Un chino en la Casa Blanca
Por: Pedro Díaz Arcia.
La primera economía global espera la visita del presidente chino Hu Jintao, sin superar una cifra de desempleo del 9,4 por ciento en diciembre y una deuda pública que toca los 14 billones de dólares.
Cada niño que nazca hoy en Estados Unidos puede que no disponga de la atención médica, la educación o la asistencia social garantizadas para el futuro, pero abre los ojos al mundo con una deuda de 45,300 dólares.
Mientras la deuda soberana del país se ha duplicado en sólo dos años.
El debate sobre si se incrementa o no el tope de la deuda acapara la atención de los estadounidenses. Los demócratas son los promotores de que se apruebe el aumento, mientras que los conservadores están en contra.
Los proyectos de ley para incrementar este significativo límite figuran entre los más impopulares que enfrenta usualmente el Congreso, aunque hasta ahora nunca han sido rechazados.
La Cámara Alta tendrá que decidir de si eleva el límite legal de endeudamiento o reduce el gasto público, ante la presión que significa mantener importantes funciones del Gobierno y los pagos relativos a compromisos internacionales.
Haciendo caso omiso de la advertencia del secretario del Tesoro Timothy Geithner de que no elevar el umbral de la deuda sería “una catástrofe”, que podría remitir al país a una nueva crisis financiera, el movimiento Tea Party ha convertido el tema en uno de los caballos de batalla de los ultraconservadores en su lucha por la Casa Blanca en 2012.
Aun cuando los republicanos son los responsables de las dificultades financieras por las que atraviesa el país, abogan por el ajuste del presupuesto, la disminución del aparato del Estado y recortes en programas sociales, de extrema sensibilidad para la población.
En febrero de 2010 fue elevado el límite de la deuda fiscal a 14,3 billones (millones de millones) de dólares y actualmente es de 13,9 billones de dólares.
¡Hay un tope para el tope: el 31 de marzo!
Y, en eso, llegaron los chinos…
Visita de Hu Jintao a Estados Unidos
El presidente chino Hu Jintao debe iniciar esta semana una visita oficial de tres días a Estados Unidos.
Es de suponer que en las conversaciones con su homólogo Barack Obama se aborden temas económicos y políticos: como el valor del yuan, que Washington considera subpreciado en detrimento de sus exportaciones y la discutida actuación del gobierno chino en la reciente crisis en la Península Coreana que, de cuando en cuando, se inflama con el riesgo de provocar un conflicto nuclear.
Hay suficiente tela por donde cortar.
Jintao podría rechazar el argumento de que la política monetaria china es la causante del desequilibrio en la balanza comercial entre ambas naciones; insistir en que Washington reconozca a China como economía de mercado, con los beneficios que ello implica para el gigante asiático; que Estados Unidos abandone su política proteccionista y levante las restricciones para la importación de alta tecnología a Beijing, entre otros fundamentos de peso.
¡Pero dejemos las discusiones a los protagonistas!
La agencia Xinhua se pregunta si China es un rival estratégico o un socio cooperativo de Estados Unidos.
Pero, mientras lo investiga, considera que el encuentro bilateral establecerá pautas para la cooperación estratégica entre ambas potencias, promoverá la comunicación y el entendimiento y “dirigirá las relaciones hacia un desarrollo positivo, cooperativo e integral”.
Está prevista la firma de nuevos convenios durante la visita; cuando se calcula que el comercio bilateral alcanzó unos 380,000 millones de dólares el año pasado.
Con anterioridad, ambos países han firmado más de 30 acuerdos de cooperación inter-gubernamental y han establecido numerosos mecanismos de diálogo.
Creció el PIB de China por encima del 10 por ciento
Un artículo publicado por BBC en noviembre de 2009 sostenía el criterio de que China estaría gestando su propia burbuja económica, por sus crecientes préstamos dirigidos a áreas que no garantizan un crecimiento sostenible y auguraba que esta política le podría ocasionar un daño financiero similar al que sufrió Estados Unidos al explotar la burbuja inmobiliaria. Aunque reconocía que China era el único país que había sobrellevado la crisis mundial sólo con un “poco de hipo”.
Según los analistas, los mercados de exportación chinos estaban supuestamente quebrados y el consumo interno estancado, por lo que grandes inversiones adicionales en la industria manufacturera conllevaría el peligro de la deflación. Es decir, Beijing podría estar “atascado” a pesar de los niveles de incremento en su economía.
En estos momentos, otros expertos opinan que China puede gastar sin preocupaciones por sus balances internos comparados con Estados Unidos.
Lo cierto es que la economía de China creció alrededor de 10,1 por ciento en 2010, el ritmo más acelerado de expansión anual en tres años, al totalizar el Producto Interno Bruto (PIB) unos 6 billones de dólares en el período.
Esperemos los resultados de las negociaciones -al más alto nivel- entre los representantes de las dos principales potencias económicas del mundo.
En su primera visita a la Casa Blanca -en abril de 2006- Hu Jintao fue recibido entre honores militares y protestas por el entonces presidente estadounidense, George W. Bush, quien lo instó a respetar los derechos humanos y las libertades civiles.
De todas maneras, es recomendable que Jintao no apriete mucho la corbata a Obama ni que éste se enajene con los sucesos de la Plaza de Tiananmen.
http://www.discrepando.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1002:un-chino-en-la-casa-blanca-&catid=81:articulos&Itemid=457
Por: Pedro Díaz Arcia.
