidad internacional aprobó con 170 votos una resolución en 1971 que considera a la República Popular China el único representante legítimo ante las Naciones Unidas y reconoce a la isla de Taiwán como parte inalienable de esa nación asiática.
Para avanzar hacia la completa reunificación del territorio nacional, Beijing defiende también la política de Un país, dos sistemas, aplicado en las regiones administrativas de Hong Kong y Macao.
Sin embargo, los dirigentes taiwaneses se niegan a aceptar ese status.
oda/ipf
En una rueda de prensa conjunta con su homólogo húngaro, Peter Szijjarto, Wang instó a la Casa Blanca a medir sus movimientos en esa región, a 'no jugar con fuego', y se opuso a la venta de armas a ese territorio de soberanía china.
Wang dijo que Estados Unidos, al aprobar la comercialización de material militar a Taiwán, viola seriamente el principio de una sola China, respetado por la comunidad internacional.
Nadie ni ninguna fuerza puede detener el proceso histórico de reunificación entre las dos partes, ni deberían subestimar la firme voluntad de los chinos de defender su soberanía nacional e integridad territorial, aseveró el ministro de Asuntos Exteriores.
Wang también urgió a Estados Unidos negar el tránsito en su territorio a la líder de Taiwán, Tsai Ing-wen, en su actual viaje al Caribe, al reiterar oposición a los contactos diplomáticos y militares con la isla.
En ese sentido, llamó a la parte estadounidense a honrar su compromiso con las normas básicas sobre las relaciones internacionales, el principio de Una sola China y los tres comunicados conjuntos firmados por los dos países.
Para el jefe de la diplomacia china, la actividad separatista y secesionista de los actuales gobernantes de Taiwán va en contra de la tendencia de la historia y los intereses de los habitantes de esa zona.
Desde Beijing, Ma Xiaoguang portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado chino, también aconsejó a la nación norteamericana a negar el tránsito en su suelo a Tsai Ing-wen.
En una declaración, el vocero criticó a Tsai y a la administración del Partido Progresista Democrático (PPD) por ignorar el bienestar de la población de Taiwán y 'cortejar el apoyo extranjero para fortalecerse a sí mismo'.
Por sus propios propósitos egoístas, Tsai y el PPD han intentado desafiar el principio de una sola China con la ayuda de fuerzas extranjeras y dañar gravemente la paz y la estabilidad entre ambos lados del estrecho de Taiwán, indicó.
La comunidad internacional aprobó con 170 votos una resolución en 1971 que considera a la República Popular China el único representante legítimo ante las Naciones Unidas y reconoce a la isla de Taiwán como parte inalienable de esa nación asiática.
Para avanzar hacia la completa reunificación del territorio nacional, Beijing defiende también la política de Un país, dos sistemas, aplicado en las regiones administrativas de Hong Kong y Macao.
Sin embargo, los dirigentes taiwaneses se niegan a aceptar ese status.
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