Por: Diony Sanabia Abadia
Pretoria, 16 dic (PL) El 17 Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes dedica hoy su jornada de intercambios a Suráfrica, sede de este evento que reúne a unos 15 mil participantes de más de 140 naciones.
Todo el país celebra este jueves el llamado Día de la Reconciliación y, como ha sido habitual en los últimos años, reinará la alegría y el entusiasmo en una tierra dividida entre negros y blancos antes de 1994 por el segregacionista régimen del apartheid.
De acuerdo con el programa de la universal cita, cuya primera edición aconteció en Praga en 1947, la música y el arte de los anfitriones serán compartidos nuevamente con los visitantes, quienes no dejan de asombrarse ante los ritmos surafricanos.
Qué manera de bailar y divertirse la de esa gente, comentaron a Prensa Latina dos brasileños en el Centro de Eventos de Tshwane, sin dejar de presumir de su samba y el famoso carnaval de Río de Janeiro.
La víspera, delegados reclamaron que el pleno acceso a la educación de manera gratuita debe ser un derecho garantizado para todos.
Ahora se hace más necesaria que nunca la lucha contra la mercantilización de la enseñanza y la creación de una universidad popular en beneficio de las nuevas generaciones, expresó la brasileña Kelen Rosso.
Manifestó que la formación de los seres humanos no puede ser un servicio para unos pocos, los más ricos; debe llegar, amplió, a los más diversos sectores de la sociedad.
No puede la educación ser una mercancía, tenemos que defenderla para favorecer a los trabajadores, los campesinos, y los indígenas, señaló el presidente de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes, Yordanys Charchabal.
Esta región, subrayó, aboga por una nueva universidad al estilo de la Escuela Latinoamericana de Medicina, creada primero en Cuba y después en Venezuela.
Cualquier gobierno tiene el deber de dar oportunidad de alfabetización a su pueblo, apuntó el cubano Carlos Rangel, quien destacó los logros del sistema educacional en la mayor de las Antillas pese a sus limitados recursos materiales.
Ayer, se logró además un mayor acercamiento a la vida y obra del legendario guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara, verdadero ejemplo de "un hombre universal, de todas las causas justas".
Aleida Guevara, hija del Che, disertó sobre los valores revolucionarios, y la necesidad de la solidaridad y la unidad entre todos para vencer los obstáculos más difíciles.
Debemos seguir estudiando y aprendiendo de sus enseñanzas, recomendó a los presentes esta mujer, quien recibe innumerables muestras de afectos de desconocidos cuando éstos se enteran del parentesco con el llamado Guerrillero Heroico.
leg/dsa
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