Defendamos la autocritica: exprópiese la gobernación de Mérida
Por: José Antonio Velásquez
El asedio político del gobernador de Mérida Marcos Díaz Orellana, contra la población merideña–sobre todos, contra las más desposeídos - son muestra fehaciente de un gobernante en contra de su pueblo, todo esto implementado por sus secuaces, en total complicidad con empresarios de oposición, medios de comunicación golpista y enemigos del pueblo como Bonucci, Lester Rodríguez, entre otros, pro imperialistas.
Este Gobernador conjuntamente con los enemigos del pueblo, ejerce sus funciones con la finalidad de enriquecimiento, fraudulento, indolente y farsante.
Ellos no se detienen para cometer ilegalidades. Dice este gobernador, soy inocente mientras alguien pruebe lo contrario. Diga usted si alguien puede probar que este gobernador es un indolente y farsante.
Maneja esas libertades cuando y como le convenga. Aunque sabemos de dónde viene este gobernador, el continúa ocultando a la opinión pública su rostro de pirata. La voracidad de este gobernador Copeyano no tiene más límite que las ganancias personales y la de los suyos.
El constante engaño de este copeyano gobernador Marcos Díaz Orellana, para manipular a voluntad el espíritu del pueblo merideño y poder realizar grandes trabajos con empresas privadas, que no cumplen con la obligación contraída, dándole una bofetada a la rectitud e integridad, empleando la astucia.
Cuando un gobernante prudente advierte que el cumplimiento de sus promesas redunda en perjuicio y que los motivos que lo llevaron a formularlas no existen, debe olvidarlas. Lo contrario podría llevarlo a la derrota de la revolución, porque para nadie es un secreto que este gobernador tiene un pacto con su mentor Lester Rodríguez. Tampoco el gobernante está obligado a cumplirles si se ve forzado a ello.
Nunca faltan razones legítimas a un gobernante para justificar el incumplimiento de algunas promesas: la anulación de proyectos. Pero es necesario saber encubrir este proceder artificioso y hábil, saber disimular y fingir.
El gobernante que sabe emplear el comportamiento del zorro, logra mejores resultados importándole nada su pueblo.
La mayoría de los merideños son tan ingenuos y están tan condicionados por sus necesidades que se dejan convencer siempre por este copeyano gobernador quien manipula con arte el engaño. Uno de los ejemplos más fehacientes de ellos fue el apoyo a la fiesta de Halloween, olvidándose de conmemorar el nacimiento del CANTOR DEL PUEBLO: ALI PRIMERA, nada más y nada menos el que dio pie a esta revolución; olvidándose del trabajo que se debe realizar en la local 008 los túneles, importándole nada su pueblo que para llegar a El Vigía o Mérida o viceversa, tarda 3, 4, 5 y hasta 6 horas para realizar alguna diligencia que tenga que ver con alguna necesidad, y no hizo otra cosa que buscar ocasión para engañar nuevamente al pueblo merideño.
Hasta ahora no ha habido nadie que haya conocido y aplicado mejor el arte de las protestas persuasivas, que haya afirmado con juramentos respetables tantas promesas y que las haya incumplido a su pueblo como este copeyano gobernador.
Camaradas no saben ustedes cuanto aporta este copeyano gobernador a la oposición venezolana; revisen el pasquín “Quinto Día”, y pregunten cuánto cuesta una propaganda en ese pasquín, esta propaganda si no está en la portada está en las páginas centrales y a full color camaradas; hagan el mismo ejercicio con el pasquín “Pico é Zamuro” disculpen Pico Bolívar, este circula en Mérida.
Este gobernante copeyano, ha de saber que no le es posible observar con integridad perfecta lo que hace ver a las personas como virtuosas. Con frecuencia para mantener el orden de su Estado, disculpen este estado Mérida no es de este copeyano gobernador, este copeyano se ve obligado a obrar contra lo prometido, contra las virtudes humanas o caritativas y hasta contra su religión.
Debe estar dispuesto a tomar la dirección que las circunstancias impongan, procurando apartarse de su pueblo, pero sabiendo obrar con maldad cuando no le quede otro recurso. Comandante presidente, es esencial la autocritica, es necesario saber la verdad; expropie la gobernación de Mérida.
Solo el pueblo salva al pueblo.
