Por: Luis Pino
No son feas, desarregladas, sucias y no andan sin maquillaje, ni le han quitado nada a nadie, contrario a como las califica una Misia emulando a su vulgar marido fasciocorrupto, con la intención de crear un estereotipo de mujer y de belleza, erróneos y estúpidos al servicio de intereses subalternos. Las mujeres del nuevo mundo multicéntrico y pluripolar, son bellas, en toda su extensión, porque su inteligencia emocional y su liberación de taras sociales capitalistas, las hacen ser más bellas, porque ellas todas, son creadoras de la vida que está emergiendo, a pesar de la resistencia falocéntrica, patriarcal y alienadora.
Por este camino de emancipación, en el que mujeres con rostros de revolución han hecho posible la caída del viejo mundo unipolar al servicio del imperio, han traído como consecuencia que estas mujeres en revolución y transformación político-social, sean el blanco de ataque y agresiones de todo tipo, desde las mujeres anónimas en cada hogar, hasta las figuras femeninas emblemáticas a quienes ha correspondido asumir cargos y responsabilidades, luego de históricas luchas libradas desde los tiempos de la conquista y colonización, hasta nuestros días, con rotundos éxitos en favor del buen vivir y del vivir bien, que nos refería el Comandante Hugo Chávez, con una vehemencia feminista con la que sólo es posible alcanzar el bien común y la construcción del Estado Comunal, para así, destrozar desde sus entrañas al capitalismo y sus lacras.
En este sentido, podemos asombrarnos positívamente, cuando presenciamos que en Brasil,Dilma Rousseff, sin soltar un tirito, está derrotando la conjura golpista liderada por Temer y la derecha fascioempresarial, lo que los asusta aún más, porque el Pueblo brasileño está entrando a una fase de profundización, de la mano de Dilma Rousseff, quien no solamente retornará a la presidencia de la República del Brasil, sino que, también, abriría las puertas de una Constituyente, que junto con Luiz Inácio Lula Da Silva, harían posible la refundación del Brasil, con una democracia, sí, “amulatada”, como temen los fascistas del mundo, amén de que sería “participativa y protagónica”, porque a Dilma Rousseff le importa un rábano el poder para ella y eso la hace aún más peligrosa que nunca, para los intereses imperiales del gobierno estadounidense.
También, en el cono Sur, en la Argentina, como expresión concreta y rostro de la mujer emancipada y liberadora, está Cristina Fernández, a la que las circunstancias y su Pueblo la fuerzan a regresar para completar la tarea asignada a Néstor Kirchner y a ella, la de profundizar y consolidar la revolución, ahora, superando los errores del pasado y radicalizando el Poder del Pueblo.
También, en la Chile en donde los frutos de Salvador Allende, de las luchas de los mapuches y de la clase obrera y estudiantil, hacen que germine la semilla revolucionaria, en la joven Camila Vallejo, la que lleva sobre sus hombros femeninos, el peso de la liberación, emancipación y revolución chilena, como lo ha sabido conducir la amada neogranadina, Piedad Córdoba, mujer a la que la derecha colombiana ha atacado inmisericordemente, topándose con una fortaleza y belleza, que dan esperanza al Pueblo de Jorge Eliécer Gaitán, Camilo Torres y de todos los alzados en armas, delasFARC-EP y ELN, que hoy fuerzan por una paz duradera.
Y así, amulatadas desde el alma, como nuestras mujeres latinoamericanas y caribeñas, en la República Bolivariana de Venezuela, contamos con mujeres que han sobrevivido a cárceles y torturas y que hoy predican más con su ejemplo, que con la palabra, como nuestra emérita Diputada María León; la primera presidentade la Asamblea Nacional y hoy diputada y Primera Combatiente, Cilia Flores, quien sobrelleva los ataques de la derecha misógina criolla, al igual que nuestras mujeres diputadas ante la Asamblea Nacional, como Tania Díaz,Carmen Meléndez, Nora Delgado, Dinorah Villasmil, Mariana Lerim, Haydee Huérfano y Nosliw Rodríguez, todas ellas, enfrentando la mentira fascioparlamentaria; como también, tenemos a la primera Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, quien nos ha ayudado a sanar heridas, haciendo que los muertos y desaparecidos de la IV República sean reivindicados hoy, haciendo que aparezcan sus huesos y haya justicia, además de que esta mujer ha perseguido todo tipo de injusticias, lo que la pone en el ojo del huracán, aunque eso no la amedrente; como tampoco, le ha temblado un músculo de la cara a la Presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Gladys María Gutiérrez, quien ha tenido la responsabilidad de enfrentar todas las tretas y artimañas golpistas de la derecha parlamentaria, además de procurar justicia, a pesar de todo tipo de insultos y amenazas que conspiran contra la Constitución de laRepública Bolivariana de Venezuela (CRBV); y atrás no se quedan las féminas de la cuarteta del máximo poder electoral, Socorro Hernández, Tania D'Amelio, Sandra Oblitas y la Presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, quienes diariamente, son agredidas por las derechas golpistas, las mismas que cuando ganan elecciones si las reconocen, pero cuando las pierden, descargan su misoginia contra estas cuatro mujeres; y en las últimassemanas de mes de junio, hemos tenido en la escena internacional a la Canciller venezolana, Delcy Rodríguez, mujer nada desarreglada, ni fea, ni sucia, mucho menos le ha quitado nada a nadie, la que ha tenido que enfrentar la conspiración interventora y golpista del gobierno estadounidense y de su tarifado Secretario General dela Organización dr Estados Americanos (OEA), Luis Almagro; y como corolario, sin que esto signifique que ignoremos a tantas mujeres de nuestro tiempo, Gladys Requena, una ministra de la Mujer, por disposición del obrero feminista, Nicolás Maduro, lleva la responsabilidad de agrupar a todas las mujeres en una sola voz de liberación y emancipación, para que se empoderen desde sí mismas, con su intelecto, belleza y sensualidad, liberadas de toda forma de opresión.
Podemos estar seguros, entonces, de que nuestros pueblos emancipados van hacia la consolidación del nuevo mundo multicéntrico y pluripolar, gracias a las mujeres en toda su extensión, lo que hace que desde el viejo mundo unipolar, con la misoginia como política y cultura de masas,pretendan banalizarla y convertirla sólo en objeto de consumo y mercado meramente sexual y reproductor. Corresponde a los hombres, reeducarnos y convertirnos al feminismo liberador.
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