Jueves, 18 de dicembre de 2008
NUEVO JALÓN EN LAS RELACIONES DE RUSIA CON ABJASIA Y OSETIA DEL SUR
Moscú dio un nuevo paso en su política caucasiana tras la guerra de Georgia contra Osetia del Sur y la operación de coerción a la paz contra la agresora. El martes los embajadores de Rusia entregaron sus credenciales a los presidentes de Abjasia y Osetia del Sur.
En todo el mundo este procedimiento diplomático tiene, por regla general, un carácter simbólico. En el caso dado, según declaró a La Voz de Rusia Andrey Klímov, vicepresidente de asuntos exteriores de la Duma de Estado, se trata de un importante acontecimiento en las relaciones interestatales.
Este acto muestra que ahora Rusia cuenta con la posibilidad de mantener relaciones plenas con Abjasia y Osetia del Sur a través de sus embajadores. Estos se vuelven representantes plenipotenciarios de Rusia. Es un relévate paso jurídico que brinda una base para representar a plenitud los intereses rusos en los países vecinos.
Como señaló en entrevista a La Voz de Rusia Vladimir Kazimírov, presidente de la Asociación de Diplomáticos Rusos, Abjasia y Osetia del Sur obtuvieron su libertad a precio de muchos sufrimientos.
Podemos tan solo saludar el que nuestras relaciones con Abjasia y Osetia del Sur franqueen apenas el jalón del devenir de nuestras relaciones de ventaja mutua. Abjasia y Osetia del Sur, sobre todo después de los recientes acontecimientos, necesitan una ayuda eficaz de parte de Rusia. Pasan por una fase difícil de desarrollo tras la separación de Georgia. Es característico que todos los dirigentes de la Georgia postsoviética, de la Georgia independiente, incluido Saakashvili, hayan perpetrado repetidamente operaciones de castigo contra los osetas del Sur y contra los abjasios. Es bien comprensible que en dichas circunstancias estos pueblos no desean más formar parte de tal Estado.
Las consecuencias de la agresión agosteña de Georgia contra Osetia del Sur continúan en el foco de la atención mundial. Ahora la verdad sobre los avatares del Cáucaso sale a la luz pública en el mundo entero, dice Vladimir Kazimírov.
Durante estos acontecimientos, en la noche del 7 al 8 de agosto, la comunidad internacional ora no estuvo enterada de lo que pasaba en Osetia del Sur, ora recibió una interpretación tergiversada procedente de los medios de información de Occidente. Los comunicados de Moscú fueron considerados propagandísticos. Ahora en estos ha cambiado mucho. Es característico que hayan sido puestos en tela de juicio muchas tesis de la propaganda occidental relativas a la conducta de Rusia. Se comienza a comprender que Moscú no podía estar indiferente ante lo que pasaba.
Osetia del Sur y Abjasia conquistaron su libertad. Pero encaran dificilísimos problemas de la formación de su estateidad, de propugnar sus intereses en la palestra internacional como países independientes. Rusia está dispuesta a ayudarles
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