Patria Socialista o Muerte. VENCEREMOS.
articulojoseantonio@gmail.com
Por: José Antonio Velásquez
El asedio político del gobernador de Mérida Marcos Díaz Orellana, contra la población merideña–sobre todos, contra las más desposeídos - son muestra fehaciente de un gobernante en contra de su pueblo, todo esto implementado por sus secuaces, en total complicidad con empresarios de oposición, medios de comunicación golpista y enemigos del pueblo como Bonucci, Lester Rodríguez, entre otros, pro imperialistas.
Este Gobernador conjuntamente con los enemigos del pueblo, ejerce sus funciones con la finalidad de enriquecimiento, fraudulento, indolente y farsante.
Ellos no se detienen para cometer ilegalidades. Dice este gobernador, soy inocente mientras alguien pruebe lo contrario. Diga usted si alguien puede probar que este gobernador es un indolente y farsante.
Maneja esas libertades cuando y como le convenga. Aunque sabemos de dónde viene este gobernador, el continúa ocultando a la opinión pública su rostro de pirata. La voracidad de este gobernador Copeyano no tiene más límite que las ganancias personales y la de los suyos.
El constante engaño de este copeyano gobernador Marcos Díaz Orellana, para manipular a voluntad el espíritu del pueblo merideño y poder realizar grandes trabajos con empresas privadas, que no cumplen con la obligación contraída, dándole una bofetada a la rectitud e integridad, empleando la astucia.
Cuando un gobernante prudente advierte que el cumplimiento de sus promesas redunda en perjuicio y que los motivos que lo llevaron a formularlas no existen, debe olvidarlas. Lo contrario podría llevarlo a la derrota de la revolución, porque para nadie es un secreto que este gobernador tiene un pacto con su mentor Lester Rodríguez. Tampoco el gobernante está obligado a cumplirles si se ve forzado a ello.
Nunca faltan razones legítimas a un gobernante para justificar el incumplimiento de algunas promesas: la anulación de proyectos. Pero es necesario saber encubrir este proceder artificioso y hábil, saber disimular y fingir.
El gobernante que sabe emplear el comportamiento del zorro, logra mejores resultados importándole nada su pueblo.
La mayoría de los merideños son tan ingenuos y están tan condicionados por sus necesidades que se dejan convencer siempre por este copeyano gobernador quien manipula con arte el engaño. Uno de los ejemplos más fehacientes de ellos fue el apoyo a la fiesta de Halloween, olvidándose de conmemorar el nacimiento del CANTOR DEL PUEBLO: ALI PRIMERA, nada más y nada menos el que dio pie a esta revolución; olvidándose del trabajo que se debe realizar en la local 008 los túneles, importándole nada su pueblo que para llegar a El Vigía o Mérida o viceversa, tarda 3, 4, 5 y hasta 6 horas para realizar alguna diligencia que tenga que ver con alguna necesidad, y no hizo otra cosa que buscar ocasión para engañar nuevamente al pueblo merideño.
Hasta ahora no ha habido nadie que haya conocido y aplicado mejor el arte de las protestas persuasivas, que haya afirmado con juramentos respetables tantas promesas y que las haya incumplido a su pueblo como este copeyano gobernador.
Camaradas no saben ustedes cuanto aporta este copeyano gobernador a la oposición venezolana; revisen el pasquín “Quinto Día”, y pregunten cuánto cuesta una propaganda en ese pasquín, esta propaganda si no está en la portada está en las páginas centrales y a full color camaradas; hagan el mismo ejercicio con el pasquín “Pico é Zamuro” disculpen Pico Bolívar, este circula en Mérida.
Este gobernante copeyano, ha de saber que no le es posible observar con integridad perfecta lo que hace ver a las personas como virtuosas. Con frecuencia para mantener el orden de su Estado, disculpen este estado Mérida no es de este copeyano gobernador, este copeyano se ve obligado a obrar contra lo prometido, contra las virtudes humanas o caritativas y hasta contra su religión.
Debe estar dispuesto a tomar la dirección que las circunstancias impongan, procurando apartarse de su pueblo, pero sabiendo obrar con maldad cuando no le quede otro recurso. Comandante presidente, es esencial la autocritica, es necesario saber la verdad; expropie la gobernación de Mérida.
Solo el pueblo salva al pueblo.
Patria Socialista o Muerte. VENCEREMOS.
articulojoseantonio@gmail.com
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