Los fallecimientos vinieron producto de una serie de redadas que promovieron las autoridades locales.
Medios filipinos aseguraron que al menos catorce personas fallecieron la noche del jueves en el país durante las operaciones contra el narcotráfico, en la cuarta jornada de una ofensiva policial que ha causado más de setenta muertos.
Las muertes ocurrieron tras una cuarentena de redadas que las autoridades realizaron en varias zonas de Manila en las que también murieron otras once personas, vinculadas con otros delitos menores como robos.
La Policía sostuvo que todas las muertes ocurrieron porque los sospechosos se resistieron a ser detenidos y se enfrentaron a tiros con los agentes.
Las últimas muertes se añaden a las 58 que se registraron en operaciones policiales que comenzaron el lunes en la provincia de Bulacan, al norte de Manila, donde en dos días murieron 32 personas y 107 fueron detenidas.
Otras 26 personas murieron el miércoles en esta escalada de la campaña contra las drogas impulsada por el presidente filipino, Rodrigo Duterte.
El mandatario calificó el miércoles de "algo magnífico" la operación contra la droga llevada a cabo entre el lunes y el martes, considerada la más sangrienta de su "guerra antidroga" hasta la fecha.
La "guerra contra las drogas" del polémico Duterte comenzó el mismo día de su investidura, el 30 de junio de 2016, y se ha cobrado desde entonces más de siete mil muertos, de los que 3.451 personas murieron en 68.214 operaciones policiales, que aportaron además 96.703 arrestos, según datos de medios locales.
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