La primera economía global espera la visita del presidente chino Hu Jintao, sin superar una cifra de desempleo del 9,4 por ciento en diciembre y una deuda pública que toca los 14 billones de dólares.
Cada niño que nazca hoy en Estados Unidos puede que no disponga de la atención médica, la educación o la asistencia social garantizadas para el futuro, pero abre los ojos al mundo con una deuda de 45,300 dólares.
Mientras la deuda soberana del país se ha duplicado en sólo dos años.
El debate sobre si se incrementa o no el tope de la deuda acapara la atención de los estadounidenses. Los demócratas son los promotores de que se apruebe el aumento, mientras que los conservadores están en contra.
Los proyectos de ley para incrementar este significativo límite figuran entre los más impopulares que enfrenta usualmente el Congreso, aunque hasta ahora nunca han sido rechazados.
La Cámara Alta tendrá que decidir de si eleva el límite legal de endeudamiento o reduce el gasto público, ante la presión que significa mantener importantes funciones del Gobierno y los pagos relativos a compromisos internacionales.
Haciendo caso omiso de la advertencia del secretario del Tesoro Timothy Geithner de que no elevar el umbral de la deuda sería “una catástrofe”, que podría remitir al país a una nueva crisis financiera, el movimiento Tea Party ha convertido el tema en uno de los caballos de batalla de los ultraconservadores en su lucha por la Casa Blanca en 2012.
Aun cuando los republicanos son los responsables de las dificultades financieras por las que atraviesa el país, abogan por el ajuste del presupuesto, la disminución del aparato del Estado y recortes en programas sociales, de extrema sensibilidad para la población.
En febrero de 2010 fue elevado el límite de la deuda fiscal a 14,3 billones (millones de millones) de dólares y actualmente es de 13,9 billones de dólares.
¡Hay un tope para el tope: el 31 de marzo!
Y, en eso, llegaron los chinos…
Visita de Hu Jintao a Estados Unidos
El presidente chino Hu Jintao debe iniciar esta semana una visita oficial de tres días a Estados Unidos.
Es de suponer que en las conversaciones con su homólogo Barack Obama se aborden temas económicos y políticos: como el valor del yuan, que Washington considera subpreciado en detrimento de sus exportaciones y la discutida actuación del gobierno chino en la reciente crisis en la Península Coreana que, de cuando en cuando, se inflama con el riesgo de provocar un conflicto nuclear.
Hay suficiente tela por donde cortar.
Jintao podría rechazar el argumento de que la política monetaria china es la causante del desequilibrio en la balanza comercial entre ambas naciones; insistir en que Washington reconozca a China como economía de mercado, con los beneficios que ello implica para el gigante asiático; que Estados Unidos abandone su política proteccionista y levante las restricciones para la importación de alta tecnología a Beijing, entre otros fundamentos de peso.
¡Pero dejemos las discusiones a los protagonistas!
La agencia Xinhua se pregunta si China es un rival estratégico o un socio cooperativo de Estados Unidos.
Pero, mientras lo investiga, considera que el encuentro bilateral establecerá pautas para la cooperación estratégica entre ambas potencias, promoverá la comunicación y el entendimiento y “dirigirá las relaciones hacia un desarrollo positivo, cooperativo e integral”.
Está prevista la firma de nuevos convenios durante la visita; cuando se calcula que el comercio bilateral alcanzó unos 380,000 millones de dólares el año pasado.
Con anterioridad, ambos países han firmado más de 30 acuerdos de cooperación inter-gubernamental y han establecido numerosos mecanismos de diálogo.
Creció el PIB de China por encima del 10 por ciento
Un artículo publicado por BBC en noviembre de 2009 sostenía el criterio de que China estaría gestando su propia burbuja económica, por sus crecientes préstamos dirigidos a áreas que no garantizan un crecimiento sostenible y auguraba que esta política le podría ocasionar un daño financiero similar al que sufrió Estados Unidos al explotar la burbuja inmobiliaria. Aunque reconocía que China era el único país que había sobrellevado la crisis mundial sólo con un “poco de hipo”.
Según los analistas, los mercados de exportación chinos estaban supuestamente quebrados y el consumo interno estancado, por lo que grandes inversiones adicionales en la industria manufacturera conllevaría el peligro de la deflación. Es decir, Beijing podría estar “atascado” a pesar de los niveles de incremento en su economía.
En estos momentos, otros expertos opinan que China puede gastar sin preocupaciones por sus balances internos comparados con Estados Unidos.
Lo cierto es que la economía de China creció alrededor de 10,1 por ciento en 2010, el ritmo más acelerado de expansión anual en tres años, al totalizar el Producto Interno Bruto (PIB) unos 6 billones de dólares en el período.
Esperemos los resultados de las negociaciones -al más alto nivel- entre los representantes de las dos principales potencias económicas del mundo.
En su primera visita a la Casa Blanca -en abril de 2006- Hu Jintao fue recibido entre honores militares y protestas por el entonces presidente estadounidense, George W. Bush, quien lo instó a respetar los derechos humanos y las libertades civiles.
De todas maneras, es recomendable que Jintao no apriete mucho la corbata a Obama ni que éste se enajene con los sucesos de la Plaza de Tiananmen.
http://www.discrepando.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1002:un-chino-en-la-casa-blanca-&catid=81:articulos&Itemid=457
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